Perú

Perú entra en su crisis política más grave con la disolución del Congreso

El presidente Martín Vizcarra disuelve el Parlamento y convoca elecciones mientras el Congreso, dominado por la oposición fujimorista, nombra a Mercedes Aráoz como presidenta en funciones

Policías caminan cerca del Parlamento en Lima/AP
Policías caminan cerca del Parlamento en Lima/APlarazon

El presidente Martín Vizcarra disuelve el Parlamento y convoca elecciones mientras el Congreso, dominado por la oposición fujimorista, nombra a Mercedes Aráoz como presidenta en funciones

Perú se ha visto inmerso en una crisis política desde las elecciones de 2016 que dejó al poder Ejecutivo y al Legislativo en manos de facciones políticas diferentes. Por un lado, el Ejecutivo controlado primero por el expresidente Pedro Pablo Kuczynski, y tras su renuncia el 23 de marzo de 2018, por el actual presidente Martín Vizcarra. Por otro lado, el poder Legislativo, que está en manos de una mayoría de parlamentarios opositores fujimoristas del partido Fuerza Popular. Esta situación ha condenado a las instituciones peruanas a una parálisis que ha durado unos tres años.

El domingo pasado, Vizcarra avisó al Congreso de que si le negaban un voto de confianza para poder reformar el método de elección de los magistrados del Tribunal Constitucional, disolvería la Cámara. Pero, pese a las reticencias del Ejecutivo, el Congreso tomó la decisión de elegir a los miembros del tribunal por su cuenta. Lo que habría inclinado la balanza de poderes hacia el poder Legislativo y hacia la oposición fujimorista, y habría convertido al tribunal en el órgano encargado de aprobar el recurso de amparo que pondría en libertad a Keiko Fujimori, hoy en prisión por su participación en el Caso Odebrecht.

Por este motivo, y haciendo uso del recurso constitucional del artículo 134 de la Carta Magna de la República de Perú, el presidente Vizcarra disolvió el Congreso y convocó elecciones parlamentarias anticipadas para el próximo 26 de enero, para buscar un nuevo equilibrio de poderes que haga posible la gobernación.

Como respuesta al “ataque” de Vizcarra, y para evitar unas elecciones en las que perderían bastantes apoyos, y como no disponen de los votos suficientes como para destituirlo definitivamente, el Congreso aprobó la “vacancia presidencial” por un periodo de un año, alegando la “permanente incapacidad moral” del jefe del Ejecutivo. La votación salió adelante por unanimidad en una sesión a la que solo asistieron 86 de los 130 parlamentarios. Los otros 44 parlamentarios se ausentaron de la Cámara obedeciendo la orden de disolución encargada por el mandatario. El legislativo encargó a la vicepresidenta, Mercedes Aráoz, que asumiese el cargo de presidente en funciones.

Ahora existen, de facto, dos presidentes: Martín Vizcarra y Mercedes Aráoz, quién ya ha aceptado el cargo como interina: “Es mi deber como ciudadana, mujer, madre y vicepresidenta asumir este mandato. Lo más fácil habría sido renunciar. No evado mis responsabilidades por más difíciles que sean las circunstancias”, decía Aráoz al calificar de "inconstitucional"la disolución del Congreso.

El presidente del Congreso, el opositor Pedro Olaechea, dijo que la Cámara votaría el próximo viernes una moción para destituir definitivamente a Vizcarra. En esta situación, las Fuerzas Armadas y multitud de concentraciones callejeras en varias ciudades del país, ya han tomado posiciones y se han decantado por apoyar al presidente Martín Vizcarra. Que ha ganado gran popularidad en los últimos años por su lucha contra la corrupción.