Disturbios

«Los diez primeros minutos fueron terribles»

La Razón
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Patricia Gómez es la secretaria de la asociación de estudiantes españoles del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), y se libró por poco del tiroteo. Unas horas antes de la tragedia, abandonó el Instituto para dirigirse a su gimnasio habitual. Poco después recibió un aviso del vicepresidente del MIT, Israel Ruiz, en el que le explicaba lo sucedido.

Al parecer, Dzhojar Tsarnaev estudió en el colegio que se encuentra junto a su casa, el Cambridge Rindge & Latin School. «Estaban muy metidos en la comunidad y resulta realmente increíble que hayan podido hacer esto», explica Gómez en una entrevista telefónica concedida a LA RAZÓN. «Las autoridades nos han recomendado que no saliéramos de nuestras casas y las calles están desiertas en estos momentos».

Quien sí vivió muy de cerca lo sucedido fue Enrique Fernández, un ingeniero industrial de 27 años que se instaló en Boston el pasado mes de agosto para realizar su doctorado en Robótica e Inteligencia Artificial. «Yo estaba trabajando con otros seis compañeros en el momento del tiroteo», asegura Fernández, quien se encontraba en el edificio 32, en el que ocurrió todo. No escuchó los disparos, pero 15 minutos después de que el joven vigilante del campus fuera tiroteado, se disponía a abandonar el centro cuando recibió un SMS en el que le comunicaban que había «un tirador en activo» en los alrededores del recinto. «Fue un susto tremendo, porque no sabíamos si el asesino seguía dentro o no. Inmediatamente todos empezamos a cerrar las puertas del laboratorio y nos escondimos en una de las oficinas –que también cerramos con llave– y apagamos las luces. Los 10 primeros minutos fueron terribles. A través de los teléfonos móviles, supimos que nuestro edificio estaba rodeado de policías».