Estado Islámico
Obama se plantea extender los bombardeos contra el EI a Siria
La presión para desmantelar el califato yihadista acorrala a Washington y Londres. Para el Pentágono el Estado Islámico «va más allá que cualquier grupo terrorista»
Estados Unidos vaciló a la hora de llevar a cabo bombardeos selectivos contra las instalaciones miliares sirias tras el ataque con armas químicas en Gouta por estas fechas hace un año. Sin embargo, cuando se trata de frenar la brutalidad el Estado Islámico (EI), que se está expandiendo como un cáncer, los ataques aéreos parece ser la única opción sobre la mesa. La administración Obama se plantea ampliar su ofensiva contra el EI en Siria, tras la terrible ejecución de James Foley. El Jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Martin Dempsey, considera que el grupo yihadista puede ser detenido y derrotado si se lo persigue tanto en Irak como en Siria. «Ésta es una organización que tiene una visión estratégica apocalíptica que eventualmente tiene que ser derrotada», señaló el general antes de agregar: «¿Puede ser derrotada sin apuntar también a la parte de esa organización que está en Siria? La respuesta es no». En la misma línea se expresó el secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, que declaró que EI supone una amenaza que «va más allá de todo lo que hemos visto hasta ahora. Tenemos que estar preparados para todo», afirmó. «Va más allá de un grupo terrorista. Reúne ideología y sofisticación de su actuación militar táctica y estratégica. Y está extremadamente bien financiado».
Hasta ahora, el presidente Barak Obama no había decidido actuar directamente sobre Siria, y siempre había buscado la vía diplomática. Pero ahora no vacilará para frenar el avance del Estado Islámico en Siria, donde tiene el mayor apoyo de yihadistas extranjeros y combatientes locales.
Por su parte, el ministro de Exteriores británico, Philip Hammond, descartó ayer cualquier alianza con el régimen de Bashar al Assad para combatir al EI, y aseguró que no sería ni «práctico, ni sensato ni útil». El jefe de la diplomacia británica, que ha apoyado a la oposición al régimen en el conflicto sirio, salió así al paso de unas declaraciones del que fuera jefe del Estado Mayor del Ejército, Richard Dannat, que sugirió que es necesario tender puentes con el presidente de la república para tratar de frenar el avance de los radicales en la región. «El viejo dicho de ''el enemigo de mi enemigo es mi amigo'' ha comenzado a adquirir cierta resonancia en nuestra relación con Irán y creo que es el momento de que tenga también cierta resonancia en nuestra relación con Al Asad», señaló Dannat a la BBC. «Ya sea a la luz pública o no, hay que mantener conversaciones con él, porque si se va a plantear la cuestión de ataques aéreos en el espacio de Siria va a haber que contar con la aprobación del régimen», añadió.
Hace un año, Hammond, que entonces ocupaba el Ministerio de Defensa, se mostró «decepcionado» por la negativa de Westminster a permitir una intervención militar contra el régimen sirio. Ahora, sin embargo, son algunos diputados los que han sugerido convocar al Parlamento para estudiar una acción militar contra Irak. Las presiones sobre David Cameron para sumarse a la misión de EE UU crecen cada día, especialmente después de que EI emitiera un vídeo que ha dado la vuelta al mundo donde un yihadista de origen británico suelta todo tipo de diatribas contra Occidente antes de decapitar a James Foley. El responsable de la diplomacia británica insistió en que el Gobierno se ha comprometido a luchar contra EI como parte de una coalición internacional, pero una vez más repitió que Londres no desplegaría a sus tropas para luchar en el frente. Eso sí, no descartó el suministro de armas tanto a los combatientes kurdos como al nuevo Gobierno iraquí.
Londres también podría estar considerando ayudar a la oposición moderada en Siria. Hasta ahora, la misión en estos países sólo había sido humanitaria. «Es algo que vamos revisando. A medida que la situación sobre el terreno cambia, vamos adaptándonos, pero nuestra prioridad siempre es en el mejor interés nacional para nuestro país», dijo. Reino Unido podría ser uno de los objetivos de EI, aunque ahora la preocupación para los servicios secretos son los más de mil yihadistas británicos que podrían haber regresado a sus hogares y estarían planeando ataques a pequeña escala animados por el vídeo de la decapitación.
Mientras tanto, sobre el terrerno, cazas estadounidenses prosiguieron ayer su ataques en el norte de Irak en una estrategia conjunta con los pesmerga (Ejército kurdo) para recuperar las localidades de Mosul y sus alrededores. En los bombardeos sobre la ciudad de Mosul murieron 25 combatientes yihadistas. Además, fue alcanzado por los bombardeos un convoy de los yihadistas compuesto por siete vehículos, cargados de armas y combatientes. El ataque fue perpetrado a las afueras de la localidad de Nahia, a 22 kilómetros al noroeste de Mosul. Se cree que en breve las fuerzas iraquíes podrían lanzar una operación contra Mosul similar a la de Tikrit.
Violencia sectaria
Irak vive uno de los peores momentos de tensión sectaria en los últimos 10 años, fomentada por la extorsión del Estado Islámico. Las milicias chiíes han decidido distorsionar a la comunidad suní para contrarrestar el avance de los combatientes suníes radicales. Más de 70 feligreses murieron ayer tras ser atacada por hombres armados una mezquita suní en la provincia de Diyala, en el noreste de Irak. Se desconoce si fue obra del EI o de una milicia armada chií. Foros yihadistas apuntan a grupos chiíes de la matanza. Éstos podrían haber actuado por venganza por unas explosiones que causaron poco antes cinco víctimas mortales tras la explosión de tres bombas en la aldea de Hamrin, a tan sólo cinco kilómetros de la mezquita.
Indignación global
Carta saguinaria
- «Hoy nuestras espadas os apuntan. A los gobiernos y ciudadanos por igual, y no pararemos hasta que saciemos nuestra sed de sangre». Con estas palabras se dirigió el EI a los padres de Foley en una carta que les envió una semana antes de su asesinato.
Mensaje de apoyo
- El papa Francisco mantuvo ayer una larga conversación telefónica con la madre del periodista James Foley para expresarle «su cercanía ante el dolor que están sufriendo». El Pontífice se quedó impresionado con la fe de sus padres.
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