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El terrorista de Manchester viajó a Alemania cuatro días antes del atentado
La policía alemana investiga una posible trama en su país del ataque de Manchester, tras descubrir que el autor estuvo en Düsseldorf cuatro días antes del atentado.
La policía alemana investiga una posible trama en su país del ataque de Manchester, tras descubrir que el autor estuvo en Düsseldorf cuatro días antes del atentado.
La policía alemana investiga una posible trama en su país del ataque de Manchester, tras descubrir que el autor, que mató a 22 personas, estuvo en Düsseldorf cuatro días antes del atentado, informa hoy el semanario "Focus".
Fuentes policiales alemanas han asegurado a esta publicación que Salman Abedi viajó en al menos dos ocasiones a Alemania en los últimos dos años.
La otra ocasión en que se tiene constancia que el terrorista estuvo en Alemania, fue en 2015, cuando voló de Fráncfort a Reino Unido, procedente al parecer de Siria, donde había participado en un campamento de formación paramilitar, según informaron fuentes de seguridad británicas a sus homólogos alemanes, como refiere "Focus".
La policía en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia, cuya capital el Düsseldorf, y los servicios secretos nacionales investigan ahora para tratar de identificar posibles contactos del joven suicida británico en los entornos radicales de la región, donde hay importantes núcleos salafistas.
Las fuerzas de seguridad alemanas subrayaron a la revista que Abedi no estaba en su radar: no aparece en ninguna lista de sospechosos y sobre él no pesaba ninguna orden de búsqueda internacional.
Coordinado con el califato en Siria
Salman Abedi, autor de la peor barbarie terrorista cometida en suelo británico en la última década, no era un lobo solitario. Las últimas investigaciones aseguran que este británico de 22 años –uno de los cuatro hijos de un matrimonio de refugiados libios– tenía una red de apoyo organizada que le ayudó a llevar a cabo la atroz masacre del pasado lunes, donde 22 personas, muchas de ellas menores, perdieron la vida y alrededor de 60 resultaron gravemente heridos.
El terrorista hizo estallar un artefacto en el vestíbulo del Manchester Arena, adonde 21.000 espectadores, muchos de ellos familias con niños, habían acudido al concierto de la cantante Ariana Grande. En un principio, se pensó que Abedi –que murió en el acto– había detonado una «bomba casera». Sin embargo, ayer las Fuerzas de Seguridad informaron de que el artefacto era sofisticado, lo que hace indicar que recibió ayuda de algún grupo extremista que podría estar preparado para atacar de nuevo en suelo británico.
«Creo que está muy claro que estamos investigando una red y esta extensa investigación sigue desarrollándose a buen ritmo por todo el condado de Greater Manchester», aseguró ayer el jefe del cuerpo policial del área metropolitana de esa ciudad, Ian Hopkins. Por su parte, la ministra británica de Interior, Amber Rudd, explicó que el terrorista era conocido «hasta cierto punto» por los servicios secretos británicos, los mismos que ahora ven «probable» que no actuara solo. Al cierre de esta edición, habían sido detenidas en el país cinco personas, entre ellas, el hermano mayor del autor de la masacre, Ismael Abedi, de 23 años. Éste fue el primer arrestado, la misma noche del martes en el sur de Manchester. El resto de personas, de las que se desconoce su nacionalidad, edad o identidad, fueron detenidas ayer en el sur de la ciudad. La última, por la tarde, en Wigan, a unos 30 kilómetros al oeste de Manchester. El detenido portaba un paquete sospechoso que la Policía analiza ahora.
Por su parte, las autoridades libias detuvieron en Trípoli al padre y al hermano pequeño del terrorista por sospechas de vínculos con el Estado Islámico. Hashem Abedi, de 20 años, vive en esta ciudad con sus padres, Ramadan Abedi y Samia Tabal, que retornaron al país tras la caída de Gadafi. El pequeño de la familia «conocía todos los detalles del ataque en Manchesther y preparaba su propio atentado», según indicaron fuentes libias al diario «The Telegraph».
Los servicios de Inteligencia británicos mantienen una carrera contrarreloj para rastrear a todas las personas con las que el autor de la masacre estuvo en contacto en las últimas semanas. Como parte de esta caza a una posible célula terrorista, la Policía llevó ayer a cabo una redada en el edificio «Granby House», un céntrico bloque de apartamentos cercano a la estación de trenes de Manchester Piccadilly que, en cuestión de minutos, quedó tomado por agentes armados y cubiertos con pasamontañas. La estación ferroviaria se cerró brevemente al público a «fin de proceder de manera segura», según informó un portavoz del cuerpo policial. El edificio registrado consta de 62 apartamentos, muchos de los cuales están ocupados en régimen de alquiler.
La radicalización del joven terrorista podría haberse consolidado hace tiempo. Al menos dos personas que coincidieron con él en la universidad llamaron hace cinco años al teléfono habilitado por la Policía para alertar sobre la ideología extrema y violenta del joven, según reveló la BBC. Un trabajador voluntario de la comunidad musulmana que rehusó revelar su identidad relató a la cadena pública cómo Abedi había conversado con otras personas en Manchester sobre el valor de morir por una causa. El terrorista, según esta fuente, habría expresado asimismo opiniones en favor de operaciones suicidas en el conflicto libio.
Según confirmaron ayer las autoridades británicas, Abedi había regresado hacía pocas semanas de Libia, donde había viajado a visitar a su familia. Aunque no habría sido ésta su única parada, ya que, según reveló el ministro francés del Interior, Gerard Collomb, pasó también por Siria, feudo del grupo yihadista Estado Islámico, antes de cometer la masacre. Abedi «quizá» contó con el apoyo de una red, señaló el ministro francés en declaraciones a la televisión BFMTV, para quien los contactos del joven con el Estado Islámico han quedado «demostrados». Por otro lado, Collomb reveló una importante información: que los terroristas dudaron en su día entre cometer una masacre en Reino Unido o Francia, pero al final optaron por este país, lo que dio lugar a los atentados del 13 de noviembre de 2015 en París, en los que 130 personas perdieron la vida, 89 de ellos en la sala Bataclan.