Revueltas en Turquía
Masiva marcha contra Erdogan
Centenares de miles de personas aclamaron ayer en Estambul al líder opositor turco, Kemal Kiliçdaroglu, que concluyó así una marcha pacífica de 450 kilómetros para pedir justicia y protestar por el deterioro de la democracia bajo el estado de emergencia vigente en Turquía desde hace casi un año. La multitudinaria concentración en el parque costero de Maltepe, en el lado asiático de Estambul, adonde, según los organizadores, acudió un millón y medio de ciudadanos, ha sido la mayor manifestación contra la política del presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, desde el fallido golpe de hace un año.
Mientras Kiliçdaroglu, jefe del socialdemócrata y laico Partido Republicano del Pueblo (CHP), recorría los últimos metros de la caminata, el parque de Maltepe se teñía de rojo y blanco, los colores de la bandera turca, retratos del fundador de la República, Mustafa Kemal Atatürk, y de la palabra «Adalet» (justicia). Muchos de los manifestantes llegaron cansados, pues habían acompañado al dirigente político, de 69 años, en su larga caminata bajo las altas temperaturas del verano, y familias enteras se acercaron al recinto para apoyarles.
La multitud recibió al líder de la mayor formación opositora en el Parlamento en un ambiente festivo: la gente bailaba, ondeaba con fuerza las banderas y coreaba cánticos a favor del derecho y la justicia. El político socialdemócrata había pedido que al encuentro no se llevaran banderas de ningún partido para resaltar la unidad del pueblo contra las políticas de Erdogan y de su islamista Partido Justicia y Desarrollo (AKP), en el poder desde 2002.
«Por primera desde las detenciones tras el golpe de Estado, hemos mostrado unidad desde las formaciones opositoras», dice a Efe Duygu Karaman, miembro de un colectivo feminista. «Yo no soy votante del CHP, pero esta marcha es necesaria. Es necesario que salgamos a la calle», declaró otro participante.
Hace veinticinco días, Kiliçdaroglu llamó a la población a marchar a pie desde Ankara a Estambul en demanda de una judicatura independiente, tras la condena a 25 años de cárcel dictada contra uno de sus diputados, Enis Berberoglu, por haber filtrado a la Prensa imágenes grabadas por la Policía. La marcha se convirtió rápidamente en una protesta multitudinaria, a pesar de las críticas de los seguidores de Erdogan y del mismo presidente, quien llegó a acusar a los manifestantes de apoyar el terrorismo.
Según la mayoría de los observadores, la imagen de Kiliçdaroglu –poco carismático y criticado con frecuencia dentro y fuera del partido por no adoptar una línea militante contra el presidente y su AKP– ha dado un giro con esta acción, consolidándose como líder de toda la oposición. Sus críticas fueron ayer contundentes: denunció que el país vive «un tiempo de dictadura» y comparó la purga que hace el Gobierno en las instituciones estatales a la que hizo Hitler con los profesores. «Que nadie piense que hemos terminado aquí la marcha. Este es el primer paso. El 9 de julio es un nuevo comienzo», declaró. Efe
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