Berlín

La futura coalición alemana impulsará la tasa a las transacciones financieras

La Unión Cristianodemócrata (CDU), junto con su ala bávara la Unión Socialcristiana (CSU), y el Partido Socialdemócrata (SPD) alemán acordaron hoy que, si forman una gran coalición de gobierno, Berlín redoblará sus esfuerzos en la UE para implantar un impuesto a las transacciones financieras en Europa.

Este es uno de los primeros acuerdos concretos en las negociaciones que mantienen las tres formaciones para intentar cerrar una coalición de gobierno para la próxima legislatura, la tercera de Angela Merkel como canciller.

La política europea centró hoy la segunda reunión que celebran en Berlín setenta representantes de los tres partidos -incluida Merkel-, mientras se suceden los grupos de trabajo especializados en áreas sectoriales.

"En la pasada legislatura el proceso (para introducir la tasa Tobin) se inició y creemos que, con el peso de una gran coalición y de los tres partidos en Europa, ahora podemos llevarlo a término", dijo en rueda de prensa tras el encuentro el portavoz socialdemócrata y presidente del Parlamento europeo, Martin Schulz.

Por otra parte, los tres partidos apostaron también por llegar a una posición común sobre la unión bancaria europea a más tardar a mediados de noviembre, según dijo el representante de la CDU, el eurodiputado Herbert Reul.

No obstante, según Schulz, todavía hay diferencias en los detalles en cuanto a la creación de un fondo de resolución de instituciones financieras, con aportaciones de los bancos.

En todo caso, según el representante de la CSU, el ministro de Finanzas del gobierno regional de Baviera, Markus Söder, hay coincidencia en que se tiene que buscar una fórmula que evite que "los contribuyentes alemanes terminen pagando las deudas de los bancos de otros países".

El objetivo de los tres partidos es que el ministro de Finanzas en funciones, Wolfgang Schäuble, pueda llegar a la reunión que celebrarán los ministros de Finanzas europeos el 14 de noviembre con una posición común de las tres agrupaciones.

En lo que no hay posibilidades de acuerdo a la vista es en la creación de un fondo europeo común de amortización de la deuda, una iniciativa que defienden los socialdemócratas para quitar presión a los países europeos en crisis.

"Ese es un punto en el que no sólo encontramos escepticismo de parte de la CDU/CSU, sino claro rechazo", admitió Schulz.

Los conservadores bávaros incluyeron en la agenda de las futuras negociaciones la busca de fórmulas para que un Estado europeo pueda declarar su insolvencia y de procedimientos para la salida de un país de la eurozona.

En esos puntos, según admitió Söder mirando a Schulz, "no hay el mismo grado de euforia en todos los partidos".

Al margen de los asuntos europeos, el grupo de trabajo de política familiar ha acercado posturas para fijar por ley una cuota mínima de mujeres en las cúpulas de las grandes empresas alemanas, aunque sin precisar los detalles.

Según los medios locales, hay dudas todavía de que los representantes de la CDU/CSU en ese grupo de trabajo, que hicieron concesiones a los socialdemócratas, logren imponer su posición dentro del partido, que deberá refrendar el acuerdo.

En la legislatura anterior, la ministra de Familia, Christina Schröder, quiso promover una ley de "cuotas flexibles", que habría permitido a las empresas que cotizan en bolsa fijar de forma autónoma una cuota y alcanzarla en un determinado plazo.

La iniciativa fracasó debido a la resistencia del socio menor de coalición en la legislatura anterior, el Partido Liberal (FDP).

En el programa electoral de la CDU/CSU se contemplaba que a partir de 2020 en los consejos de vigilancia de las empresas cotizadas debería haber al menos un 30 por ciento de mujeres.

El programa del SPD, en cambio, apostaba por una cuota del 40 por ciento tanto para los consejos de vigilancia como para los consejos directivos.

En estos momentos la participación de las mujeres en las cúpulas de las grandes empresas alemanas se sitúa en el 11,7 por ciento.