Europa

Bruselas

Pinza de Italia y Francia contra la austeridad de Merkel

Renzi y Hollande apuestan por impulsar el crecimiento y reducir las cargas fiscales para crear empleo en la UE

El anfitrión de la cumbre, Renzi (segundo a la izda.), junto a Schulz, Hollande, Merkel y Barroso
El anfitrión de la cumbre, Renzi (segundo a la izda.), junto a Schulz, Hollande, Merkel y Barrosolarazon

Mientras en el Senado de Roma se discutía la reforma laboral impulsada por el Gobierno de Matteo Renzi, en Milán, la capital económica italiana, los jefes de Estado y de Gobierno de 15 naciones de la Unión Europea, entre los que se encontraba el presidente Mariano Rajoy, se encontraban para participar en la cumbre sobre el empleo. La prioridad que los líderes de la UE marcaron en sus agendas tras la reunión es reducir los impuestos sobre el trabajo para impulsar el emprendimiento y las contrataciones por parte de las empresas. En la rueda de prensa posterior al encuentro, el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, destacó que esa medida puede ser «la mayor promoción para relanzar la ocupación» en Europa y subrayó la importancia de centrarse en combatir el paro juvenil. En este sentido, los participantes en la cumbre estudiaron cómo invertir de forma eficiente y concreta los 6.000 millones de euros que durante este año y el que viene se van a dedicar a políticas contra el desempleo. Una parte de esos fondos todavía no han sido asignados a proyectos específicos.

El anfitrión se refirió sin empacho ante los medios a la pugna en el seno de la UE entre los defensores acérrimos de la austeridad, encabezados por la canciller alemana, Angela Merkel, y quienes piensan que el acento debe ponerse en el crecimiento económico, como propone el propio Renzi y el presidente francés, François Hollande. «El debate entre austeridad y crecimiento como lo estamos haciendo en los diarios y en los pasillos de Bruselas puede acabar con su primera víctima: el sentido común. Sin crecimiento no hay trabajo, sin trabajo no hay dignidad y sin dignidad no hay Europa. Volver a poner la atención en el crecimiento significa pedirle a Europa que vuelva a ser ella misma», aseguró el primer ministro italiano, quien advirtió de que «estamos perdiendo una generación entera de europeos».

Rajoy defendió que la UE adelante los fondos destinados a fomentar el empleo juvenil, que ascienden a más de 1.800 millones de euros en el caso de España, para que ese gasto no afecte al déficit público. Al término de esa cumbre, el presidente expresó su confianza en que próximamente pueda haber acuerdo en la UE en una serie de cuestiones que pueden contribuir al crecimiento económico y la creación de puestos de trabajo, entre ellos, adelantar los fondos de la denominada garantía de empleo juvenil. Al ser preguntado para cuándo espera que España pueda disponer de esos fondos, contestó que «cuanto antes mejor», pero ha precisado que él no puede estar esperando dos años a recibirlos sin poner en marcha ese programa porque «el Gobierno no está para perder el tiempo» en este asunto y, por tanto, ya lo está aplicando.

Hollande, por su parte, se expresó a favor de pedir inversiones públicas y privadas para lograr el crecimiento económico. «Nunca tendremos balances sostenibles si no crecemos y mejoramos los ingresos. Recortar sólo no tiene sentido», dijo. Sus palabras iban dirigidas especialmente a Merkel, quien se mostró dispuesta a cambiar el procedimiento que utiliza Bruselas cuando un Estado miembro sobrepasa el déficit establecido. La canciller también aplaudió la reforma laboral aprobada por el Ejecutivo italiano.

Para evitar dar la impresión de que existe un enfrentamiento abierto entre los líderes de la UE, Merkel destacó que hay que estudiar bien dónde se inyecta el dinero destinado a políticas de empleo. «Necesitamos invertir, pero tenemos que saber dónde debemos invertir, necesitamos individualizar cuáles son las profesiones del futuro y sobre esto hacer las inversiones justas», subrayó. Hollande, quien pretendía que Bruselas aprobara una inversión de 20.000 millones de euros hasta 2020 para luchar contra el paro, se mostró de acuerdo con su colega germana en este punto al recalcar la necesidad de individualizar primero dónde se van a gastar los fondos. El presidente galo brindó tres áreas en las que, a su juicio, resulta necesario actuar para lograr el crecimiento económico. La primera es la facilitación del acceso de los parados a la vida laboral. La segunda, la modernización del mercado de trabajo. En este sentido, alabó las medidas que Italia está llevando a cabo. Su último principio es reducir el peso de los impuestos sobre el empleo, un punto en el que coincidió con Van Rompuy.