Portugal

El primer ministro de Portugal pierde la cuestión de confianza y el país se encamina a sus terceras elecciones en tres año

El conservador Luis Montenegro ha perdido la cuestión de confianza

Tras un debate tenso y bronco en el Parlamento de Portugal, el primer ministro del país, el conservador Luis Montenegro, ha perdido la moción de confianza debido a los votos en contra de socialistas y la ultraderecha. El país luso se encamina a unas nuevas elecciones generales, llevando así al país a sus cuartas elecciones en cinco años y medio.

Montenegro ha visto por tanto como el Partido Socialista (PS), el ultraderechista Chega, el Bloco de Esquerda, el Partido Comunista (PCP), Livre y los animalistas del PAN han votado en su contra; mientras que tan solo los diputados de su partido, el Partido Social Demócrata (PSD), el CSD y los liberales han respaldado su gobierno.

Pese a que en la víspera la oposición, especialmente el PS, había adelantado que no apoyaría la cuestión de confianza, Montenegro ha pedido al Parlamento que votara por la "estabilidad" y ha propuesto varias veces suspender la sesión, no de la cuestión de confianza, para dar más explicaciones.

La inestabilidad actual comparte similitudes con la de hace ahora justo un año: no se debe a cuestiones políticas sino a sospechas sobre la idoneidad personal del propio primer ministro. Si el anterior primer ministro, Antonio Costa, dimitió tras ser señalado en un proceso judicial por presuntos temas de tráfico de influencias, ahora, Luis Montenegro, está bajo sospecha por, supuestamente, recibir honorarios de empresas privadas mientras está en funciones. Este motivo está poniendo contra las cuerdas al actual gobierno al forzar a los partidos de la oposición a votar una cuestión de confianza.

El gobierno comenzó este debate acusando al Partido Socialista, el principal partido de la oposición, de ser responsable de esta crisis política y de querer elecciones. En este sentido, su líder, Pedro Nuno Santos ya había anunciado que, si esa moción avanzaba, votaría en contra, derribando al gobierno, tal y como finalmente ha sucedido.

Llegados a este punto, todo apunta a elecciones. Las encuestas que se van conociendo, especialmente las de las cadenas TVI y CNN Portugal, no sería el propio Pedro Nuno Santos quien resultara el gran perjudicado, con el consecuente riesgo de si falla por segunda vez en su intento de llevar nuevamente al PS al poder y no logra evitar la reelección de Montenegro. Los primeros signos apuntan a que así podría ser, aunque el margen de las encuestas aún sea estrecho y solo el tiempo en la disputa electoral permita una mayor clarificación de las intenciones de voto.

Montenegro pasó las últimas cuatro semanas bajo un intenso fuego de la oposición, con dos mociones de censura, de las que sobrevivió en el Parlamento, debido a varias publicaciones en la prensa lusa que lo expusieron a un supuesto conflicto de intereses. En este sentido, encontró en la moción de confianza que promovió una forma de intentar sacudirse la presión y de acorralar a toda la oposición, sobre todo al PS, después de que Pedro Nuno Santos anunciara una comisión de investigación parlamentaria que, inevitablemente, llevará a una revisión de la vida personal, familiar y financiera del primer ministro. Queda por ver si Montenegro podrá, de hecho, separar su caso personal del debate público, devolviendo la discusión política a las cuestiones de gobernanza del país, o si su vida personal continuará persiguiéndolo políticamente.

La frontera de la legalidad no está, en principio, sobrepasada, pero lo que se conoce ya genera una enorme desconfianza en el plano ético: si era público y aceptable que el primer ministro hubiera traspasado una empresa familiar a su esposa e hijos cuando asumió el cargo, lo que incluso jugaba a su favor bajo la lógica de que un buen gobernante es alguien con pruebas en la vida empresarial y capacidad para crear riqueza en el sector privado. Ahora queda por ver, si Portugal va a elecciones, cuál será la percepción pública. ¿ Saldrá Luis Montenegro fortalecido o fragilizado?