Política

Kiev

Merkel y Hollande califican de «intolerables e inadmisibles los actos violencia, brutalidad y represión» en Kiev

El presidente de Francia, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, reforzaron hoy la sintonía entre sus países con una condena unánime a la violencia en Ucrania y la amenaza de sanciones europeas contra los responsables de los disturbios.

Ese fue el mensaje más fuerte del consejo de ministros franco-alemán celebrado hoy en París, tras el que los dos mandatarios calificaron de intolerables e inadmisibles los enfrentamientos de las últimas horas en Ucrania, que han dejado al menos 26 muertos y centenares de heridos.

"Los que han cometido los actos, los que se preparan para cometer otros, deben saber que serán sancionados", señaló Hollande en conferencia de prensa, no sin insistir en que las sanciones no son un fin en sí mismo porque el objetivo radica en llegar al diálogo entre Gobierno y oposición para hallar una solución al conflicto.

Desde París, Merkel telefoneó por la tarde al presidente ruso, Vladímir Putin, con quien acordó "hacer todo lo posible para evitar una escalada de violencia"en Ucrania.

"Queremos hacer todo lo posible en favor del proceso político y hemos decidido mantener un contacto estrecho con Rusia", indicó la canciller.

La violencia en Ucrania copó gran parte del protagonismo de esta XVI cumbre bilateral, que se completa hoy con un encuentro con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y con el de la Mesa Redonda Europea de Industriales, Leif Johansson.

La política extranjera y de defensa, el proceso de transición energética emprendido en cada país para incrementar la competitividad de sus respectivos sistemas, la tasa a las transacciones financieras o la unión bancaria estuvieron igualmente en las conversaciones.

París y Berlín, según el comunicado difundido al final del consejo, destacaron que se han realizado "avances importantes"para superar la crisis en la eurozona y promover políticas de crecimiento y reformas en favor de la competitividad, pero subrayaron que deben mantenerse los esfuerzos para afirmar el modelo económico y social europeo.

En concreto, se resaltó la intención de lograr antes de las elecciones europeas de mayo próximo un acuerdo para la puesta en marcha de la tasa sobre las transacciones financieras entre los once países que se han comprometido a ello, así como de alcanzar también para esa fecha la unión bancaria.

"Prefiero una tasa todavía imperfecta a una inexistente", dijo Hollande, mientras que Merkel mostró su satisfacción por que los trabajos para lograrlo avancen a un ritmo "sostenido".

Entre las prioridades se posicionó también la puesta en marcha de un marco energético "ambicioso"de aquí a 2030, en el que como mínimo el 27 por ciento del consumo energético proceda de las energías renovables para esa fecha y las emisiones de gases con efecto invernadero se reduzcan al menos un 40 por ciento.

Francia y Alemania, según el comunicado conjunto, quieren que el Consejo Europeo se ponga de acuerdo en su reunión de marzo sobre las orientaciones y objetivos de la Comisión al respecto y que las negociaciones sobre el citado marco concluyan "como muy tarde"antes de que acabe el año.

La postura común se llevó también al terreno del espionaje, sobre el que los dos países se comprometieron a mejorar la protección de los ciudadanos europeos en lo referente a la transferencia de datos con terceros países.

"Hemos decidido dar buen ejemplo", aseguró Merkel, que el próximo junio volverá a Francia para participar en la celebración del 70 aniversario del desembarco aliado en Normandía, que abrió la vía al final de la II Guerra Mundial (1939-1945), y en la que estarán también el presidente estadounidense, Barack Obama, y la reina Isabel II de Inglaterra.

Reflejo de la sintonía franco-alemana fue, asimismo, el anuncio del despliegue de una brigada conjunta en Mali a partir de la primavera, cuyo número de efectivos no fue precisado, y que se dedicará principalmente a labores de formación y acompañamiento, para tratar de restablecer de forma definitiva la seguridad en ese país.