Política

Conflicto Israel-Palestina

La última tregua en la Franja de Gaza salta por los aires

Las milicias palestinas rompen el alto el fuego con el lanzamiento de al menos tres cohetes. Israel responde atacando objetivos de Hamas y retirando a su delegación negociadora de El Cairo

Los bombardeos israelíes se reanudan en Gaza
Los bombardeos israelíes se reanudan en Gazalarazon

Cuando faltaban aún más de ocho horas para que expirara la prórroga de un día del alto el fuego pactado el lunes entre Israel y Hamas, tres cohetes fueron lanzados desde la Franja de Gaza hacia la ciudad de Beer Sheba, en el sur de Israel. Aunque no está claro qué grupo armado palestino fue el responsable, ya que nadie lo ha reivindicado, conseguía romper la última tregua y también dar por liquidadas buena parte de las esperanzas de lograr un acuerdo más ambicioso en las negociaciones que se llevaban a cabo en El Cairo.

Los cohetes, de tipo Grad, impactaron en un descampado cercano a la ciudad, la principal de la región, y no llegaron a hacer saltar las alarmas, por lo cual los habitantes locales fueron los que informaron a las autoridades sobre lo sucedido tras oír las explosiones y comprender que se trataba de cohetes lanzados desde Gaza. Poco después, Israel reaccionaba lanzando ataques aéreos a blancos de Hamas en la zona norte de la franja, en la zona de Beit Lahia, y después en Jan Yunes, en el sur.

Hamas alegó que fue Israel quien violó la tregua con sus ataques. Su portavoz, Sami Abu Zuhri, declaró que «no nos consta ningún disparo desde Gaza», aunque el impacto de los tres cohetes fue confirmado por el Ejército israelí. En las horas siguientes volvieron a caer proyectiles de mortero y cohetes en otras localidades aledañas a la frontera con Gaza, así como en Tel Aviv y Jerusalén. También hubo disparos contra las ciudades de Ashdod, Ashkelon y Netivot, en algunos de los cuales entró en acción la batería protectora «Cúpula de Hierro», que interceptó los misiles antes de que impactasen en zonas pobladas.

Fuentes palestinas especificaron que Israel atacó blancos de Hamas en el barrio Al Zaitun, en la ciudad de Gaza, y en el campamento de refugiados Maghazi, así como también en la zona de Rafah en el sur. Desde Gaza se informó de que al menos tres personas, entre ellas una mujer y una niña palestina de cinco años, habrían fallecido en los ataques registrados al anochecer en la parte central de la Franja, donde resultaron al menos otras ocho personas heridas y que numerosas familias palestinas huían de sus casas ante el temor a nuevos ataques.

Las autoridades del Comando de Defensa Civil ordenaron abrir los refugios en todas las localidades israelíes ubicadas a una distancia de hasta 40 kilómetros de la frontera con Gaza, pero también ciudades del centro del país, aledañas con Tel Aviv, tomaban todo tipo de precauciones y se preparaban para cualquier eventualidad.

Tras conocer la noticia de los ataques palestinos, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ordenó a sus representantes en las negociaciones en El Cairo volver de inmediato al país, reiterando así en la práctica el mensaje que dejó claro ya días atrás: Israel no negociará bajo fuego. De fondo está la evidente crisis que se ha vivido en los últimos contactos. Aunque durante horas, especialmente al prolongarse el alto el fuego el lunes casi a medianoche por otras 24 horas, se daba a entender que un acuerdo era inminente, en la práctica las diferencias entre las exigencias de Hamas y lo que Israel estaba dispuesto a conceder eran abismales. «Vamos a preservar nuestros intereses de seguridad», dijeron fuentes oficiales israelíes, aclarando que no se podrá permitir el levantamiento del bloqueo marítimo de Gaza y la construcción de un aeropuerto, entre otras cosas. Acto seguido, también la delegación palestina abandonaba Egipto. Su jefe negociador, Azam al Ahmed, responsabilizó a Israel del fracaso de las conversaciones y de haber «frustrado los contactos que podrían haber traído la paz». Según una fuente palestina que prefirió no identificarse, la crisis en las negociaciones no se debe a los cohetes lanzados hacia Beer Sheba por la tarde sino a las diferencias fundamentales entre las partes. «Las conversaciones han llegado a un punto de estancamiento», señaló, indicando que al aclarar Israel que no aceptará la exigencia de Hamas de construir un puerto en Gaza a menos que se desarme a todas las facciones palestinas que le atacan, no se podía avanzar más. En un mensaje en su cuenta de Twitter, Izzat al Resheq, miembro de la delegación de Hamas en El Cairo, reconoció que las oportunidades para un alto el fuego permanente se habían diluído, aunque hacía enteramente responsable «a la fuerza ocupante [Israel] de la situación bélica».

Los hechos sobre el terreno, la caída de la tregua y las nuevas amenazas de Hamas, volvieron a agudizar las discusiones dentro de Israel acerca de cuál es la mejor forma de lidiar con los ataques desde Gaza. El ministro Naftali Bennet, socio de la coalición de Netanyahu, jefe del partido de la derecha nacionalista El Hogar judío, dijo que «cuando se negocia con el terrorismo, se intensifica el terrorismo, y el único camino es derrotarlo». También la Ministra de Justicia, Tzipi Livni, considerada una férrea defensora del proceso de paz con los palestinos, declaró que «es un error negociar con terroristas», agregando que «a Hamas no hay que darle nada». Pero a diferencia de Bennet, Livni propone una alternativa política: volver a negociar con la Autoridad Palestina del presidente Mahmud Abas.

El trágico balance de cinco semanas de ofensiva

La ofensiva militar israelí «Margen Protector» comenzó el pasado 8 de julio y en ella han muerto 2.019 palestinos, un 75% de ellos civiles, y 10.196 han sufrido heridas, algunas de ellas muy graves. Entre los fallecidos, 541 son niños, 250 mujeres y 95 ancianos, según precisó el pasado lunes el Ministerio de Salud en Gaza. Durante las cinco semanas de hostilidades han muerto también 64 soldados israelíes en combates con milicianos palestinos y un civil israelí, un beduino y un trabajador asiático alcanzados por alguno de los más de tres mil cohetes lanzados por las milicias desde la Franja. Desde un punto de vista económico, las pérdidas para el territorio palestinos ascienden a 5.000 millones de dólares (unos 3.750 millones de euros). Un total de 40.000 edificaciones palestinas han resultado destruidas.

La Casa Blanca recuerda el derecho de Israel a defenderse

Estados Unidos se mostró «muy preocupado» por la ruptura del alto el fuego entre israelíes y palestinos y acusó al movimiento islamista Hamas de ser el «responsable», por el lanzamiento de cohetes desde la franja de Gaza. «Estamos muy preocupados por los acontecimientos, condenamos los renovados ataques con cohetes y, como hemos dicho, Israel tiene derecho a defenderse contra esos ataques», afirmó Marie Harf, portavoz adjunta del Departamento de Estado.