Fernando Alonso
«No soy un monstruo, estoy enfermo»
Ariel Castro, que se declaró culpable de violar, maltratar y secuestrar durante una década a tres mujeres la ciudad estadounidense de Cleveland, dijo hoy que no es "un monstruo"y que está "enfermo"durante la audiencia en la que se conocerá su sentencia.
"Creo que yo soy también una víctima", sostuvo Castro, de origen puertorriqueño, vestido con un mono naranja y con una abundante barba.
Castro, que ha sido condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, explicó que sufrió abusos sexuales cuando era joven y habló también de su adicción a la pornografía.
"No estoy tratando de poner excusas. Sé que obré mal, pero no soy una persona violenta", indicó.
Castro relató que en la casa en la que mantuvo secuestradas a las tres mujeres había "armonía"y que las acusaciones de abusos sexuales son "falsas", puesto que, según él, "muchas veces"ellas le pidieron tener sexo.
Conductor de un autobús escolar, Castro se declaró culpable de 937 cargos de los casi 1.000 a los que se enfrentaba después de que su defensa llegase a un acuerdo con la Fiscalía para evitar la pena de muerte.
Las tres víctimas, Michelle Knight, Amanda Berry y Gina DeJesús, fueron secuestradas cuando aún eran menores de edad en los años 2002, 2003 y 2004, y recuperaron la libertad en mayo pasado.
El pasado 6 de mayo, en un descuido de Castro, Berry logró escapar y pedir auxilio a gritos y un vecino, Charles Ramsey, ayudó a la joven a romper la puerta de la casa en la que estaba secuestrada y salir.
Berry dijo a las personas que la rescataron que en la casa había más personas recluidas contra su voluntad: DeJesús, desaparecida en 2004 con 14 años; Knight, cuyo rastro se perdió en 2002, cuando tenía 20; y su propia hija, de seis años, fruto de los abusos de Castro.
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