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¿Obama, a la desesperada?

La Razón
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l ¿Cuál ha sido el objetivo real de la visita de Obama a Berlín?

–El viaje ha estado guionizado como una celebración del vínculo entre EE UU y Alemania con motivo del 50º aniversario del discurso «Ich bin ein Berliner» de Kennedy. La idea de fondo era utilizar la visita a la capital de la post Guerra Fría para iniciar la desarticulación de la guerra contra el terror iniciada hace más de una década

l ¿Quiere el presidente ganarse la confianza de Europa?

–No. Para él este aspecto no es importante. Obama no ha cambiado sus planes en la «relación trasatlántica».

l ¿Qué peso ha tenido Merkel en la decisión de Obama de desclasificar parte del sistema de vigilancia Prisma?

–La canciller alemana creció al otro lado del Muro en un Berlín marcado por la ocupación soviética y la Stasi. No es probable que se haya sentido cómoda con el Prisma. Por otra parte, es de esperar que la desclasificación sea muy selectiva. Una cosa es que ciertos votantes que habían perdido la confianza en Obama tras las filtraciones, ahora se la devuelvan, y otra que Alemania vaya a dar crédito a esta declaración de intenciones.

l ¿Qué les une y que les separa al tándem Merkel-Obama?

–En cuanto a lo que les une, habría que empezar por el dilema del equilibrio entre la libertad y la seguridad. Aunque el vínculo principal es que Estados Unidos necesita a Alemania para solucionar sus conflictos con Irán, China, la deuda soberana europea y su repercusión sobre el empleo estadounidense. Lo que les separa es su forma de actuar. A ella no le va la fanfarria y está claro que en las reuniones a puerta cerrada, las explicaciones que Merkel le habrá pedido no serían nada cómodas.

l ¿Cómo valora los anuncios que Obama hizo ayer en Berlín?

–Me gustaría aclarar que todos ellos indican cierto grado de de-sesperación del presidente. Ha sido como el mago que saca conejos de la chistera a toda prisa porque la audiencia está cansada del numerito. El hecho de que haya utilizado todas sus armas pone de manifiesto la frialdad del clima que esperaba encontrarse.