Oriente Medio
Macron pide un gesto de paz a Netanyahu
El presidente francés critica la decisión unilateral de EE UU sobre Jerusalén por vulnerar la legalidad internacional y sugiere paralizar los asentamientos.
El presidente francés critica la decisión unilateral de EE UU sobre Jerusalén por vulnerar la legalidad internacional y sugiere paralizar los asentamientos.
El presidente francés, Emmanuel Macron, recibió ayer en el Palacio del Elíseo al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. El encuentro estaba previsto desde mediados de noviembre para tratar la crisis generada por la dimisión del «premier» libanés Saad Hariri, que desde entonces ha reasumido su cargo, pero el anuncio de Donald Trump reconociendo de forma unilateral Jerusalén como capital de Israel trastocó los temas de la agenda.
Antes de salir de Israel, Netanyahu acusó a Europa de aplicar una política de doble rasero: «Se levantan voces para condenar la declaración histórica del presidente Trump, pero no he oído condenas a los cohetes lanzados contra Israel. No estoy dispuesto a aceptar esta hipocresía». Cabe recordar que el primer ministro también visitará Bruselas hoy para mantener un encuentro con los ministros de Exteriores de la Unión Europea.
Tras el almuerzo de trabajo que mantuvo con Macron obtuvo de éste una primera condena de «todas las formas de ataques» realizados contra Israel estos «últimos días». Sin embargo, el mandatario francés retomó las palabras del dirigente israelí sobre la necesidad de dar una oportunidad a la paz y le retó a que sea él quien empiece: «Dele una oportunidad a la paz, haga un gesto hacia los palestinos».
Macron precisó que había evocado durante su encuentro con Netanyahu los «gestos valientes» que Israel podría tener con Palestina para salir «del impasse» en el que se encuentra la crisis: «Comenzar por la congelación de la colonización y medidas de confianza hacia la Autoridad Palestina» son a su juicio actos «que tienen importancia». El presidente galo también recordó su «desa-probación» de las declaraciones del presidente estadounidense, que juzga «contrarias al derecho internacional y peligrosas para la paz y también para la seguridad de Israel». Sin embargo, Macron admitió que también hay que dar tiempo a la diplomacia de EE UU para ver si consigue avances.
El «premier» israelí insistió en que si «París es la capital de Francia, Jerusalén es la capital de Israel desde hace 3.000 años, y es la capital del Estado israelí desde hace 70». Netanyahu también tuvo duras palabras para el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que poco antes tachó a Israel de «Estado terrorista». El primer ministro israelí replicó que no tiene «por costumbre recibir lecciones de moralidad de un dirigente que ha bombardeado pueblos kurdos en su país, que ha encarcelado periodistas y que ha ayudado a terroristas, especialmente en Gaza».
Y es que si algo ha logrado el polémico reconocimiento de Trump es unir a árabes y musulmanes. La Liga Árabe pidió ayer reconocer a Palestina, después de la decisión estadounidense que considerar Jerusalén como capital de Israel. En un comunicado, los ministros de Exteriores de la organización pidieron a Trump que se retracte de su decisión con la advertencia de que «si no hacemos nada frente a esto habrá muchas, muchas más tragedias».
Para ello, los miembros del consejo panárabe instaron a Washington a que «anule su decisión sobre Jerusalén y que trabaje con la comunidad internacional para que Israel se comprometa a aplicar las decisiones internacionales y a poner fin a la ocupación ilegal e ilegítima de todos los territorios palestinos y árabes ocupados desde junio de 1967».
consenso «antitrump»
El anuncio de la Liga Árabe llega en medio de protestas en Palestina, así como en los países árabes y musulmanes por cuarto día consecutivo. Miles de turcos se manifestaban en las calles para protestar contra la medida de Trump. Desde Ankara, Erdogan advirtió también de que la próxima reunión de la Organización para la Cooperación Islámica (OIC) complicará los planes de Trump. «Con la hoja de ruta que crearemos durante la reunión de la OIC demostraremos que la decisión no será fácil de implementar», aseguró el presidente turco, que hoy se reunirá con su homólogo ruso, Vladimir Putin, para discutir sobre la situación de Jerusalén.
En Beirut, las Fuerzas de Seguridad usaron gases lacrimógenos y cañones de agua contra cientos de personas que intentaron tomar la embajada de EE UU. Los manifestantes encendieron fuego en las calles, quemaron banderas estadounidenses e israelíes y arrojaron proyectiles contra las Fuerzas de Seguridad, que habían levantado una barricada en la principal vía hacia la sede diplomática. Para hoy se espera una marcha multitudinaria en los suburbios de la capital libanesa, feudo de Hizbulá, donde el líder de la organización, Hasan Nasralá, dará un discurso después de las manifestaciones.
En la capital de Indonesia, Yakarta, miles de personas protestaron frente a la sede diplomática estadounidense, en una marcha en la que muchos ondearon banderas con el mensaje «Palestina está en nuestros corazones». Mientras en Teherán, el presidente Hasan Rohani advirtió de que su país no permanecerá callado: «Daremos cualquier paso para apoyar a la población oprimida de Palestina y la posición santa de Jerusalén». «EE UU y el sionismo no tendrán éxito en esta conspiración», advirtió.
Haciendo eco del descontento generalizado en el mundo árabe, el príncipe heredero de Abu Dabi, el jeque Mohammed bin Zayed al Nahayan, dijo que la medida de Trump «podría arrojar un salvavidas a los grupos terroristas y armados que han comenzado a perder terreno» en Oriente Medio.
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