Guerra en Siria
«Llevábamos ya dos años pidiendo la zona de seguridad en Siria»
«Turquía siempre ha sido muy severa con los combatientes extranjeros. No hemos mirado hacia otro lado».
«Turquía siempre ha sido muy severa con los combatientes extranjeros. No hemos mirado hacia otro lado».
Antes de venir a España en 2014, Omer Onhon fue el último embajador de Turquía en Siria (agosto de 2012), un país que conoce bien, lo que le lleva a afirmar que «la única solución posible es política, Asad debe dejar el poder. Pero Siria no es una ecuación: o Asad o Daesh (Estado Islámico). Ambos se están alimentando el uno al otro». Ante los nuevos acontecimientos a ambos lados de la frontera turca, Onhon atiende a las preguntas de LA RAZÓN.
–Crear una zona de seguridad en Siria, ¿es primordial para Turquía?
–Turquía, debido a la crisis en Siria, se ha enfrentado, en primer lugar, a un flujo de refugiados. Personas que ya no pueden vivir más en Siria han encontrado refugio en Turquía y hoy tenemos alrededor de 1,8 millones de sirios que han huido porque su país ya no les da seguridad. En segundo lugar, en nuestra frontera tenemos muchas organizaciones radicales como Daesh, el Frente Al Nusra y otros. Nuestra frontera con Siria mide 911 km, es muy difícil proporcionar seguridad a un área así. Necesitamos un lugar dentro de Siria donde la gente se pueda sentir a salvo, sin milicianos radicales, y que los refugiados estén en su país sin que su vida corra peligro –ya sea por yihadistas o por Asad–. Una zona de seguridad es necesaria en el norte de Siria.
–¿Por qué ahora, este verano?
–Llevamos tratándolo durante los últimos dos años, no es nuevo. Obviamente, Turquía no puede hacerlo unilateralmente, y tenemos que discutirlo con nuestros aliados, como EE UU. Este asunto ha estado sobre la mesa mucho tiempo. Sin embargo, lo cierto es que ahora la amenaza ha llegado a un nivel intolerable. El 20 de julio, Daesh mató a 32 personas. Teníamos que actuar ante tal desafío y por eso lo hemos vuelto a intentar.
–Al ser en territorio sirio, ¿tienen permiso de Bachar al Asad?
–Asad no puede controlar Siria y, aunque ante todo respetamos la soberanía de otros países, se puede recurrir al artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas. El derecho inmanente de legítima defensa, individual o colectiva. Debemos actuar como Turquía y como comunidad internacional.
–Turquía ha empezado a bombardear el norte de Irak y Siria. ¿En parte ha sido también por los últimos ataques en su territorio?
–El problema es que Daesh controla el otro lado inmediato de la frontera. Las Fuerzas Aéreas turcas han bombardeando blancos de Daesh en Siria. Por otra parte, también están atacando objetivos de la organización terrorista PKK en el norte de Irak. Es un área montañosa llamada Kandi.
–¿Y por qué al PKK en Irak?
–Porque después del ataque del 20 de julio de Daesh, al día siguiente, el PKK asesinó a dos policías mientras dormían en sus casas. Después empezaron a atacar a las Fuerzas de Seguridad turcas en varias partes del sureste de Anatolia. No sólo lo sabemos por nuestras investigaciones, sino por el mismo PKK, que dijo que lo hacía por venganza.
–Los kurdos están ayudando y ganándole batallas al Estado Islámico, ¿no puede verse su apoyo afectado ante los bombardeos?
–No, porque no son los kurdos de Irak sino de Siria, el PYD. Nosotros no estamos atacando al PYD.
–¿Por todo esto ha roto Erdogan el proceso de paz con el PKK?
–No, lo han roto ellos. En España tenéis el problema de ETA y lo sabéis mejor que nadie. No pueden no dejar las armas y sentarse a la mesa a negociar. El PKK no se ha desarmado, no ha cumplido sus promesas: continúan atacando, secuestrando, quemando... Por ello se ha entorpecido el proceso.
–¿Qué hace Turquía con los combatientes extranjeros que cruzan la frontera turca para unirse a las filas yihadistas?
–Siempre hemos sido muy severos con ellos. No hemos estado mirando para otro lado como se cree. El problema es que otros países no han compartido su Inteligencia a tiempo con nosotros. Turquía es un país turístico, recibimos a 38 millones turistas. No podemos poner un policía detrás de cada uno. El país del que proviene debe cooperar. ¿Por qué, por ejemplo, Francia no frena a sus combatientes en sus fronteras? Desde 2011 hasta julio 2015, hemos capturado a 1.837 personas. También tenemos una lista de «prohibida la entrada» de más de 15.000 personas. Gente que vino a la frontera y la echamos por la información que teníamos. La comunidad internacional debería ser más sincera y colaborativa. Lo cierto es que después de los ataques de «Charlie Hebdo», los países de la UE han empezado a actuar un poco mejor.
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