Bruselas

La UE propone nuevas medidas para reforzar la lucha contra el terrorismo

La Comisión Europea (CE) propuso hoy diez medidas para prevenir y luchar contra la radicalización del terrorismo y el extremismo violento en la Unión Europea (UE), con especial atención en las acciones de grupos reducidos y actores solitarios y en la captación de terroristas a través de internet.

"Necesitamos medidas preventivas y fuertes para combatir el extremismo en todas sus formas", afirmó la comisaria europea de Interior, Cecilia Malmström.

La CE actualiza así la estrategia antiterrorista comunitaria que la UE estableció en 2005, tras los atentados de Madrid y Londres, para evitar la radicalización mediante el diálogo con los musulmanes moderados y en un mejor control de la propaganda a través de internet.

Las actividades extremistas violentas se han multiplicado desde entonces y han adoptado formatos nuevos a través de nuevas vías, asegura la CE, que considera necesario revisar la situación actual puesto que constituye una "amenaza significativa"para el bloque europeo.

"Nuestro objetivo es impulsar los esfuerzos de los Estados miembros contra la radicalización y la violencia extrema", añadió Malmstrom.

Bruselas recomienda a los Gobiernos nacionales que establezcan "programas de salida"para facilitar la desvinculación de miembros de bandas terroristas y que apoyen financieramente los proyectos que emplean herramientas modernas de comunicación y redes sociales para combatir la propaganda terrorista, cada vez más presente en internet.

También apuesta por poner en marcha medidas preventivas más efectivas y ahondar en la formación de profesionales de la lucha antiterrorista, así como por crear en 2015 un centro de conocimiento que permita poner en común y extender las mejores prácticas.

En este contexto, Bruselas destinará 20 millones de euros entre 2014 y 2017 para financiar esta y otras medidas preventivas, así como para apoyar los programas nacionales de salida.

La Comisión recomienda también trabajar más de cerca con los países terceros y utilizar fondos comunitarios para financiar formación en este sentido, apoyar a los medios de comunicación y sufragar el coste de otras iniciativas de prevención.