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Netanyahu intenta frenar una tercera intifada

Promete «mano dura» contra las protestas mientras aumenta la tensión en Cisjordania, donde ayer murieron dos jóvenes palestinos.

Un palestino se enfrenta a soldados israelíes en la colonia judía de Bet EI
Un palestino se enfrenta a soldados israelíes en la colonia judía de Bet EIlarazon

Promete «mano dura» contra las protestas mientras aumenta la tensión en Cisjordania, donde ayer murieron dos jóvenes palestinos.

Con una escalada de tensión sobre el terreno y el temor a que la violencia aumente, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, convocó anoche una reunión de carácter urgente con su gabinete de seguridad para decidir cómo actuar ante la recurrencia de atentados contra blancos israelíes, que desde el jueves se ha cobrado la vida de cuatro israelíes y ha dejado varios heridos. Por su parte, los palestinos informaron ayer de que en el campamento de refugiados Al Aida, en la zona de Belén, murió un adolescente de 13 años a causa de disparos de soldados israelíes durante enfrentamientos entre las partes. La agencia de noticias palestina Maan identificó al fallecido como Abed Al Rahman Shadi Obeidalah. Fuentes militares israelíes dijeron que «investigan la información» y no confirmaron su veracidad. Sí recordaron que la zona en cuestión ha sido escenario de repetidos choques en las últimas semanas, debido a los numerosos ataques de palestinos contra el santuario judío de la tumba de Raquel, que se halla próximo a la entrada a Belén.

Fuentes palestinas subrayaron que el adolescente asesinado en Al Aida es el segundo en 24 horas, tras el incidente registrado en la zona de Tulkarem, al norte de Cisjordania, en el que murió el domingo otro palestino. En medio de este cruce de acusaciones, se registraron choques entre palestinos e israelíes en Isawíe y otras partes de Jerusalén. Por este motivo, las autoridades israelíes consideraron que la Ciudad Vieja continuará cerrada a árabes que no residan en la zona o que no tengan comercios en la misma. Aun así, ayer no cesó el movimiento de turistas y peregrinos en el casco antiguo, y en el Santo Sepulcro era necesario esperar casi una hora. La zona estuvo fuertemente vigilada por numerosos efectivos policiales y en la explanada del Muro de las Lamentaciones la presencia de visitantes y fieles era bastante menor que en años anteriores en una fecha como ayer, cuando se celebraba la festividad judía de Simjat Tora.

El gran desafío al que ahora se enfrenta el Gobierno de Netanyahu es hallar respuesta a cómo combatir la violencia de forma efectiva y rápida, pero sin intensificar los roces entre ambas partes. La falta de una postura conjunta para atajar esta crisis por parte de Netanyahu y el presidente palestino, Mahmud Abas, no hace sino echar más leña al fuego y trasladar sus diferencias a la calle.