Eslovenia
La inmigración centra las elecciones de hoy con la derecha como favorita
El voto en una sociedad fragmentada como la eslovena es poco predecible. Las encuestas no designan a un solo ganador
El voto en una sociedad fragmentada como la eslovena es poco predecible. Las encuestas no designan a un solo ganador.
Los eslovenos acuden hoy a las urnas para elegir a 90 miembros del parlamento que posteriormente nombrarán al primer ministro. El voto en una sociedad fragmentada como la eslovena es poco predecible. Las encuestas no designan a un solo ganador. Se espera que el próximo gobierno esté formado por una coalición que incluso podría dejar fuera al partido más votado.
Con 1.000 de euros en juego, de los cuales 44 millones vendrían de fondos de la UE, para llevar a cabo un ambicioso proyecto ferroviario que conectaría al país con un puerto en el mar Adriático, Eslovenia se precipitó a unas elecciones anticipadas después de una sentencia del Tribunal Constitucional que desestimó los resultados de un referéndum donde se consultó a la ciudadanía sobre la construcción de los 35 kilómetros de raíles. En una consulta con una participación que no superó el 25% y apoyada por el 51%, y con las especulaciones de amaños en la adjudicación de la obra, el primer ministro llamó sus ciudadanos a las urnas.
Las últimas encuestas apuntan a una victoria del conservador Partido Demócrata Esloveno (SDS) de Janez Jansa, ex primer ministro, con un 25,5%. Le siguen el recién estrenado partido de centro izquierda liderado por el comediante Marjan Sarec (13,7%) y el Partido de Centro Moderno (MSC) del primer ministro en funciones, Miro Cerar (8,8%).
El camino de este país de poco más de 2,2 millones de habitantes ha servido como un modelo de progreso y estabilidad en la región. Se unió a la UE en 2004 y al euro en 2007. Un fiel socio de Bruselas desde su adhesión, pero sacudido por el populismo que se extiende por toda Europa después de la crisis económica y del declive de los partidos tradicionales, Jansa es un ejemplo más de la influencia del ultranacionalista húngaro Viktor Orban en la zona. El ex primer ministro encontró en Orban a un aliado de campaña y forma junto con Polonia y Eslovaquia un frente antieuropeo que lleva como bandera la lucha contra los refugiados. «Este modelo de democracia iliberal es un peligro para la estabilidad comunitaria. Hemos visto cómo después de la crisis económica la UE no se ha sabido reinterpretar y volver a enganchar al club a los más críticos», aseguró a LA RAZÓN el investigador David Ellerman de la universidad de Ljubljana.
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