México

La Fiscalía mexicana investiga a Kate del Castillo por lavado de dinero

La Fiscalía mexicana investiga a Kate del Castillo por lavado de dinero
La Fiscalía mexicana investiga a Kate del Castillo por lavado de dinerolarazon

No fue sólo la película biográfica sobre «El Chapo» la que llevó a las autoridades mexicanas a dar con la ubicación del escurridizo líder del cártel de Sinaloa. Según ha admitido la fiscal de México, Arely Gómez González, en una entrevista a «El Universal», entre la actriz Kate del Castillo y Joaquín «El Chapo» Guzmán no sólo hay intereses cinematográficos. De hecho, Del Castillo ya ha sido citada a declarar, pues hay indicios que demostrarían que la protagonista de telenovelas habría recibido financiación por parte de Joaquín Guzmán para desarrollar su empresa de tequila. «Tenemos una investigación en el caso del tequila; no estábamos investigando que fuera a hacer una película, nuestra investigación iba enfocada», aseguró Gómez González. En las redes sociales, la actriz de 43 años ha dejado constancia de su interés en su marca de tequila «Honor del Castillo». Sin ir más lejos, su último «post» en Instagram son imágenes de ella «trabajando» en la destilería, dando las gracias «a todos ustedes que nos honraron con su compra».

De las conversaciones que se han filtrado entre el líder del cártel de Sinaloa y la actriz, la fiscal asegura que están llenas de «Estamos en el negocio», «vamos juntos», «el encargo»... «Tenemos que cerciorarnos de quién le proporcionó el avión, quién lo pagó, toda la logística del viaje. Falta mucho por acreditar. Tenemos indicios, pero necesitamos certeza jurídica», dijo Gómez González, que reconoció que existen dos investigaciones abiertas contra ella: la primera por hechos asociados con «El Chapo» y la segunda, «por todo el asunto del tequila». En suma, por delito de lavado de dinero. A pesar de que Del Castillo se encuentre en Estados Unidos, podría declarar allí, en el consulado. No tiene por qué trasladarse a México. La fiscal también confirma que desde 2015 el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto y el Gobierno estadounidense acordaron que en caso de que el «jefe de jefes» fuera capturado de nuevo sería extraditado a EE UU.