Colombia
Santos ordena implantar el alto el fuego definitivo en Colombia el próximo lunes
La guerrilla de las FARC podrá participar en los comicios de 2018 si completa la desmovilización
La guerrilla de las FARC podrá participar en los comicios de 2018 si completa la desmovilización
«Quiero informarle a los colombianos que como jefe de Estado y como comandante en jefe de nuestras Fuerzas Armadas, he ordenado el cese al fuego definitivo con las FARC a partir de las cero horas del próximo lunes 29 de agosto», dijo el presidente Juan Manuel Santos en la escalinata del Capitolio, un gesto que sirve de corolario al acuerdo alcanzado con la guerilla y que pone fin a 52 años de conflicto armado que ha dejado unos 220.000 muertos y millones de desplazados
Ahora el acuerdo deberá ser avalado por las FARC y por el pueblo en un plebiscito en el que se requiere como mínimo 4,5 millones de votos, un 13% del censo electoral, y que se definirá por mayoría simple el próximo 2 de octubre, según manifestó ayer el presidente Santos. «Terminada la negociación y concluido el acuerdo, queda en manos de ustedes decidir con su voto si apoyan este acuerdo histórico que pone fin a este largo conflicto entre hijos de una misma nación», espetó el mandatario a los colombianos al presentar el texto definitivo del acuerdo en el Congreso. Como «un hecho histórico que cambiará la faz de Colombia para bien», definió Santos el pacto antes de entregarlo, atado con una cinta con la bandera nacional, al presidente del Congreso, Mauricio Lizcano. Además, entregó a Lizcano también la carta de autorización para la convocatoria de la consulta el 2 de octubre. «Soy consciente de que no tenía esa obligación legal (de convocar el plebiscito), pero sí la obligación moral, porque soy un demócrata y creo que el pueblo debe tener la ultima palabra», destacó.
«Se termina así el conflicto armado con las FARC», subrayó el gobernante entre aplausos de la multitud que lo acompañó a entregar el acuerdo al Congreso, entre quienes estaban su esposa María Clemencia, dos de sus tres hijos, niños, políticos y funcionarios.
El resultado de la votación tendrá carácter vinculante para el desarrollo constitucional y legal de los acuerdos, según había explicado en este sentido el ministro colombiano del Interior, Juan Fernando Cristo. El Estado está obligado a asumir lo que se vote en las urnas, sin importar la decisión ganadora. Cabe destacar que el mecanismo no convoca a los colombianos para que decidan si están de acuerdo con que en Colombia haya paz, sino para que apoyen o no la política de acuerdo final que se rubricó en La Habana. Santos ha advertido en reiteradas ocasiones de que, de ser rechazados los acuerdos de paz en las urnas o no alcanzar la votación mínima, el país continuaría sumido en un conflicto porque no se podría avanzar en su implementación. En caso de que no se alcance ese umbral o gane la opción del «no», Santos sostiene que proseguiría el conflicto. «Si el plebiscito no se aprueba, volvemos a la guerra», ha reiterado el mandatario, a quien algunos opositores han acusado de emplear una estrategia del miedo par convencer a los votantes, dado que consideran engañoso su mensaje, teniendo en cuenta que si los colombianos no suscriben el acuerdo en el referéndum, no sería el final del mismo, sino que se abriría la puerta a una renegociación.
Hasta el momento, los sondeos sobre intención de voto están generando resultados muy reñidos. Según la última encuesta difundida por el diario «El Tiempo», el «sí» se mantiene en la actualidad liderando con un 32,1% frente al 29,9% del «no». Hay resquemor en buena parte de la opinión púlica porque las FARC podrán participar con todos los derechos en las elecciones generales de 2018, una vez se hayan desarmado y desmovilizado y hayan completado su vuelta a la vida civil, y se aseguran su presencia en el Parlamento al menos en dos legislaturas.
España apoya a Colombia en su nueva etapa
España trasladó ayer su «más sincera felicitación» a Bogotá por el acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC, «un acontecimiento histórico que pone fin a medio siglo de conflicto y [que] sienta las bases para una Colombia más próspera que haga realidad las aspiraciones de mayor bienestar de los colombianos», rezaba el comunicado del Ministerio de Exteriores. El Gobierno español prometió que seguirá apoyando a Colombia «en la etapa de consolidación de la paz», tanto a través de la cooperación española como a través de la UE como Estado miembro y desde su presencia en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. El Ejecutivo confirmó, asimismo, «con satisfacción» que personal militar español y miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado se desplegarán en las próximas semanas en Colombia en el marco de la Misión Política Especial de la ONU, encargada de la verificación del alto el fuego, el cese de hostilidades y la entrega de armas. Estará integrada, al menos, por una quincena de militares españoles.
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