Política

El Futuro de Venezuela

Maduro prepara el terreno para el arresto de Guaidó

Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela, ayer en la Asamblea Nacional
Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela, ayer en la Asamblea Nacionallarazon

- El chavismo hace todo para atacar a Juan Guaidó, excepto apresarlo. De momento. Apenas días después de que su Fiscalía General dictara su inhabilitación política por 15 años, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) continúa la persecución institucional al líder opositor: los magistrados acordaron que el presidente de la Asamblea Nacional violó una prohibición de salir del país que ellos mismos habían impuesto a Guaidó el pasado 29 de enero, seis días después de que el opositor se proclamara presidente interino.

Guaidó salió de viaje a Colombia y otros cuatro países y regresó a Caracas por el principal aeropuerto del país. El Supremo consideró que se trató de una violación de la ley, delitos cometidos «en flagrancia» por ser públicos, y por tanto no haría falta un antejuicio de mérito como lo ordena la Constitución y el entramado jurídico nacional. No obstante, no se ordenó su captura. Se remitió el caso a la Fiscalía, que ahora deberá decidir al respecto. El fiscal Tarek William Saab fue nombrado como tal por la Asamblea Constituyente y no por la Asamblea Naiconal, como manda la ley, por lo que la oposición lo considera un usurpador.

El TSJ se limitó a ratificar sus prohibiciones a Guaidó y a pedir a la Asamblea Constituyente allanar su inmunidad parlamentaria para enjuiciarlo; una potestad que legalmente corresponde exclusivamente a la Asamblea Nacional. La sentencia se basó en una ponencia de Juan José Mendoza, que los magistrados no pudieron leer, estudiar ni detallar. No es la primera vez que sentencias «prêt-à-porter» llegan al pleno de la sala para ser solo votadas sin ser discutidas.

La respuesta de Guaidó ha sido que las instituciones controladas por el chavismo «no tienen las competencias» para procesarlo judicialmente. «Lo que les duele es que, a pesar de las amenazas, la gente se fue a la calle a exigir luz, a exigir agua, lo que les corresponde. Les duele aunque la gente no se acostumbre, que no nos vamos a acostumbrar hasta lograr la libertad de este país», recalcó. En la Asamblea Nacional, los diputados le manifestaron su respaldo y rechazaron la decisión del Supremo.

Para la noche de ayer se esperaba que la Asamblea Constituyente, encabezada por el «número dos» del chavismo, Diosdado Cabello, decidiera sobre la retirada de la inmunidad de Guaidó. De hacerlo, se abriría un poco más la puerta que puede llevar a la detención del líder opositor. Según la narrativa oficial, Juan Guaidó está acusado de una larga lista de delitos. Sin embargo, no está preso. La propaganda chavista, dentro y fuera del país, afirma que ello demuestra un supuesto espíritu democrático del presidente Maduro. El propio Guaidó ha dicho que «Nicolás Maduro, o no se atreve a encarcelarme o no manda», y ha insistido en que las intenciones desde el poder no han logrado movilizar a funcionarios en su contra. Además, sería una provocación a la comunidad internacional que respalda al diputado y ha advertido sobre graves consecuencias de concretarse una detención.

En cualquier caso, el chavismo aprieta el cerco a Guaidó, mientras el presidente interino no logra todavía el quiebre fundamental para desplazar a Maduro: el de las Fuerzas Armadas.