Política

Egipto

Mursi se reúne con el Ejército y el Gobierno para intentar devolver la estabilidad al país

Los enfrentamientos se saldan con al menos siete muertos y 350 heridos

La Razón
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El presidente egipcio, Mohamed Mursi, se ha reunido este jueves con el jefe del Ejército y con los miembros del Gobierno para discutir sobre los medios para controlar los disturbios políticos y devolver la estabilidad al país. Los enfrentamientos entre detractores y simpatizantes de Mursi se han saldado esta jornada con al menos siete muertos y 350 heridos.

Según ha informado este jueves la Presidencia en un comunicado, Mursi se ha reunido con el jefe del Ejército y ministro de Defensa, el general Abdel Fattah al Sisi, con el primer ministro, Hisham Kandil, y con los ministros de Justicia e Interior, entre otros.

El objetivo de la reunión es encontrar "los medios para afrontar la situación desde los distintos niveles político, de seguridad y legal, a fin de devolver la estabilidad a Egipto y proteger los logros de la revolución", añadió el comunicado, citado en la página de Internet de Mursi.

Además, está previsto que Mursi, que llegó a la presidencia el pasado mes de junio con el respaldo de los Hermanos Musulmanes, hable

a la nación este mismo jueves, según ha informado la televisión estatal.

Desde que la semana pasada promulgara un decreto por el que se confería poderes casi absolutos, Mursi se ha enfrentado a multitudinarias manifestaciones en su contra, pero también a su favor. Al menos siete personas han muerto desde este miércoles en los enfrentamientos registrados frente al Palacio Presidencial de El Cairo entre partidarios y detractores del mandatario. Asimismo, al menos 350 personas han resultado heridas, según el Ministerio de Salud.

Entre los fallecidos figuran los miembros de Corriente Popular Mohamed Essam y Karam Gergis, según ha confirmado el grupo opositor a ONTV; un miembro de Hermanos Musulmanes, de acuerdo con el Partido Libertad y Justicia (PLJ); y una mujer, como ha apuntado el coordinador general de la Alianza Revolucionaria, Amer al Wekil.

Asimismo, Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha denunciado este jueves que partidarios del presidente egipcio "dispararon deliberadamente y atacaron a periodistas que cubrían los enfrentamientos frente al palacio presidencial en El Cairo". No obstante, estas acusaciones han sido negadas por los Hermanos Musulmanes vía Twitter.

Estos disturbios se desataron cuando chocaron las manifestaciones convocadas por Hermanos Musulmanes, en apoyo de Mursi, y por los partidos opositores, para protestar por el citado decreto presidencial. La cadena Al Nahar ha informado de que miles de seguidores de Hermanos Musulmanes, irrumpieron en la plaza del Palacio Presidencial, donde estaban concentrados los detractores del jefe de Estado.

Tanto la oposición egipcia como la Liga Arabe han condenado el comportamiento de Hermanos Musulmanes, ya que ha llamado a una manifestación de "un millón"de personas para contrarrestar la que ya había convocada por las fuerzas opositoras, dando lugar a los disturbios.

Por ello, el Ejército egipcio ha desplegado sus tropas ante el Palacio Presidencial, con el objetivo de "proteger"el edificio, según ha informado la empresa estatal de noticias, MENA. "La Guardia Republicana ha iniciado el despliegue en los alrededores de la sede de la Presidencia a fin de proteger las oficinas de la Presidencia, en su condición de símbolo del Estado, y las oficinas del Gobierno", ha indicado la agencia.

Según ha anunciado esta unidad militar en un comunicado, ha ordenado este jueves a los manifestantes de los dos bandos que evacuaran la zona antes de las 15:00 horas (14:00 hora española) para evitar nuevos enfrentamientos, al tiempo que han pedido a los detractores de Mursi que mantuvieran la calma, después de que ambos bandos se enfrentaran a pedradas.

La Guardia Republicana ha advertido de que, "tras los desafortunados acontecimientos"registrados, se ha decidido "prohibir la concentración de manifestantes de cualquier tipo en las proximidades de las instalaciones de la Presidencia de la República".

Asimismo, el jefe de la Guardia Republicana egipcia, el general Mohamed Zaki, ha asegurado que "las fuerzas armadas, y al frente de ellas la Guardia Republicana, no van a ser utilizadas como instrumento de opresión de los manifestantes".

Tras conocerse este ultimátum, varios cientos de partidarios de Mursi, que estaban acampados en el entorno del Palacio, han empezado a abandonar la zona, según ha comprobado Reuters sobre el terreno. Asimismo, Reuters ha comprobado el despliegue de cinco carros de combate y de nueve vehículos acorazados de transporte de personal alrededor de la Presidencia.

No obstante, los seguidores y detractores del presidente egipcio se han enfrentado violentamente ante la residencia personal del mandatario, en la ciudad de Zagazig, en el este del delta del río Nilo.

La Policía ha intervenido lanzando gases lacrimógenos a ambas partes en las inmediaciones del Hospital Universitario de Zagazig, situado cerca de la residencia privada de Mursi, según informa el diario egipcio 'Al Masry al Youm' en su edición digital.

La gran cantidad de gas lacrimógeno empleado ha obligado a evacuar

a los pacientes del hospital y 20 manifestantes han tenido que ser atendidos por síntomas de asfixia tras inhalar los gases.

Este mismo jueves los Hermanos Musulmanes, grupo político islamista al que pertenecía Mursi, han informado de que detuvieron a 83 "matones"de la oposición que habrían confesado su responsabilidad en la muerte de seis manifestantes, todos ellos afines a Mursi.

Un abogado de los Hermanos Musulmanes, Abdel Moneim Abdel-Maksud, ha explicado en declaraciones a la agencia de noticias turca Anatolia que los sospechosos no fueron entregados de inmediato a la Policía, sino que los retuvieron hasta que fiscales y expertos forenses tuvieron acceso a las pruebas recogidas.

"Los 83 matones tenían dinero, armas blancas y cócteles molotov cuando fueron detenidos. Han reconocido ser los causantes de las reyertas y haber matado y herido a cientos de seguidores"del presidente, ha afirmado Abdel-Maksud.

EL LIDER DE LOS HERMANOS MUSULMANES LLAMA A LA UNIDAD

Por su parte, el líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie, ha hecho este jueves un llamamiento a la unidad y ha advertido de que las divisiones "solo sirven a los enemigos de la nación", en referencia a los enfrentamientos entre partidarios y detractores de Mursi.

"Nuestras divisiones y fragmentación solo sirven a los enemigos de la nación", ha subrayado Badie en una declaración publicada en la web de los Hermanos Musulmanes.

Más llamamientos se han producido a raíz de estos disturbios. Según la Alta Comisonada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, el Gobierno egipcio debe proteger a los manifestantes pacíficos y perseguir a cualquiera que incite a la violencia.

Por su parte, el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, ha expresado su preocupación por los enfrentamientos y ha advertido al presidente egipcio de que su obligación es "unir y no dividir al país".

Asimismo, el Gobierno español ha expresado su preocupación por los enfrentamientos y ha hecho un llamamiento a todas las partes a retomar el diálogo con el fin de encontrar "un consenso que asegure la unidad del país".