Reino Unido

Los inmigrantes deciden por primera vez el futuro de Reino Unido

Cameron podría verse obligado a matizar sus políticas antiextranjeros si quiere aspirar a un segundo mandato

Un hombre observa a tres musulmanes rezando en el icónico Hyde Park, en Londres
Un hombre observa a tres musulmanes rezando en el icónico Hyde Park, en Londreslarazon

Los inmigrantes decidirán, por primera vez en la historia de Reino Unido, los considerados «escaños clave» de cara a las elecciones generales de mayo. Un récord de casi cuatro millones de votantes –aproximadamente uno de cada 10 en Inglaterra y Gales– ha nacido en el extranjero. Es más, ya hay incluso dos circunscripciones –East Ham y Brent North– en la que el electorado foráneo supera al británico. Los datos suponen un duro golpe para el «premier» David Cameron, cuya feroz retórica sobre la inmigración podría acabar ahora con su intención de conseguir un segundo mandato. Presionado por el auge del euroescéptico UKIP, el primer ministro se ha visto obligado a radicalizar su discurso, sugiriendo incluso medidas contra los comunitarios que residen en el país. Pero ahora estas políticas podrían volverse contra él cual bumerán a tan sólo tres meses de unos comicios cuyos resultados cada día son más inciertos. Las encuestas muestran un empate casi técnico entre conservadores y laboristas. Algunos incluso dan ventaja al líder de la oposición, Ed Miliband, situando a la formación populista de Nigel Farage en tercer lugar. Sin ningún candidato que goce de una clara ventaja, los llamados «asientos marginales» –que no son fieles a ninguna formación– son determinantes. Y en este sentido, un estudio de la Universidad de Manchester y la ONG Migrants’ Rights refleja que en 70 de estos distritos, los residentes nacidos en el extranjero podrían tener un impacto decisivo.

Replace this text with the error page you would like to serve to clients if your origin is offline.

En la Cámara de los Comunes, hay 650 escaños. En 12 de los 17 comicios celebrados desde 1950, menos de una de cada 10 circunscripciones ha cambiado de manos de un partido a otro. Por lo que a 93 días de la cita electoral del 7 de mayo, la intención de voto de estos «asientos marginales» se analiza con lupa. Ruth Grove-White, responsable del estudio que ha acaparado las portadas, advierte que los políticos de todos los partidos «deberían tomar nota». «Si optan por ignorar al electorado nacido en el extranjero, podrían salir perdiendo», señaló. La investigación ha provocado una auténtica guerra interna entre los «tories». El ala progresista ha exigido que el primer ministro cambie su discurso para que las minorías étnicas no acaben arrebatándole el poder. Es más, se podría estar barajando un cambio de estrategia al modo de los republicanos en EE UU, donde George W. Bush hizo enormes esfuerzos por cortejar el voto hispano en el período previo a las votaciones presidenciales en 2000 y 2004. En Reino Unido, en las elecciones de 2010, los laboristas se hicieron con el 68% del voto de minorías étnicas. Los conservadores obtuvieron el 16% y los liberales demócratas, el 14%. Para el 7 de mayo, los analistas recalcan que el número de extranjeros con derecho a voto iguala al de los votantes del UKIP. La formación de Farage ganó las europeas de 2014 e hizo historia en otoño al conseguir sus primeros dos escaños en Westminster. Con todo, a día de hoy, no es la única que cuenta con posibilidades de formar una eventual coalición. Y es que, sin candidato favorito, la pregunta que se hacen los analistas ya no es quién se convertirá en «premier», sino en quién se apoyará uno u otro para poder gobernar.

En este sentido, aparte del UKIP, el Partido Nacional Escocés (SNP) o incluso Los Verdes, entran en las apuestas como partido bisagra. Según Benjamin Lauderdale, de la London School of Economics, la diversidad de la oferta tiene que ver con los tiempos que corren y que han visto el triunfo de un partido alternativo en Grecia, Syriza, y el auge de formaciones como Podemos en España. «Los largos periodos de turbulencias económicas y de poco crecimiento, o ninguno, no hacen populares a los partidos de gobierno, hemos visto todo eso en Europa. No es nada nuevo, lo mismo ocurrió en las postrimerías de la Gran Depresión» de los años 1930, explicó. Aunque Reino Unido es el país de la UE que más está creciendo (2,6% en 2014), los laboristas han encontrado un hueco por el que criticar la gestión económica de Cameron: el servicio de sanidad pública (NHS), al que creen en peligro por la austeridad presupuestaria. Una encuesta de Populus revela que ahora el NHS es el tema más importante para el electorado, por delante de la economía, la inmigración, las ayudas sociales y el empleo. La UE ha caído al 9º puesto, pero si gana un segundo mandato, Cameron está decido a convocar en 2017 un referéndum sobre la permanencia en el bloque.

Los nacionalistas escoceses cogen impulso

Lejos de asumir el papel perdedor tras el referéndum del año pasado donde el 55% votó a favor de la unidad, los nacionalistas de Nicola Sturgeon están subiendo en las encuestas con el argumento de que pueden representar mejor a los escoceses en Londres que las llamadas «filiales» autonómicas de las formaciones de Westminster. El SNP –ahora con sólo seis escaños en la Cámara de los Comunes– podría ganar en las generales 54 asientos de los 59 reservados en el Parlamento a la región. Esto podría convertirlo en tercera fuerza, con posibilidades incluso de determinar eventuales coaliciones para formar el Gobierno de Reino Unido, curiosamente, el país del que quería separarse. En caso de que el laborista Miliband no consiga mayoría absoluta, los nacionalistas se perfilan como favoritos para asegurarle la llave de Downing Street.