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«No habríamos dado asilo a Snowden porque no es un perseguido político»

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Entrevista a Fernando Núñez Fábrega / Ministro de Exteriores de Panamá

-¿Cuál es el objetivo de su gira europea en la que, además de España, visitará Francia y Reino Unido?

-La razón de la visita es que con el canciller [José Manuel] Garcia Margallo vamos a firmar un convenio que contempla la colaboración en materia de lucha contra acciones criminales como el terrorismo, el tráfico de estupefacientes, el trafico ilícito de emigrantes, la trata de personas, precursores que se usan en las drogas, falsificación y comercio ilegal de armas. El Ministerio de Seguridad de Panamá será quien ejecute este acuerdo. Luego iré a París a firmar el acuerdo para permitir a Air France viajar a Panamá y más tarde a Londres para firmar un tratado de doble tributación con el canciller británico y hablar en un foro sobre Panamá. También visitaré al presidente de Portugal en una visita de Estado.

Además, ayer [por el miércoles] nos reunimos con Ana Mato, y tocamos algunos temas porque tenemos muchas compañías españolas apoyándonos en Panama en la construcción de varias clínicas. Necesitamos formar a más profesionales y queremos llegar a algun tipo de acuerdo de cooperación que nos permita mandar médicos y profesionales sanitarios, a los que nosotros facilitarles su estancia

-¿Cúal es el secreto de la política económica de Panamá para que en tiempos de recesión su economía crezca a más del 10% anual?

-En nuestro caso, hemos tenido un crecimiento casi initerrumpido durante cinco o seis años en digitos de más del 10%. La razon es que durante los años en los que el presidente [Ricardo] Martinelli ha estado en el poder, ha ideado un sistema de crear infraestructuras por delante de la empresa privada. Antes se hacía al revés: la empresa privada invertía y luego se creaba la infraestructura de soporte. Esto nos ha ido muy bien. También se ha redistribuido la carga fiscal. Había bancos donde se pagaba el 16% aproximadamente de impuestos y los empleados de ese banco pagaban el 30%, y eso se ha invertido y se ha tocado más al sistema financiero para que contribuya a crear esas obras.

El problemas de la crisis europea lo vemos desde muy lejos porque nosotros no tenemos moneda propia. Tenemos un límite a lo que podemos hacer porque tenemos una economía abierta. Estamos tratando de suavizar el crecimiento económico, matizarlo un poco más. Este año, hemos comenzado con pronosticos de crecimiento del 7,5% y estamos en el 9%, igual que el pasado, que acabamos en el 10.5%. Estamos tratando de controlar en lo que se puede una economía abierta en la que se pueda llegar e invertir en lo que se quiera.

-¿Qué beneficios reportará la ampliación del canal de Panamá, motor de la economía de su país?

-Durante los casi cien años en los que los norteamericanos manejeron el canal, el aporte al país fue de 1.877 millones de dolares. Entre el año 2000 y ahora, nosotros hemos aportado al Tesoro nacional 6.400 millones de euros. Aquel canal, el icono del país, se ha convertido en uno de los grandes motores de nuestra economía. Sin embargo, con esta nueva ampliación que va a permitir a los barcos grandes pasar, el beneficio va a ser hacia el área del Caribe, creando empleos por las ampliaciones que necesitan. Hemos creado un fondo soberano para que los ingresos adiccionales del canal que obtendremos queden fuera del país para que no no se recaliente nuestra economía. Porque somos una economía de 3,3 millones de habitantes y un PIB de de 45.000 millones de dólres, así que no tenemos forma de colocar ese dinero. El turismo en Panamá es un poco más caro [que en otros países de la zona] porque tienen que viajar mas distancia. Tenemos menos turistas que Costa Rica, pero ellos generan mucho más dinero.

-¿Cuál es la situación del barco cargado de armas con destino a Corea del Norte interceptado este mes en su territorio?

-Ahora estamos descargando el barco porque en él había 225.000 sacos de azúcar. Este proceso llevará mucho tiempo porque son 10.000 toneladas. Sólo han sacado siete contenedores de los 24 que hay en el interior. Una vez esté toda la carga en el exterior, será Naciones Unidas la que tipificará si esta mercancía viola alguna de las resoluciones de la ONU. La resolución 1874 de exhorta a todos los Estados que inspeccionen la carga destinada a la República Popular Democrática de Corea. Así que estábamos en el derecho de hacerlo, independientemente de que el barco se diera a la fuga, que el capitán tratara de degollarse o que tenían desconectado el sistema de navegación. Al ver su bandera teníamos que inspeccionar.

¿Dónde se encuentran los 35 miembros de la tripulación?

-Están siendo atendidos por la Cruz Roja Internacional, por traductores, pero no han querido hacer declaraciones ni cambiar su estatus político. Si el problema es de las armas, tendrán que dar explicaciones ante el Consejo de Seguridad de la ONU. Adicionalmente, nosotros tenemos la esperanza de que estas personas tengan responsabilidades penales en Panamá por haber traficado con armas.

