Internacional

Los demócratas se apuntan una victoria judicial en el “impeachment” a Trump

Una jueza federal avala que los comités del Congreso obtengan documentos clasificados del “Rusiagate”

La investigación en el Congreso no pasa factura hasta ahora al presidente Donald Trump en los sondeos
La investigación en el Congreso no pasa factura hasta ahora al presidente Donald Trump en los sondeoslarazon

Una jueza federal avala que los comités del Congreso obtengan documentos clasificados del “Rusiagate”

Justo cuando parecía que el “impeachment” (juicio político) perdía oxígeno con las noticias de la apertura de una investigación paralela auspiciada por el Departamento de Estado con los congresistas republicanos amotinados en mitad de las sesiones, un juez federal de Washington ha concedido una gran victoria a los demócratas. Según la magistrada Beryl A. Howell, es perfectamente legal la pretensión de los comités de conseguir documentos clasificados, reunidos por la investigación del “Rusiagate”, por el equipo del fiscal especial Robert S. Mueller.

Por supuesto la decisión puede recurrirse y el equipo legal de la Casa Blanca ya estudia el posible escrito. Pero, de momento, y la lo largo de 75 páginas, Howell no se priva en comparar el caso del “impeachment” a Trump con las peleas entre el Gobierno de Richard Nixon y el Legislativo que encaró el “caso Watergate” en los setenta. Entonces, como ahora, el Poder Ejecutivo trató de evitar que miembros clave del Gobierno fueran obligados a comparecer e hizo cuanto pudo para privar al Congreso de estudiar toda una serie de documentos decisivos.

Dice la jueza que «la política de no cooperación anunciada por la Casa Blanca respecto a la investigación de juicio político pesa mucho en la decisión favorable a desclasificar los documentos. La necesidad del Congreso de acceder al material del gran jurado relevante para evaluar la conducta de un presidente aumenta cuando el Poder Ejecutivo obstruye deliberadamente los canales para acceder a otras pruebas relevantes». Cabe recordar que el Gobierno, por boca del abogado jefe de la Casa Blanca, Pat A. Cipollone, ha jurado bloquear las citaciones del Congreso, lo que incluye evitar que declaren los funcionarios citados y negarse a proporcionar ningún tipo de documentos.

Todo esto sucede mientras, según las últimas encuestas, apenas un 43% de los votantes de seis Estados claves en las elecciones presidenciales de 2016 apoya que el presidente sea expulsado del cargo. El 53%, en cambio, está en contra del “impeachment”. Unos resultados llamativos, y tremendamente favorables para el presidente, por tratarse de los Estados que siempre deciden por un puñado de votos.

Además, como recuerda la CNN, los números son muy superiores a los que sacó allí Trump hace tres años. Por si fuera poco, el objeto de sus ataques, el hombre al que supuestamente trataban de minar cuando sugerían al Gobierno ucraniano que investigase a su hijo, Joe Biden, pierde fuelle por días. Hasta el punto de que su campaña ingresa mucho menos que las de sus rivales Elizabeth Warren y Bernie Sanders y hay quien incluso duda seriamente de que el ex vicepresidente de Barack Obama llegue vivo la nominación.

Entretanto, los demócratas contemplan como algunos de sus peores temores alrededor del “impeachment” se hacen realidad. En especial el problema de los tiempos: a medida que avanzan las pesquisas, emerge un cuadro mucho más enrevesado y complejo. Serán necesarias más y más entrevistas, revisar más pruebas documentales, tasar más documentos, efectuar más registros de llamadas, solicitar más periciales, encarar más testimonios de altos cargos, llamar a más testigos y expertos.

Entre las nuevas citaciones destaca poderosamente la del jefe interino de la oficina de presupuesto de la Casa Blanca, previsto para el próximo mes. Así las cosas, parece descartado que los comités puedan ofrecer sus conclusiones y recomendaciones al Congreso antes de Navidad. Con lo que esto supone, en efecto, para las primarias demócratas, colgadas de la actualidad de los interrogatorios y las entrevistas y consumiendo unas portadas de las que quedan excluidos los principales candidatos de la oposición.

La decisión de la juez Howell, al menos, ha servido para que los Comités puedan reivindicar su trabajo. En un comunicado, el presidente del Comité Judicial, Jerrold Nadler, congresista por Nueva York, se ha mostrado complacido por la decisión, que «reconoce que nuestra investigación del “impeachment” es totalmente compatible con la Constitución y rechaza por completo las falsas afirmaciones de la Casa Blanca en sentido contrario. La información que proporcione el gran jurado, que la Administración ha tratado de bloquear la visita de la Cámara será crítica para nuestro trabajo».

Pero la mejor noticia del “impeachment” llegó, como no podía ser menos, vía Rudy Giuliani. El abogado de Trump, cada día más discutido, y presunto instigador de toda la campaña contra Biden, así como de la llamada telefónica al presidente Vladimir Zelenski, habría dejado un mensaje de voz en el contestador de un periodista de la NBC, Rich Chapiro, creyendo que hablaba con otra persona.

En la charla, puede escucharse a Giuliani comentar sobre negocios en Turquía y Bahréin. Según Daniel Politi, de “Slate”, afirma que necesitan dinero. Después de nueve segundos de silencio, Giuliani especificó: “Necesitamos unos cientos de miles». Y no es ni la primera ni la segunda vez que le sucede algo así. De hecho, cuentan que hace dos meses dejó sin querer en el contestador de Schapiro un mensaje donde explicaba que «hay mucho más por salir».

«Cuando se convirtió en vicepresidente», le contaba Giuliani a su interlocutor, «el niño decidió dar la vuelta al mundo y decir ‘contrátame porque soy el hijo de Joe Biden’. Y la mayoría de la gente no lo contrataba porque tenía un problema de drogas».