Videos

Venezuela acaba con 17 años de hegemonía chavista

El MUD afirma que su victoria es el "comienzo del cambio"en Venezuela

Lilian Tintori (C), mujer del encarcelado opositor Leopoldo López, celebra la victoria con los canditatos de MUD
Lilian Tintori (C), mujer del encarcelado opositor Leopoldo López, celebra la victoria con los canditatos de MUDlarazon

La plataforma opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) afirmó que su victoria en las legislativas con 99 diputados de los 167 escaños de la nueva Asamblea Nacional (AN) representa el «comienzo del cambio» en el país. Maduro acepta los resultados.

La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, Tibisay Lucena, anunció hoy que la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ganó las elecciones legislativas con un total de 99 diputados frente a 46 del chavismo.

Tibisay informó de que la participación, que calificó de "extraordinaria", fue del 74,5 por ciento y que el porcentaje escrutado para esa distribución de escaños, que ya es irreversible en los circuitos totalizados, fue del 96,03 por ciento.

La MUD consiguió en la modalidad nominal 72 diputados y en la de lista 27, lo que representa un total de 99 escaños y supone una holgada mayoría absoluta para los 167 parlamentarios que tendrá la nueva Asamblea Nacional (AN).

La alianza opositora se quedó a solo un escaño de la mayoría cualificada de tres quintos de los escaños que permite acometer reformas de calado en la política del país. Por su parte, el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) obtuvo en la modalidad nominal 24 diputados y en la modalidad de lista 22 representantes, lo que da un total de 46 parlamentarios y representa una pérdida de más de la mitad de los 100 escaños que tenía en el actual Parlamento.

"Venezuela ha ganado . Es irreversible", tuiteó Capriles, ex candidato presidencial y una de las figuras más destacadas dentro de la coalición.

Los resultados son los esperados!Ganó Venezuela!Irreversible!Con mucha humildad,serenidad,madurez,asumamos lo q el Pueblo decidió!

Se trata de un duro revés para el movimiento gobernante de Venezuela "chavista". También es un nuevo golpe a la izquierda de América Latina después del apogeo del mes pasado del centro-derecha en las elecciones presidenciales de Argentina .

La coalición de la Unidad Democrática parece haber capitalizado la ola de descontento con la espiral de la inflación y la escasez de productos que muchos venezolanos culpan a Maduro.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo hoy que acepta los resultados muy adversos para el oficialismo de las elecciones parlamentarias con la "moral y la ética del chavismo"y destacó que "ha triunfado la Constitución y la democracia".

Llegó el día de unas elecciones históricas en Venezuela que representan el fin de 17 años de hegemonía chavista. Tres detalles mostraron los síntomas de un cambio de ciclo: por primera vez los candidatos oficialistas admitieron que se trataba de una campaña «difícil», el partido gobernante no ha instalado una carpa electoral para seguir la jornada electoral y tampoco sonó de madrugada la tradicional trompeta que despierta a los electores con un compás militar. Cerca de 20 millones de venezolanos estaban llamados a las urnas para renovar los 167 escaños de la Asamblea Nacional. Tanto el presidente Nicolás Maduro como el líder opositor, Henrique Capriles, depositaron sus votos en sus respectivos centros electorales en una jornada marcada por la alta participación. En un último gesto desesperado, el líder bolivariano llamó a una «ofensiva popular» para que sus simpatizantes acudieran a las urnas.

Conscientes de la trascendencia de esta cita, algunos empezaron a hacer cola desde las cuatro de la madrugada, cuando los colegios abrían a las seis. «Ésta será la última cola», exclamaba jubiloso un hombre mayor en Chacao, barrio tradicionalmente opositor. Algunos centros electorales, sin embargo, se demoraron en su apertura, según varios medios locales. La oposición también denunció que se habían sustituido a los interventeros a última hora, uno de sus mayores temores, pues al final esas personas son las encargadas últimas de garantizar un proceso limpio. Durante la mañana, las filas de personas y las calles cortadas eran ya parte del paisaje urbano de Caracas. Una señal de que puede haber una elevada participación. El Consejo Nacional Electoral (CNE) no facilita datos de concurrencia ni escrutinio con el argumento de que la sociedad venezolana «no está preparada». La presidenta del CNE, Tibisay Lucena, recordó que «los colegios permanecerán abiertos mientras haya gente en la cola». El horario de cierre marcado a las seis de la tarde se alargó una hora. Ésta es otra de las mayores preocupaciones de la oposición, que denuncia que en anteriores comicios se ha usado ese lapso de tiempo para trasladar a simpatizantes chavistas a votar.

