Política

Berlín

Merkel y los socialdemócratas, más cerca de una Gran Coalición

La canciller cede ante el SPD y acepta introducir el salario mínimo

La canciller alemana, Angela Merkel (c-d), y el presidente de Sajonia, Stanislaw Tillich (c-i), a su llegada a una ronda exploratoria con representantes del Partido Socialdemócrata (SPD), en Berlín (Alemania)
La canciller alemana, Angela Merkel (c-d), y el presidente de Sajonia, Stanislaw Tillich (c-i), a su llegada a una ronda exploratoria con representantes del Partido Socialdemócrata (SPD), en Berlín (Alemania)larazon

Semana política decisiva en Alemania. Angela Merkel se reunió ayer con el Partido Socialdemócrata (SPD), hoy lo hará con Los Verdes y posteriormente anunciará con quién negociará un Gobierno de coalición.

Semana política decisiva en Alemania. Angela Merkel se reunió ayer con el Partido Socialdemócrata (SPD), hoy lo hará con Los Verdes y posteriormente anunciará con quién negociará un Gobierno de coalición. Aunque la neutral Sociedad Parlamentaria Alemana acogió ayer en Berlín el segundo encuentro oficial entre las delegaciones de la CDU/CSU y el SPD, lo cierto es que las discusiones más decisivas se han mantenido en secreto. Según la Prensa, Merkel y el presidente socialdemócrata, Sigmar Gabriel, habrían acercado posiciones el pasado fin de semana para reeditar la Gran Coalición, la opción preferida por el 52% de los alemanes y el «establishment» económico. En dicho encuentro, la líder cristianodemócrata habría aceptado la demanda del SPD de introducir un salario mínimo interprofesional de 8,5 euros por hora a cambio de que el principal partido de la oposición se olvide de los eurobonos. De hecho, la aprobación del salario mínimo, que beneficiará a ocho millones de trabajadores, fue impuesto como condición «sine qua non» por el SPD para pactar con los conservadores, que se quedaron a sólo cinco escaños de la mayoría absoluta en las elecciones del 22 de septiembre. En declaraciones al «Bild Am Sonntag», la secretaria general del partido, Andrea Nahles, advirtió de que «las conversaciones del lunes [por ayer] serán de vital importancia para responder a la pregunta de si hay fundamento para unas negociaciones de coalición». El dirigente socialdemócrata Ralf Stegner aseguró ayer que «el Partido Socialdemócrata sólo formará Gobierno si se produce un cambio político. Creo que los porcentajes engañan un poco. Merkel no tiene la mayoría en el Parlamento».

La canciller también estaría dispuesta a reducir la temporalidad laboral y aumentar las pensiones mínimas. En cambio, los socialdemócratas renunciarían a su prometida subida de impuestos al poder ofrecer a su militancia el logro de los 8,5 euros a la hora, su principal promesa electoral. Mientras, la rama bávara de la CDU, la Unión Socialcristiana (CSU), considera que es el SPD, que obtuvo un 25,7% de votos, quien tiene que hacer concesiones. En opinión de su líder, Horst Seehofer, «al fin y al cabo, nosotros ganamos las elecciones, por lo que la gente tiene derecho a que cumplamos lo prometido».

Como en todo pacto de coalición que se precie, ya ha comenzado la guerra por los cargos en el futuro Gobierno. Temerosos de ser fagocitados como los liberales, los socialdemócratas han exigido dirigir la influyente cartera de Finanzas, ocupada ahora por el todopoderoso Wolfgang Schäuble, que, según «Der Spiegel», habría aceptado en compensación ser ministro de Exteriores. Tradicionalmente, en Alemania era el socio menor de la coalición quien dirigía la diplomacia, pero el SPD, que contaría con seis carteras en la hipotética Gran Coalición, estima que Finanzas es un cargo de mayor visibilidad tanto nacional como europea.

Pese a que el viento sopla a favor de un pacto entre los dos grandes partidos, éste no vendrá tras un camino de rosas. El matrimonio de conveniencia será sometido posteriormente al plebiscito de unas divididas bases del SPD. Como síntoma de buen augurio, ambas delegaciones volverán a reunirse mañana. Si son escogidos por Merkel, los socialdemócratas celebrarán una conferencia el domingo para aprobar la apertura oficial de negociaciones con la CDU/CSU.