La Policía británica investiga a más de 250 famosos por abusos a menores

La Policía británica informó hoy de que investiga a 1.433 sospechosos de abusos a menores en el Reino Unido, entre ellos 76 políticos, 43 personas del sector de la música y 135 del mundo del cine, la televisión y la radio. De los 1.433 sospechosos identificados, 216 ya han fallecido, dijo el comisario Simon Bailey, jefe de la llamada "Operación Hydrant", que trata de esclarecer las denuncias de abusos cometidos en el pasado por parte de políticos o celebridades y en distintas instituciones.

Según Bailey, del número total de sospechosos hay 666 que abusaron supuestamente de niños en instituciones, ya sea escuelas, centros religiosos u orfanatos.

Agregó que "cientos de instituciones, incluidas escuelas, hogares para niños, hospitales y edificios religiosos han sido escenario de terribles delitos contra multitud de víctimas". "Los casos están aumentando casi a diario", indicó Bailey acerca de esta operación, creada por el Consejo Nacional de Jefes de Policía (NPCC, en sus siglas en inglés), que reúne las distintas averiguaciones que los cuerpos policiales llevan a cabo sobre estos casos.

"Estamos viendo un aumento sin precedentes en el número de denuncias. No hay duda de que (el caso del expresentador Jimmy) Savile ha tenido efecto", afirmó.

El comisario resaltó que "en el pasado era muy fácil para los que estaban en posición de poder y autoridad utilizar su influencia para silenciar a las víctimas".

Las denuncias han aumentado a raíz del caso del fallecido Jimmy Savile, el presentador estrella de la BBC que fue ídolo de los británicos durante décadas.

Tras su muerte, hace más de tres años, se conoció el alcance de los abusos que cometió.

De acuerdo con la Policía británica, Savile, fallecido en octubre de 2011, fue un "depravado sexual"que aprovechó su fama para abusar de cientos de niños y adultos durante más de medio siglo.

El caso generó gran conmoción en el Reino Unido y la gente se pregunta cómo pudo Savile abusar de tanta gente durante tanto tiempo sin que la Policía ni la BBC se diesen cuenta.