Peña Nieto elimina la policía local para acabar con los topos del narco

Horas antes de que el presidente de México, Enrique Peña Nieto, anunciara su plan de choque contra la violencia y el narcotráfico en el país, el descubrimiento de una nueva fosa con cádaveres golpeaba a la sociedad mexicana. Las autoridades encontraron los cuerpos decapitados de 11 jóvenes en un camino entre los poblados de Chilapa de Álvarez y Ayahualulco, en el sureño estado de Guerrero. Los cadáveres, con señales de haber sido quemados, fueron abandonados en ese camino después de un enfrentamiento la noche del miércoles entre dos grupos opuestos del crimen organizado, Los Rojos y Los Ardillos, que se disputan el control de esa zona de Guerrero para el tráfico de drogas y otras actividades ilícitas.

Precisamente, para combatir esta lacra que desgarra México y que ha puesto en entredicho la gestión del presidente, Peña Nieto anunció ayer desde el Palacio Nacional su nueva estrategia que afectará a la estructura del sistema judicial así como a la de las Fuerzas de Seguridad. En relación a la búsqueda de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos el pasado 26 de septiembre, afirmó que hasta el momento se ha detenido a 79 supuestos responsables, incluyendo a los principales autores y al líder del grupo criminal. «No pueden quedar impunes estos actos de barbarie. Mi obligación es asegurar y demostrar que en México no hay impunidad», afirmó el presidente. «Como padre de familia comparto el dolor y la angustia de los familiares. Es momento de fortalecer nuestras instituciones y de pensar en soluciones», añadió sin dar más detalles sobre el posible paradero de los 43 estudiantes desaparecidos en Guerrero. Tras este prólogo, Peña Nieto explicó los cambios a introducir en los organismos judiciales y de seguridad en el país. «A través de 10 nuevas medidas se fortalecerá nuestro Estado de Derecho, porque sólo a través de él podremos superar juntos los retos de impunidad y violencia. Iguala ha puesto a prueba a México, pero no podemos caer en el pesimismo. El dolor que existe en el país no es justificación de violencia. México no puede seguir esperando más». Así, el presidente anunció que el lunes enviará una iniciativa de ley crear un nuevo modelo unificado de la policía que permitirá pasar de más de 1.800 policías municipales débiles, a 32 sólidas corporaciones de seguridad estatal. «Si queremos tener policías eficaces y honestos, el Estado debe ofrecerles un proyecto de vida y pagarles bien», dijo el presidente. Explicó que se propondrá la creación obligatoria de policías estatales únicas, en todos los estados de la República, y dijo que se empezaría con cuatro entidades: Guerrero, Jalisco, Michoacán y Tamaulipas. Sin embargo, reconoció que esta iniciativa implica «un enorme reto presupuestario», por lo que requerirá un proceso de transición administrativa responsable.

De igual modo llevará al Parlamento una iniciativa de reforma constitucional que facultará al Congreso para expedir la Ley Contra la Infiltración del Crimen Organizado en las Autoridades Municipales.

Entre su batallón de propuestas destacó el impulso que el cuestionado presidente mexicano dará a la justicia. Afirmó que intentará que la mayoría de los ciudadanos mexicanos puedan acceder a la justicia con facilidad y que se darán nuevas facultades al Congreso para crear leyes generales de tortura y desaparición forzada que permitan redefinir competencias penales a nivel federal contra estos delitos y establecer protocolos y procedimientos exhaustivos contra la tortura, la desaparición forzada y la ejecución extra judicial. Tras la exposición de las diez medidas, el líder mexicano subrayó que es necesario trabajar en la reducción de la pobreza, la marginación y la desigualdad de los estados del sur como Guerrero, Oaxaca y Chiapas. Así propuso crear en esos territorios zonas económicas especiales que formarán parte de un proyecto de ley que el Ejecutivo mexicano enviará al Congreso en febrero. El objetivo de este plan de choque es incentivar la inversión y empleos mejor remunerados.