Unión Europea

La Eurocámara veta a los comisarios de Hungría y Rumanía

Von der Leyen debe decidir si fuerza la retirada de ambos candidatos. Borrell pasa el primer examen pese a su cartera de acciones.

La presidenta electa de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen en el Parlamento Europeo
La presidenta electa de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen en el Parlamento Europeolarazon

Von der Leyen debe decidir si fuerza la retirada de ambos candidatos. Borrell pasa el primer examen pese a su cartera de acciones.

Sin haber comenzado siquiera su mandato, Von der Leyen se enfrenta a una primera prueba de fuego: tomar una decisión que le puede enfrentar a un enemigo tan temido como Viktor Orban, primer ministro de Hungría. El próximo lunes empiezan las audiciones para examinar a los candidatos a formar parte del próximo colegio de comisarios, que comenzará su andadura el próximo 1 de noviembre. Aunque se daba por seguro que la Eurocámara ansiaba cobrarse alguna pieza, la sorpresa llegó ayer cuando la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Eurocámara decidió suspender parte del proceso y rechazar a dos candidatos: el húngaro Laszlo Trócsányi perteneciente a la familia popular europea y la rumana Rovanan Plumb, de los socialdemócratas. Esta comisión concluyó ayer que en la declaración de bienes de los dos candidatos existen conflictos de intereses que les imposibilitan hacerse cargo de sus respectivas carteras (Vecindad y Ampliación en el caso del húngaro y Transportes en el caso de la rumana). En el primer caso, chirria la pertenencia de Trócsányi a un bufete de abogados qué el mismo fundó y uno de cuyos clientes fue el propio Ejecutivo húngaro. En el segundo, Plumb «ha olvidado» en su declaración incluir dos préstamos por un valor aproximado de 1 millón de euros que sí había revelado a las autoridades de su país en su papel de ministra.

Aunque la declaración de bienes de los aspirantes siempre se mira con lupa, un cambio de reglamento ha propiciado que, por primera vez, la comisión de Asuntos Jurídicos pueda frenar el proceso antes de que comiencen las audiciones en las respectivas comisiones, aunque todavía no se ha tomado ninguna decisión final. Ahora la comisión de Asuntos Jurídicos debe redactar una carta explicando sus motivos, dirigida a la presidenta de la CE. Von der Leyen puede mantener a los candidatos o, en diálogo con las capitales que han elegido a estos aspirantes propiciar candidatos alternativos.

Se da por supuesto que Rumanía no va a poner inconvenientes, pero todo resulta más peliagudo con Orban. Fidesz, el partido del primer ministro húngaro, ha sido suspendido en su pertenencia al Partido Popular Europeo por su deriva autoritaria y, por el mismo motivo, Budapest ha sufrido la activación del artículo 7. La designación de Trócsányi ha sido polémica desde el principio ya que ocupó la cartera de Justicia en el Ejecutivo húngaro, clave en esta presunta deriva autoritaria del país.

Aunque las comisiones parlamentarias no tienen poder vinculante, el 23 de octubre en la Eurocámara debe refrendar al colegio de comisarios en su conjunto. Ante un veredicto negativo de las comisiones parlamentarias, los aspirantes concernidos suelen retirarse de la carrera por su propia voluntad. Esta comisión de asuntos jurídicos ha validado al resto de los candidatos aunque en el caso del austriaco Johanes Han le ha obligado a vender parte de sus acciones al considerar que puede existir un conflicto de intereses. El español Josep Borrell, sin embargo, ha sido exonerado de esta petición ya que la comisión considera que sus paquetes en Bayer, Iberdrola y BBVA no suponen ningún peligro para su independencia como máximo representante de la diplomacia comunitaria. A la espera de la respuesta de Von der Leyen, las audiencias programadas para estos dos candidatos se han retrasado sine die. Los exámenes se prolongarán durante una semana.

( del 30 de septiembre al 8 de octubre). Durante este periodo, cada aspirante deberá enfrentarse al duro examen de su correspondiente comisión parlamentaria ( según su cartera). Serán comparecencias de unas tres horas en la que los candidatos primero harán una breve intervención sobre sus prioridades políticas ( máximo de 15 minutos) y después deberá contestar a las preguntas de los eurodiputados. Tras cada audiencia, la comisión responsable se reúne y – si el aspirante no le convence totalmente- se puede solicitar información adicional por escrito o incluso convocarse una nueva sesión más corta. El español Josep Borrell deberá pasar este examen el próximo 7 de octubre.