Internacional

Macron lucha para que el europeísmo reine en la UE

El presidente de Francia entra en la recta final para conseguir el mayor número de votos posibles en las elecciones europeas de este domingo con el fin de poder defender en Bruselas el proyecto comunitario que ya ha convertido en marca propia de sus políticas

Emmanuel Macron preside una reunión en el Consejo de Ministros
Emmanuel Macron preside una reunión en el Consejo de Ministroslarazon

El presidente de Francia entra en la recta final para conseguir el mayor número de votos posibles en las elecciones europeas de este domingo con el fin de poder defender en Bruselas el proyecto comunitario que ya ha convertido en marca propia de sus políticas

El líder galo Emmanuel Macron, con un siempre claro mensaje europeísta, lucha contra las trabas que intenta ponerle en el camino su eterna contrincante y opositora de su Gobierno, Marine Le Pen, quien se encuentra a la par del presidente en las encuestas y reitera la posibilidad de convertir las elecciones europeas en una oportunidad para castigar sus políticas.

La situación es peliaguda y las dudas se ciernen contra las encuestas. Macron lucha por conseguir y predicar su espíritu europeísta, pero los expertos insisten en la necesidad de obtener una mayor representación en el Hemiciclo para poder llevar a cabo sus proyectos. Un consejero diplomático del presidente confesaba hace unos días ante la Prensa que Macron necesita que su voz tenga peso en la Eurocámara, lo que pasa necesariamente por obtener un buen resultado en las urnas. “Si no se tiene el apoyo en el Parlamento Europeo, la influencia francesa se ve perjudicada”, aseguraba, convencido de que un grupo fuerte abanderado por el partido de Macron abrirá “una nueva fase en el paisaje político europeo” que “generará un efecto de difusión”.

Aquí es precisamente donde entra en juego la importancia de los buenos socios. El presidente está cerca de los liberales liderados por el ex primer ministro belga Guy Verhofstadt, junto a los cuales aspira a un grupo de un centenar de eurodiputados que le convierta en el punto de encuentro entre conservadores, cuya ola radical asusta al panorama europeo, y socialdemócratas. Macron necesita al menos una veintena de escaños para convertirse en el partido principal de este grupo en el que también se encontraría con formaciones como Ciudadanos de España o el partido del primer ministro holandés, Mark Rutte. Desde esa situación, según confiesa el portavoz de la campaña europea del partido de Macron, la República en Marcha, Pieyre-Alexandre Anglade, sí se podrán hacer avances en sus proyectos mediante pactos con unos u otros “según convenga”.

El desembarco del “macronismo”, que ya revolucionó Francia hace dos años, sucedería en un momento clave en el que todos los Estados miembros jugarán sus cartas para situarse en las mejores condiciones frente al nombramiento de la nueva Comisión Europea, el responsable de la Política Exterior, el presidente del Consejo Europeo, y del sustituto de Mario Draghi al frente del Banco Central Europeo.

Macron apuesta una vez más por no cambiar su estrategia y optar por la misma receta que le llevó al poder en Francia: alzarse contra la ola populista, que atenta contra las libertades y los valores europeos, una ola abanderada por Le Pen y extendida a otros líderes como Matteo Salvini o Viktor Orban. Un combate que para desgracia de muchos los sondeos indican que será ajustado.

Con una abstención que se anuncia particularmente alta en Francia y un debate de baja intensidad, parece que el “macronismo” lo tendrá difícil este domingo. Todo parece apuntar a que, aludiendo al mensaje ecologista para agradar al electorado más izquierdista, o recibiendo el apoyo de históricas figuras, como los ex primeros ministros Jean-Pierre Raffarin o Alain Juppé para atraer al bando conservafdor, Macron no se rendirá ante las encuestas.