-¿Cuándo llegarán los inspectores de la ONU?

-El 5 de agosto. Iban a venir antes, pero la realidad es que hay que descargar toda la carga antes. Imagino que en agosto el culebrón habrá terminado.

-¿Cómo afectará este conflicto a las relaciones diplomáticas entre los países implicados?

-Con Corea del Norte no tenemos relación y, desde luego, el líder coreano a principios de este año actuó de manera irresponsable al intentar probar que era tan macho como su padre y abuelo. Eso es un error y tuvimos que evacuar parte de nuestra embajada en Corea del Sur por sus amenazas. No tenemos relaciones ni intención de tenerlas. En el caso de Cuba, creo que no fueron conscientes del problema que le estaban ocasionando a un país amigo y tendrán que esperar haber si hay sanciones de ONU para ellos. Nosotros con Cuba tenemos relaciones comerciales muy sólidas desde hace muchos años.

-¿Cuál es el cargamento del barco?

-Según declaraciones de Cuba, hay 15 turbinas de motores de aviones MIG21 de combate. También radares para, supuestamente, detectar y guiar cohetes de tierra aire que iban a ser rehabilitados. Algo que viola la resolución 1718 de la ONU de 2006.

-¿Qué expectativas tiene de cara a la próxima cumbre iberoamericana que acogerá Panamá en Octubre?

-Es una oportunidad de oro para que los jefes de Estado vayan a Panamá y puedan interactuar con sus pares. La interacción personal es lo más importante de esta cumbre. Y me gustaría destacar que el Rey de España es excelente en esta materia.

-La presidenta Argentina, Cristina Fernandez de Kirchner, propuso vetar a España en esta cumbre como represalia al incidente ocasionado a Evo Morales cuando regresaba de Rusia ante la posibilidad de que el ex agente de la CIA Edward Snowden, viajara en el avión presidencial y que le mantuvo retenido en Viena 14 horas. ¿Comparte su opinión?

-El que invita es Panamá y no Argentina, y nosotros ya hemos invitado al Rey. Lo contrario sería un planteamiento absurdo. Además, el conflicto de España con Bolivia ya se solucionó. Fue una falta de información y desavenencia entre dos naciones amigas. No creo que nada vaya a empañar la cumbre.

-Si Edward Snowden hubiera solicitado asilo a Panama, ¿se lo habrían concedido?

-Nunca la hizo, pero no consideramos que sea un perseguido político, que es lo que él está planteando para conseguirlo. Nosotros tenemos asilados de gran relieve, pero éste no es el caso de Snowden. Por otra parte, acabomos de tener un incidente con un supuesto miembro de la CIA, Sheldon Lady. Los medios dijeron que estaba en nuestro territorio y el Gobierno italiano presentó una solicitud de extradición. Nosotros no pudimos encontrarle, a pesar de que la ministra italiana hizo grandes esfuerzos para intentar localizarle. Además, la Embajada italiana cometió el error de enviar la documentación en italiano y con eso no pudimos trabajar. Fue una historia bastante rocambolesca.

-Latinoamérica se encuentra cada vez dividida en dos grandes bloques: los países del ALBA y las democracias consolidadas. ¿Qué sentido tienen en este contexto la cumbre iberoamericana?

-Desafortunadamente, el hecho de alianzas entre países es cada vez más fuerte, lo notamos en casi todas las reuniones supranacionales. Es desafortunado, pero es una realidad. Ellos han decidido crear su propio bloque, que es el ALBA, con intereses que aparentemente están mancomunados, pero, por otra parte, participan en todas las reuniones. Muchas de las posiciones de ALBA son ideológicas, porque en la práctica se dan cuenta de que no funcionan. Por otra parte, nosotros no tipificamos un país por el tipo de gobierno, sino cómo llegó éste a donde está. Somos 18 países separados por un idioma en común. Cada uno tiene sus aspirina para el dolor de cabeza.

¿Habrá cambios significativos en esta edición de la cumbre iberoamericana?

-Intentanmos que sea más efectiva. Por ejemplo, ahora se celebrará cada dos años de forma que haya más tiempo de preparación. Las resoluciones serán más breves y prácticas. No serán teóricas ni filosóficas.

¿Qué lugar ocupan los países suramericanos en el mapa global del siglo XXI?

-Cuando eramos jóvenes, aspirábamos a ser parte del primer mundo, pero ahora estamos viendo que éste tiene todo tipo de problemas económicos que nosotros no tenemos. Entones, tendríamos que meditar para que el siglo XXI sea el siglo de la integración económica y social. Pensamos en un segundo mundo en el que todo el mundo nos vamos a encontrar de una manera más democrática y más socialmente distributiva. Habrá que cambiar la forma de gobernar y la manera de ventilar los problemas sociales. En ese segundo mundo, Europa y Estados Unidos deberían bajar y nosotros ascender para estar todos en el mismo lugar. Ése será el final del siglo XXI.