Alemania
Merkel y Hollande cierran filas ante el auge populista
Los mandatarios reclaman «más Europa» frente a los desafíos internos y externos
Ante el alza populista en Europa, el Brexit y las provocaciones por parte de Donald Trump, Alemania y Francia reclamaron ayer en Berlín una mayor unidad y cohesión entre los socios comunitarios.
Ante el alza populista en Europa, el Brexit y las provocaciones por parte de Donald Trump, Alemania y Francia reclamaron ayer en Berlín una mayor unidad y cohesión entre los socios comunitarios. «Estamos en una situación en la que la Unión Europea (UE) está ante grandes desafíos internos y externos», manifestó la canciller Angela Merkel tras una reunión con el presidente francés, François Hollande para preparar el próximo Consejo Europeo. «Ambos coincidimos en nuestra convicción de que sólo podremos afrontarlos conjuntamente», matizó. Un mensaje firme y lanzado directamente hacia la Casa Blanca, donde, en esos momentos, se preparaba el primer encuentro entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y la primera ministra británica, Theresa May, y con el cual el eje franco-alemán trata de tomar posiciones y crear un nexo común ante un año plagado de incertidumbres a ambos lados del Atlántico.
De hecho, aunque la canciller no mencionó en ningún momento a Trump, sí habló de un mundo que «cambia rápidamente y de forma dramática» y de ahí que aludiera a un «compromiso claro y común con la Unión Europea» para salvaguardar los «valores de nuestras democracias liberales». Hollande, por su parte, fue más directo y aseguró que el Gobierno de Trump plantea un «desafío» para Europa y destacó que el comercio y la diplomacia son las áreas principales de preocupación en el marco de los conflictos mundiales actuales. «Por supuesto tenemos que hablar con Trump –dijo Hollande–, pero tenemos que hacerlo con un punto de vista europeo y con nuestros intereses y valores. Por eso, es importante que no sólo hablemos entre nosotros, sino que encontremos puntos de encuentro». Unos intereses y valores que París y Berlín defenderán con una sola voz de cara a la próxima cumbre comunitaria que tendrá lugar el 3 de febrero en Malta y en la que se conmemorará el sesenta aniversario del Tratado de Roma, que dio origen a la UE. En esa línea, Merkel pidió al resto de socios y a las instituciones europeas que pongan de manifiesto todo lo logrado y los beneficios de mantener la cooperación. Asimismo, ambos abogaron por dar pasos en las prioridades fijadas en septiembre en Bratislava, donde los 27, sin Reino Unido, se comprometieron a avanzar en áreas concretas, como la protección de las fronteras exteriores y la seguridad, la creación de puestos de trabajo para los jóvenes y el mercado único digital, una agenda que, según Hollande, debe ser «precisada y ampliada».
Por otro lado, Merkel alertó de la «profunda ruptura» que supondrá el Brexit y subrayó la necesidad de actuar cuando «el marco global cambia de forma dramática». A punto de dejar el cargo y cuando las encuestas auguran que el ultraderechista Frente Nacional conseguirá acceder a la segunda ronda de las presidenciales francesas, Hollande destacó el riesgo de los populismos y los extremismos, otro de los puntos que más preocupan en Berlín. Frente a ellos, el presidente francés apostó por dirigirse a los ciudadanos y decirles que sus valores y su futuro se defiende mejor en la Unión Europea: «Hoy más que nunca, Europa debe ser política», manifestó. «Francia tiene medios para defenderse por sí misma, en ello reside su independencia; podría imaginar su destino fuera de Europa, pero sería perder la idea misma de lo que es Francia, porque Francia es Europa, y concibe su destino con otros», recalcó.
Frente al discurso euroescéptico que denuncia las injerencias de Bruselas en las políticas nacionales, la canciller admitió que existen problemas que pueden resolverse mejor a un nivel regional o local, pero aprovechó la ocasión para destacar la fortaleza de la UE para enfrentarse a cuestiones globales como el comercio o el cambio climático.
Se abre una oportunidad en Asia
El nuevo ministro de Exteriores alemán, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, se estrenó ayer en el cargo con una llamada a buscar oportunidades tras el repliegue norteamericano en Asia y el Pacífico. Gabriel se mostró partidario de expandir la economía alemana a esa región tras la retirada de EE UU del acuerdo comercial Transpacífico.
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