Política

Luxemburgo

Las escuchas ilegales derriban a Juncker

El primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker
El primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Junckerlarazon

Terremoto político en Luxemburgo. El primer ministro del Gran Ducado de 500.000 habitantes y 2.600 kilómetros, el democristiano Jean-Claude Juncker, presentó ayer su dimisión por un escándalo de espionaje.

Terremoto político en Luxemburgo. El primer ministro del Gran Ducado de 500.000 habitantes y 2.600 kilómetros, el democristiano Jean-Claude Juncker, presentó ayer su dimisión por un escándalo de espionaje. Y es que la situación de Juncker se había vuelto insostenible después de perder el apoyo de su socio de coalición, el Partido Socialista (LSAP), lo que dejaba al Gobierno en minoría y a merced de una moción de censura de la oposición.

«Mañana [por hoy] propondré al Gran Duque la disolución de la Cámara y la celebración de elecciones anticipadas», anunció Juncker ante los diputados, que en un informe parlamentario le consideraron «responsable» político de las irregularidades en losservicios secretos (SREL), que dependen del primer ministro.

El líder democristiano, que defendió durante dos horas su gestión del caso ante el Parlamento, terminó por tirar la toalla una vez que sus socios anunciaban que le retiraban su apoyo y reclamaban elecciones anticipadas. «La gravedad de los hechos es tal que el primer ministro debería asumir sus responsabilidades», afirmó el líder socialista, Alex Bodry, quien añadió que es «inimaginable que no pase nada» tras salir a la luz el caso, que incluye supuestas escuchas ilegales y malversaciones de fondos por parte de los servicios secretos. Un escándalo del que han sido víctimas tanto el primer mnistro como el Gran Duque.

La investigación comenzó en 2012 a raíz de una escucha realizada por el servicio de inteligencia en el despacho de Juncker. Para los diputados, éste toleró las irregularidades en el servicio y no informó de las «aberraciones e ilegalidades» cometidas en algunas operaciones. Juncker lamentó que sus «explicaciones» no hayan convencido al resto de fuerzas políticas y dio por terminado el maratoniano debate con el anuncio de su renuncia.

Las elecciones, previstas para mayo de 2014, se adelantarán al a octubre, según indicó en su edición digital el diario «L'Essentiel», que aseguró que Juncker confirmó a uno de sus periodistas a la salida del pleno que se volverá a presentar a la reelección. El primer ministro admitió haber cometido algunos errores, pero rechazó declararse responsable de las irregularidades en el seno del servicio de inteligencia.

Juncker, que aseguró desconocer en todo momento los supuestos delitos, reconoció únicamente ciertos «errores» por no haber vigilado todo lo estrechamente que habría podido al departamento de inteligencia, conocido con las siglas SREL. «Tenía el derecho de supervisar las actividades del SREL, pero no puedo controlar todo», se justificó, al tiempo que señaló que para ello confiaba en sus funcionarios.

El Gran Duque de Luxemburgo, jefe del Estado, será el encargado de disolver oficialmente el Parlamento, lo que abre un plazo de tres meses para la celebración de nuevas elecciones. Mientras tanto, el actual Gobierno se mantendrá en funciones, aunque no podrá tomar decisiones de importancia al carecer de respaldo parlamentario.

Pese a sus problemas políticos, Juncker sigue contando con gran popularidad en su país y por ello los medios nacionales consideran que contaría con posibilidades de reelección en las próximas elecciones.