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Conexión con Hamás

Los ocho días que acabaron con el prestigio de la UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados

Doce de sus empleados estuvieron relacionados con los atentados de Hamás del 7-O; seis ejecutaron los atroces asesinatos y los otros seis ayudaron en la logística, ahora está en juego su supervivencia por la falta de fondos

InternacionalCategorias.-La AP entiende que al menos cinco países reanudarán su financiación a la UNRWA en cuestión de "semanas" Europa Press/Contacto/Omar AshtaEUROPAPRESS

La agencia de la ONU dedicada a los refugiados palestinos, Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas, UNRWA (por sus siglas en inglés) es un elemento permanente en el conflicto israelopalestino. Nació con él y viven en paralelo.

La UNRWA emplea a unas 13.000 personas en Gaza y la semana pasada se reveló que alrededor de 1.200 de ellos tienen vínculos con Hamás o la Yihad islámica, que aproximadamente la mitad tiene parientes cercanos que pertenecen a esas organizaciones, consideradas terroristas por la mayor parte de países occidentales, y que al menos 12 de sus empleados estuvieron relacionados con el ataque liderado por de Hamás del 7 de octubre contra Israel. Lo publicó "The Wall Street Journal" apartir de informes de inteligencia contrastados por el medio.

Seis trabajadores de la agencia formaron parte de la ola de palestinos que mataron a unas 1.200 personas en el ataque más mortífero contra judíos desde el Holocausto. Dos ayudaron en secuestros y otros dos estuvieron presentes en lugares donde decenas de civiles fueron asesinados a tiros. Otros coordinaron la logística del asalto, incluida la adquisición de armas.

De los 12 empleados de UNRWA vinculados a los ataques, siete eran profesores de escuela primaria o secundaria, incluidos dos profesores de matemáticas, dos profesores de lengua árabe y un profesor de escuela primaria.

Esta información investigada por Israel y presentada a Estados Unidos, fue lo que llevó a Washington y otros países a suspender temporalmente la ayuda a la agencia. 

Llueve sobre mojado

“Pero esta no es una revelación sorprendente, ni en Israel ni para nade que siga este tema del conflicto entre israelíes y palestinos”. dice el sociólogo y académico Luis Fleischman.

Hamás gobierna de manera totalitaria su territorio y es también el mayor movimiento político-social-religioso que domina todos los aspectos de la vida en el enclave costero durante casi 17 años. “No es de extrañar que la UNRWA esté plagada de Hamás, no podría haber sido de otra manera”, señala el sociólogo.

Por eso, la decisión del Comisionado General de la UNRWA, Philippe Lazzarini, de cortar el vínculo laboral con esos empleados parece un gesto vacuo y la decisión de algunos de los principales donantes de suspender su financiación tras ser desvelado el secreto a voces, un problema.

En realidad, dos problemas. Uno, que diplomáticos, políticos y personas involucradas, a pesar de conocer o sospechar esta vinculación, tuvieran que esperar a la declaración de Lazzarini para pronunciarse y dos, que sin la ayuda de UNRWA los gazatíes van a sufrir todavía más.

Dilema

Después de que una cascada de gobiernos congelara su financiación a la agencia para los refugiados palestinos (EEUU, Alemania, Austria, Italia, Australia, Gran Bretaña, Canadá y más), el único país que sí mantiene una relación cotidiana con la UNRWA en su actividad humanitaria en Gaza es Israel.

La unidad israelí Coordinadora de Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT, por sus siglas en inglés) monitoriza cada camión de suministros que entra a la franja por los cruces israelíes de Kerem Shalom y el egipcio Rafa, coordinando la distribución de los suministros con UNRWA.

“Israel coopera con ellos por razones evidentes”, explica Fleischman. “No puede romper vínculos con esa organización de ayuda humanitaria; si la UNRWA no distribuye esos alimentos, agua, medicinas a los más de dos millones de palestinos de la franja, ¿quién va a hacerlo? ¿el Ejército israelí?”. Además, después de que la Corte Internacional de Justicia de la Haya advirtiera a Israel que negar asistencia humanitaria a Gaza podría constituir un acto de genocidio, no es el momento de dejar de trabajar conjuntamente.

UNRWA es esencial para aliviar la miseria de tantos gazatíes, pero que sea esencial no quiere decir que no sea problemática, señala Flesichman. “Porque es en realidad el síntoma de un problema mayor: el de la perpetuación del estatus de refugiados palestinos. Gente que generación tras generación son refugiados, sea donde fuere que están, en Gaza, en Nueva York, París o Abu Dabi. Reclaman el derecho al retorno, como expulsados en la guerra del 48, algo que Israel no les quiere conceder”.

Las negociaciones entre israelíes y palestinos sobre el estatus de los refugiados palestinos a lo largo de los años se han topado con las intransigencias de los políticos, de una y otra parte.

Muchos, como Fleischman, entienden a UNRWA como una anomalía anacrónica, por ser la única agencia de la ONU que se ocupa de un grupo específico de refugiados, mientras que todas las demás crisis de refugiados en el mundo son atendidas por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.

“Es una organización que se perpetúa a sí misma, una burocracia cuya existencia (que depende de conceder el estatus de refugiado a una cuarta generación de palestinos, 75 años después de que sus bisabuelos se convirtieran en refugiados) se ha convertido en un fin en sí mismo en lugar de un medio para resolver un problema”, escribió el periodista Anshel Pfeffer en el diario Haaretz.

Pero desear que la UNRWA desaparezca no resolverá el problema, según el autor: “Israel no es la causa fundamental de este problema. Israel aceptó el Plan de Partición de Palestina de la ONU en 1947, cuando los judíos y árabes que vivían en lo que entonces era el Mandato Británico de Palestina eran todos llamados ‘palestinos’. Los árabes que vivían en Palestina se convirtieron en refugiados porque rechazaron el plan de partición y, con el respaldo de las naciones árabes, lanzaron una guerra el día después de que la ONU votara a favor del mismo”.

Los vecinos árabes de Israel perpetuaron entonces el problema de los. De hecho, fue Egipto quien encerró en una pequeña franja de su territorio a aquellos palestinos que traban de huir hacia su país, bastante antes de que Israel ocupara la zona en 1967. Y cuando el presidente egipcio Anwar Sadat firmó la paz con Israel en 1978, exigió que todo el Sinaí volvería a control egipcio, excepto Gaza. Israel aceptó el trato.

Y si bien queda claro que nadie el mundo quiere ocuparse de Gaza, salvo UNRWA, que existe gracias a Gaza, estrangularla económicamente es un castigo colectivo. Los que piden una solución viable para los problemas del enclave a través de la vía diplomática cada vez hacen más ruido en Israel. Por ahora, el gobierno la rechaza.