Precisamente, la crítica a esta ampliación del horario ha costado la acreditación a los ex presidentes de Colombia, Bolivia, Panamá, Uruguay y Costa Rica, invitados por la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD). «Definitivamente las credenciales de estos observadores políticos quedan definitivamente revocadas, nos comunicaremos con las autoridades competentes para que se tomen las medidas en consecuencia», dijo la presidenta del CNE.

La cadena pública, Venezuela TV, emitía imágenes de los candidatos oficialistas acudiendo a votar, alternando testimonios de sus simpatizantes. La oposición denunció al mediodía esa cobertura como «la única sombra» en el inicio de la crucial jornada por mantener «una actitud desbocada y loca, violando todas las reglas, tratando de imponer su visión», tal y como indicó el líder de Primero Justicia, Julio Borges, quien calificó eso de «locura chavista».

La puesta en marcha de la maquinaria roja se puso de manifiesto también en la calle. En algunos colegios se pudieron ver carpas del oficial Partido Socialista Unido de Venezuela, así como camionetas con logotipos de empresas públicas que transportaban personas a los centros de votación, lo que incumple el reglamento electoral.

Frente a esas multitudes pasaban camionetas con altavoces que tocaban canciones alusivas al chavismo y la revolución. «A estas alturas ya no nos van a convencer. Hemos estado engañados muchos años, mira hasta dónde ha llegado el país», se lamentaba Regina Ramos sobre la escasez y la inseguridad que acechan a Venezuela delante del colegio Andrés Bello, el mayor centro de votación del país, con unos 3.000 electores. Los votantes tardaban dos minutos en salir del edificio, con el dedo meñique de la mano derecha manchado de tinta indeleble, que dejaba constancia de haber votado.

Los militares que custodiaban armados los colegios pedían la cédula de identidad a cada personas. El Gobierno prohibió el acceso a la prensa internacional sin acreditación, así como la toma de imágenes de los colegios. LA RAZÓN envió hace un mes todos los formularios y documentación requerida para la acreditación, tanto al Ministerio de Comunicación como al CNE, y no obtuvo respuesta. Algunas televisiones extranjeras denuncian la incautación de su equipamiento técnico a su llegada al aeropuerto Simón Bolívar.

La presidenta del CNE reiteró el sábado en tono desafiante esas restricciones al derecho a la información: «Alertamos a la comunidad internacional frente a cualquier agresión contra las instituciones [...] para resguardar el evento ante cualquier provocación de una ciudadana o ciudadano extranjero no acreditado» y advirtió de que «el incumplimiento» de esa prohibición amparada en la Constitución «será considerada delito» y puede acarrear «su expulsión», como amenazó Maduro hace unos días.

Ambos polos políticos del país pusieron de relieve la importancia de la jornada desde primera hora de la mañana. Maduro escribió en su cuenta de Twitter: «Llegó el día y la hora de la Victoria del Pueblo, vamos con Fe en el Futuro de nuestra Patria». Al acudir a votar, el presidente destacó la normalidad de la jornada. «Lo más hermoso de la fiesta de hoy es la paz en barrios, comunidades, calles, urbanismos, paz, paz. Es un día hermoso, incluso donde ha llovido», declaró. Mientras, el opositor Capriles alertó contra un «estallido social». «No queremos una guerra. Los venezolanos queremos que triunfe nuestro país, nuestra Venezuela», explicó.

No obstante, la preocupación de los venezolanos no era el domingo, sino hoy lunes. El temor al «día después» se apoderó de la población durante el fin de semana. Las calles de Caracas se inundaron de personas y con colas en los supermercados y gasolineras más largas de lo habitual. «Hay que estar preparados para lo que sea. Ya no podemos confiar ni en el vecino, menos en el Gobierno», afirma Lucenda Moreno, que reza en su casa por la mañana para que todo pase de forma pacífica. Su hija es periodista. Después que la presidenta del poder electoral anunciara los resultados definitivos, en Venezuela sólo reinará una incertidumbre que el país carga con paciencia desde hace meses.

El vicepresidente del Grupo Popular Europeo, Esteban González Pons, explicó a LA RAZÓN que la jornada transcurrió sin «demasiadas complicaciones», pero alertó de que en otras votaciones del pasado, el Gobierno utilizó el recurso de llegar a última hora de la tarde a sus simpatizantes a votar, alargando el horario legalmente establecido para votar.