Tratados y Organizaciones
La UE responde al nacionalismo de Trump con nuevos aranceles
Los Levi's o la mantequilla de cacahuete, en la lista de productos que ultima Bruselas.
Los Levi's o la mantequilla de cacahuete, en la lista de productos que ultima Bruselas.
No es un una guerra, pero lo parece. Los Veintiocho están dispuesto a atacar a Donald Trump con sus mismas armas y ultiman una subida de aranceles circunscrita a ciertos productos estadounidenses. Todo ellos con un gran valor icónico al otro lado del Atlántico: vaqueros Levi's, motos Harley-Davidson, el whisky Bourbon, zumos de naranja y arándanos o mantequilla de cacahuetes, entre otros. La lista provisional está sujeta a modificaciones y aún no ha sido publicada, pero aspira a golpear a Washington dónde más le duele. Según los cálculos provisionales, esta subida de las tarifas arancelarias supone 854 millones en el caso de los productos industriales, 951 millones en el caso de los productos agrícolas y de alimentación y otros 1.000 millones en bienes que no están incluidos en las anteriores epígrafes y que abarcan desde cosméticos a embarcaciones. Todos los bienes incluidos en esta lista cumplen una doble función: son sustituibles fácilmente por otros productos europeos y las pérdidas para la economía estadounidense hiere a habituales feudos del Partido Republicano.
Bruselas, adicta a los eufemismos, se refiere a esta contraofensiva como «reequilibrio», pero el propósito es que el mero anuncio de este contraataque sea capaz de que Trump reflexione y se retracte en sus intenciones, en la mejor tradición de que para conseguir la paz lo mejor es estar preparado para la guerra. «Mientras las medidas no se adopten confiamos en evitar una disputa comercial que no interesa a ninguna de las partes», explicó la comisaria de Comercio, Cecilia Malmström.
De ahora, el inquilino de la Casa Blanca juega a la ambigüedad. Según anunció el 1 de marzo, tiene intenciones de imponer tasas arancelarias del 25% contra las importaciones de acero y del 10% contra las de aluminio, pero no ha anunciado a qué países afectará. El temor no sólo reside en que los productores europeos se vean afectados, sino que el efecto dominó perjudique a otras potencias como China. La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, advirtió ayer de que en esta clase de guerras todo el mundo puede perder. «El impacto macroeconómico sería grave, no sólo si EE UU toma medidas, sino especialmente si otros países tomaran represalias, principalmente los más afectados, como Canadá Alemania en particular», sostuvo. El propio presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, reconoció lo ridículo de una guerra sin cuartel: «Éste es, básicamente, un proceso estúpido, pero tendremos que hacerlo. Nosotros también podemos hacer estupideces», advirtió.
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