Tragedia
Mueren 114 personas en un incendio en una boda en Irak
El salón de ceremonias en el que se festejaba el enlace estaba recubierto de paneles de plástico muy inflamables que han dejado más de 200 heridos
Al menos 113 personas murieron y más de 150 resultaron heridas como resultado del incendio registrado en la noche del martes en un salón de bodas durante una celebración en la localidad iraquí de Al Hamdaniya (región de Nínive), en el norte del país, según el balance provisional ofrecido por las autoridades locales.
Una tragedia que las autoridades iraquíes calificaron de “accidente” y atribuyeron al uso de fuegos artificiales y bengalas en el interior del espacio donde se estaba celebrando el enlace. En la tarde de ayer ya comenzaban a celebrarse los primeros funerales de los fallecidos en el siniestro en la ciudad de Mosul.
Los heridos, la mayoría de ellos presentando quemaduras y cuadros de asfixia, han sido trasladados a varios hospitales tanto en la región de Nínive como en el Kurdistán. “No se están escatimando esfuerzos en la atención de quienes se han visto afectados por este accidente desafortunado”, afirmó el portavoz del ministro de Salud, Saif al-Badr. También desde Salud se informaba ayer de la emisión de cuatro órdenes de detención contra los propietarios del salón de celebraciones. Por su parte, el ministro del Interior, Abdul Amir al Shammari, era más explícito: “los negligentes tendrán el castigo que se merecen”.
El gobernador de la región de Nínive, Najm al Juburi, admitió ayer que “no hay una estadística definitiva para el número de muertos ni de heridos”, lo que hace temer que el balance final de víctimas acabe siendo notablemente superior al actual. Por su parte, el primer ministro iraquí, Mohamed Shia al Sudani, anunció, tras decretar tres días de luto en todas las instituciones del Estado, la creación de un “comité de investigación con celeridad a fin de investigar y dilucidar las circunstancias del accidente, determinar las causas e identificar las áreas de negligencia”. Al Hamdaniya, de mayoría cristiana, está situado muy cerca de Mosul y a unos 400 kilómetros al noroeste de Bagdad.
Lo cierto es que el siniestro ha vuelto a poner en primer plano la corrupción y la negligencia de las autoridades iraquíes. En este sentido, el primer ministro anunció “inspecciones de edificios y la verificación de los procedimientos de seguridad por parte de todos los ministerios y gobernaciones”. “Habrá inspecciones periódicas de estructuras importantes,
incluidos centros comerciales, restaurantes, salones para eventos y hoteles”, abundó Al Sudani en declaraciones a la agencia estatal INA.
La sala de la boda estaba cubierta de paneles de plástico Ecobond “altamente inflamables”, cuyo uso en este tipo de construcciones constituye “una violación de las instrucciones de seguridad”, de acuerdo con la Defensa Civil. La instalación no contaba con sistemas de alarmas ni de extinción de incendios.
Según la propia Defensa Civil iraquí, el incendio, que comenzó en torno a las 22.45 (hora local) del martes, “se propagó muy rápidamente” y provocó “el colapso de partes de la sala de la ceremonia”, construida con “materiales de bajo coste que se derrumbaron en cuestión de minutos”, según la Defensa Civil, que indicó que la quema de los paneles de plástico provocó una emisión de gases tóxicos. Las imágenes que trascendieron ayer del lugar en las horas posteriores al incendio mostraban a los miembros de los servicios de emergencia trabajando entre cascotes y otros restos de materiales de construcción de gran tamaño.
“La alegría y la felicidad se convirtieron en muerte y tristeza de repente, cuando el fuego se propagó rápidamente y lo quemó todo”, aseguró a EFE Hanna Korkes, uno de los asistentes a la boda. “Perdimos a varios amigos y familiares en este doloroso incidente”, lamentó Korkes, otro asistente al enlace citado por la agencia.
“Hubo una estampida, luego una avalancha en la puerta de salida… Y eso provocó que algunas personas se cayeran al suelo y fueran pisoteadas por otras”, dijo otro asistente a la trágica boda a la agencia EFE. “No fue una boda, sino un infierno”, aseguró a Al Jazeera la joven Mariam Khedr, que perdió este martes a una hija y tres nietos.
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