Política

Guerra en Ucrania

Merkel pide cautela tras el cambio de postura de Putin

La canciller alemana, Angela Merkel, pidió hoy cautela antes de hablar de un cambio de postura en Moscú, después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, aceptase ayer la celebración de elecciones en Ucrania, un tema que está polarizando la campaña electoral europea.

La jefa del Gobierno alemán consideró en su intervención en Berlín en el "Foro Europa", un encuentro centrado en el futuro del bloque y los comicios del 25 de mayo, que las declaraciones de Putin de ayer "no mandan una señal unívoca sobre la dirección"que va a tomar el gobierno ruso a partir de ahora.

Poco después, en una comparecencia junto al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, Merkel indicó que ayer fue "un día importante"en la crisis, pero abogó por esperar a ver la "evolución"de Moscú antes de lanzar las campanas al vuelo sobre un posible golpe de timón por su parte.

El gesto de Putin, que reconoció los comicios del próximo 25 de mayo en Ucrania y pidió a los prorrusos que aplacen su referendo independentista, significa "que se puede seguir haciendo"progresos por la vía del diálogo, indicó Merkel.

"Tras muchos reveses y controversias", el anuncio parece un paso adelante, un espaldarazo a la solución política, pero la canciller evitó especular sobre los "motivos"detrás de la decisión de Putin, un elemento clave en la estabilización de Ucrania.

Ahora, agregó la jefa del gobierno alemán, las prioridades deben ser la celebración de unas elecciones presidenciales libres en Ucrania -para los que queda "aún mucho, mucho por hacer- y la conservación de la integridad territorial del país, amenazada por los insurgentes del este.

Merkel, que animó a las partes a seguir dialogando, añadió que las sanciones económicas no son un "objetivo en sí mismas"y que responderían en todo caso a una nueva desestabilización de Ucrania.

La posición de Rusia ha provocado "daños en la confianza"bilateral y, en este sentido, considera apropiada la exclusión de Rusia del hasta ahora llamado G8, aunque rechazó una posible vuelta a la política de bloques propia de la guerra fría.

"Espero que paso a paso volvamos a una fase de asociación en lugar de una de conflicto", afirmó.

En este sentido, el ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, advirtió en su intervención en este mismo foro que si no se soluciona la crisis de Ucrania, Europa se arriesga a adentrarse en "una nueva forma de guerra fría", de "malentendidos y peligros"entre oriente y occidente.

El jefe de la diplomacia alemana se mostró ligeramente esperanzado con respecto a la evolución de la crisis tras el "pequeño paso"de Putin, pero recalcó que esto "no es la solución"ni una "garantía de éxito", pese a que deja abierta la "solución política"al conflicto.

Merkel indicó después que en los compromisos todas las partes deben hacer cesiones, aunque no citó expresamente a Kiev.

Por su parte, Orban mostró su "apoyo"a los esfuerzos de Berlín por encontrar una solución diplomática a la crisis que desgarra a su vecino, donde viven miles de húngaros.

El primer ministro húngaro, conservador y nacionalista, abogó en su discurso ante el "Foro Europa"por renacionalizar competencias, por una "Europa de las naciones", reclamó a Bruselas "más margen de maniobra"para los países y apostó por volver a las que considera las esencias europeas: el cristianismo, la familia y el trabajo.

La canciller concedió ante Orbán que algunos problemas "se resuelven mejor en casa", pero favoreció la integración europea en las áreas en las que se pueden afrontar mejor desde Bruselas.

El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, se mostró convencido de que una política económica y financiera común hubiese favorecido la resolución de la crisis de la deuda y aseguró que es necesario cambiar los tratados comunitarios para lograr "instituciones fuertes"que tomen "decisiones mas eficientes"mediante procesos "más transparentes".