Necesidad de reformas

- Después de esta matanza, ¿el Gobierno mexicano cuenta con una nueva estrategia para combatir a las bandas armadas?

–Está matanza está relacionada con el evento de Tlatlaya, en el que miembros del cártel de los Guerreros Unidos fueron aparentemente ejecutados por el Ejército. Provocará una modificación y un refuerzo de los controles para asegurar que los derechos humanos de todos, incluyendo a sicarios, secuestradores y otros miembros de organizaciones criminales altamente violentas, sean respetados.

- ¿Sacar el Ejército a la calle es la solución para acabar con la violencia?

–Por supuesto que no. Desafortunadamente, no se ha llegado a ese punto. Las Fuerzas Armadas siguen siendo la institución más confiable en México. La última encuesta nacional, Envipe 2014, muestra cómo la población mantiene su fe en la Marina (84% de confianza) y el Ejército (81%) muy por encima de la Policía Federal (58%), de las Policías estatales (44%) y de las Policías municipales (37%).

- ¿Cómo se puede sanear la Policía y devolver la confianza a los ciudadanos?

–Mediante una reforma policial a nivel nacional, que desafortunadamente tarda años y que va de la mano de una reforma del sistema judicial penal, que también lleva años en implementarse. Se tiene que construir la confianza en base a un buen desempeño. Certificados de aprobación, polígrafos y anti-dopping no son suficientes. La ciudadanía debe sentirse protegida por su Policía. Se ha perdido el impulso nacional y se ha bajado a nivel de los gobiernos estatales. Tan sólo en cinco Estados, la Policía cuenta con más del 60% de la confianza de sus ciudadanos: Aguascalientes, Colima, Nuevo Leon, Yucatán y Zacatecas.

* Escritor y experto en seguridad nacional y defensa en México y América Latina. Preguntas de Taylin Aroche