Maduro decreta el estado de excepción para abortar las protestas

El presidente afirma que Venezuela se enfrenta a un golpe de Estado, mientras la oposición sale a la calle para forzar un referéndum sobre la figura del mandatario.

Venezuela está convulsionada y el presidente Nicolás Maduro lo sabe. Por ello, acorralado, ha tomado una decisión que afectará al día a día de los venezolanos al decretar un estado de excepción del que todavía no se conocen detalles. Dicho decreto, anunciado el viernes por la noche, podría limitar algunas garantías constitucionales como el derecho a las manifestaciones políticas y públicas, lo que impediría que la oposición siga movilizándose en la calle. El presidente espera que el decreto le otorgue «el poder suficiente» para hacer frente a un supuesto golpe de Estado en su contra.

De acuerdo a la Ley vigente de Estados de Excepción se podrán limitar derechos fundamentales, salvo aquellos que comprenden la Convención Americana sobre los Derechos Humanos y otros como el derecho a la vida, la protección a la familia, el debido proceso y el amparo constitucional, entre otros. «Venezuela está siendo amenazada. Álvaro Uribe (ex presidente de Colombia) ha solicitado hoy la intervención de Venezuela por ejércitos extranjeros», argumentó Maduro como parte de su justificación ante la aplicación del régimen de excepción. Por otro lado, el decreto de emergencia económica que pidió a principios de año, que la Asamblea le negó y que posteriormente entró en vigor por una decisión del Tribunal Supremo, llegó a su fin el pasado viernes 13 de mayo. Ante este escenario, el mandatario tomó la decisión el viernes de extenderlo por 120 días más, con posibilidad de que la medida abarque el resto del año.

Amparado en el decreto, el presidente podrá tomar medidas sobre la economía nacional como el aumento de los precios, la devaluación de la moneda, el impulso de la producción y también la intervención sobre las ganancias y gestión de las empresas privadas.

El vicepresidente del área económica anunció que aumentarán de precio productos básicos como la carne, el pollo, la harina de maíz y al menos 500 medicinas esenciales. Expertos en finanzas consideran que el incremento impactará directamente en la inflación, que se prevé cierre en 700% al fin de año, y también en el bolsillo de los ciudadanos.

El Consejo Nacional Electoral busca las vías para dilatar una convocatoria de un referendo revocatorio que saque a Maduro del poder. Las últimas decisiones del cuerpo electoral, como hacer una revisión exhaustiva de firmas de quienes solicitan el revocatorio, no fueron bien recibidas por la oposición venezolana. ¿La respuesta? Permanecerán en las calles exigiendo y presionando para que se efectúe la consulta que saque de una vez del poder a Maduro mediante los votos y por el camino constitucional.

La Mesa de la Unidad Democrática lanzó ayer una convocatoria para manifestarse en el este de Caracas. Miles y miles de personas se congregaron con un solo fin: exigir al Consejo Nacional Electoral que permita hacer un revocatorio este mismo año.

Jesús «Chúo» Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD, aseguró que la oposición está en la calle y no regresará hasta que haya revocatorio. «Hay que exigir con firmeza que sea este año cuando se realice el referendo. Venezuela exige hoy revocar la escasez que propician Maduro, Diosdado Cabello y su combo. Estaremos en la calle defendiendo la Constitución», dijo.

La oposición trazó una nueva hoja de ruta de protestas. Serán más seguidas y todas con el Consejo Nacional Electoral como escenario. El líder de la oposición y ex candidato presidencial en dos oportunidades, Henrique Capriles, aseguró que Maduro es un error en la historia de Venezuela que hay que revocar. «El pueblo quiere una solución pacífica, constitucional, democrática y electoral como demostramos en las parlamentarias. El revocatorio no se va a dar solo, se va a dar si cada uno de nosotros hace todo lo que tiene que hacer. El referendo no es el próximo año, no crean señoras del CNE que el pueblo es pendejo», sentenció Capriles.