Nigeria

Los esclavos de las escuelas islámicas nigerianas

Es el segundo caso en menos de un mes en el que se rescata a jóvenes torturados “escolarizados”

Jóvenes con las piernas encadenadas, después de ser rescatados por la Policía en Daura, Katsina, en una foto de archivo
Jóvenes con las piernas encadenadas, después de ser rescatados por la Policía en Daura, Katsina, en una foto de archivolarazon

Es el segundo caso en menos de un mes en el que se rescata a jóvenes torturados “escolarizados”

Violados, golpeados, encadenados y muertos de hambre. Es la segunda vez, en menos de un mes, en la que la Policía del norte de Nigeria ha hecho una redada en un edificio lleno de chicos en condiciones infrahumanas.

Según informa la agencia AP, esta vez, el edificio fue descubierto en el pueblo natal del propio presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, lo que aumenta la presión para que actúe contra la práctica de enviar a los niños a instituciones regentadas por estudiosos islámicos en lugar de a escuelas convencionales. Muchas veces estos niños son enviados a las calles a mendigar.

Más de 300 jóvenes se hallaban en el edificio que fue allanado el lunes en Daura, en el estado de Katsina, de acuerdo con el portavoz de la Policía Gambo Isa. Según contó a AP Isa, pudieron descubrir el lugar ya que varios niños lograron escapar el domingo y protestaron por las torturas excesivas.

“Muchos de los rescatados han sido enviados al hospital debido al maltrato que han sufrido”, señaló Isa. “Algunos de ellos eran incapaces de caminar debido a las heridas que tenían por haber estado encadenados durante años”.

El dueño del edificio y otros involucrados fueron detenidos, informó Isa, y 67 chicos han sido rescatados. Equipos de búsqueda intentan dar ahora con el paradero de aquellos que escaparon.

Fueron las familias de algunos de los jóvenes los que los inscribieron en los estudios del Corán, manifestó Isa. A otros les enviaron allí por delincuencia o para tratar una adicción a las drogas, en un intento de usar el centro como “reformatorio”.

“Pegarnos, abusar de nosotros y castigos”. Esto es lo que siempre nos hacían aquí”, indicó Lawal Ahmed, uno de los rescatados, a la BBC. “Su tapadera es que nos están enseñando. Pero no nos enseñan por el bien de Dios. Todo lo que hacemos aquí es por la fuerza y el castigo no por el amor de Dios. Los que digan lo contrario, mienten”, aseveró.

Las víctimas tenían entre siete y 40 años y fueron objeto de tratamientos “inhumanos y degradantes”. El dueño del colegio, Bello Mai Almajirai, “ha estado en el negocio durante más de 40 años y ahora está tan mayor que no tiene la capacidad de dirigir la escuela de rehabilitación islámica”.

El mes pasado, en Kaduna, la Policía descubrió más de 400 niños y hombres jóvenes. Las marcas en sus cuerpos mostraron que algunos habían sido torturados, aseguró la Policía.

El presidente de Nigeria no comentó inmediatamente después de la última redada.

Según recuerda AP, un asesor de Buhari, natural del norte de Nigeria, señaló a principios de este año que la extendida postura de que el sistema de aprendizaje “almajiri”, asociado con la mendicidad, era “un reto para la seguridad y una cicatriz en la cara del norte de Nigeria”.