Represión en Venezuela
La MUD exige más gestos a Maduro para negociar
El presidente tacha a Voluntad Popular de «grupo terrorista», mientras la mujer de Leopoldo López pide una prueba de vida de su marido
El presidente tacha a Voluntad Popular de «grupo terrorista», mientras la mujer de Leopoldo López pide una prueba de vida de su marido
Tras una evidente división sobre el modo de proceder tras el diálogo abierto con el Gobierno, ahora la oposición cierra filas ante las nuevas amenazas de Nicolás Maduro. Es la hora de poner en la balanza si los posibles resultados de las negociaciones merecen el tiempo y el oxígeno que gana el presidente con todo este «show». Sentarse a la mesa con el chavismo es jugar a la ruleta rusa.
El secretario ejecutivo de la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba, definió ayer como una «patada a la mesa» de diálogo, y un intento de dividir, la arremetida de Maduro contra uno de los partidos políticos opositores –fundado por el encarcelado Leopoldo López–, al que tildó de «terrorista». En su programa semanal, el presidente venezolano calificó a Voluntad Popular de «grupo terrorista al margen de la ley» por separarse del proceso de diálogo iniciado el domingo con auspicio del Vaticano y Unasur. Torrealba aseguró que Maduro busca dividir a la MUD entre «dialogantes y radicales». «Te equivocaste, somos todos demócratas y estamos unidos. Si te metes con uno, te estás metiendo con todos», advirtió. En sintonía, un día después de tender la mano, el presidente de la Asamblea Nacional dijo que la indiferencia del oficialismo en las conversaciones se debe a que «no tienen nada que exigir». E indicó que otra muestra del desinterés es la arremetida del mandatario contra Voluntad Popular.
El Gobierno excarceló la noche del lunes a cinco opositores, aunque, según el Foro Penal Venezolano, todavía quedan 114 presos políticos. Uno de ellos es precisamente López, condenado a 14 años. Ayer, su mujer, Lilian Tintori, pidió pruebas de vida tras 120 horas sin tener noticias de él.
El intercambio de acusaciones se produjo poco después de que la MUD decidiese suspender un juicio sobre la responsabilidad de Maduro en la crisis que atraviesa el país y una marcha al palacio presidencial de Miraflores. Por su parte, el ex candidato opositor a la Presidencia Henrique Capriles consideró que los venezolanos tienen «la capacidad de esperar hasta la semana que viene para ver si las reuniones auspiciadas por la Iglesia producirán resultados». Sin embargo, catorce partidos emitieron un comunicado en contra de estas conversaciones. Pese a las voces críticas, la oposición cedió en su ofensiva para dar una tregua, por lo menos hasta que se celebre la próxima reunión de diálogo el 11 de noviembre, para ver gestos concretos del Gobierno. La pregunta clave es: qué ofreció el oficialismo para que los dirigentes opositores dieran su brazo a torcer. Maduro estaría dispuesto a ofrecer la posibilidad de realizar elecciones a finales del próximo año para tratar de frenar los esfuerzos de la oposición de removerlo del cargo, dijeron fuentes de la MUD que prefieren guardar el anonimato a LA RAZÓN. «El Gobierno está ofreciendo ir a unas elecciones en diciembre de 2017 y, para eso, ellos cederían algunos espacios», dijo la misma fuente, para quien debatir con Maduro es como «pactar con el diablo, no puedes fiarte y el precio que pagas es muy alto».
En cualquier caso, esos espacios permitirían que la Asamblea nombrara a algunos rectores del Consejo Nacional Electoral. Otra de las fuentes manifestó que un acuerdo también podría incluir la liberación de presos políticos y promesas de disminuir los ataques y las restricciones del Supremo sobre el Parlamento.
Juicio en EE UU a los sobrinos de Maduro
Dos sobrinos del presidente venezolano serán juzgados en EE UU por tráfico de drogas. Sólo queda por cerrar la selección del jurado popular –que al cierre de esta edición tenía lugar en una corte federal de Manhattan– antes de que se inicie el juicio contra Francisco Flores y Efraín Campo. Los sobrinos de Cilia Flores, la esposa de Maduro, fueron detenidos en Haití en 2015 por agentes de la Agencia Antidrogas de EE UU (DEA) que se hicieron pasar por narcotraficantes. Flores y Campo intentaban introducir 800 kilos de cocaína en EE UU y usaban sus contactos políticos y diplomáticos para ello. Podrían enfrentarse a cadena perpetua, por lo que se han declarado inocentes.
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