Libia envía a la Marina para evitar que zarpe el petrolero norcoreano de Es Sider

El Gobierno libio ha mandado a la Marina para que impida que un petrolero norcoreano 'Morning Glory', que se encuentra atracado en Es Sider, zarpe con crudo entregado por la milicia armada que mantiene tomado el puerto y sin permiso de las autoridades. Varios grupos armados progubernamentales han anunciado igualmente el envío de barcos para interceptar al petrolero.

"Varios barcos de la Marina han sido enviados. Ahora los movimientos del petrolero están bajo control absoluto y nadie puede moverlo", ha explicado el ministro de Cultura y portavoz habitual del Gobierno, Habib al Amin. "Se están adoptando todas las medidas necesarias para detener y capturar el petrolero. Si es necesario, con un ataque en caso de que no cumplan las órdenes", ha añadido. La Fiscalía investigará estos hechos como contrabando, según Al Amin.

El petrolero atracó el sábado en Es Sider, uno de los tres puertos libios que se encuentran bajo control de grupos contrarios al Gobierno desde el pasado mes de agosto para pedir mayor autonomía y un reparto distinto de los beneficios del crudo. El diario libio 'Al Wasat' ha informado de que el petrolero ha cargado ya 36 millones de dólares en crudo.

Mientras, en Trípoli, los trabajadores de la petrolera estatal también encargada de las instalaciones de Es Sider se han peusto en huelga para exigir que intervengan las autoridades, ya que los trabajadores están secuestrados por los disidentes.

"Estamos muy enfadados por lo que está ocurriendo en Es Sider", ha relatado uno de los trabajadores de Trípoli, Salá Madari. "El responsable del puerto está retenido a punta de pistola"y un piloto ha sido obligado a llevar el petrolero a puerto, denuncia.

El primer ministro, Alí Zeidan, advirtió el sábado de que ordenaría bombardear el buque, si intentaba partir del puerto, bajo control de antiguos guardias de seguridad de la petrolera liderados por Ibrahim Jathran. Los milicianos de Jathran participaron en la sublevación que culminó en 2011 con el derrocamiento del régimen de Muamar Gadafi.