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¿Qué pasó con el vuelo MH370? Un estudio desvela que el piloto podría ser el culpable de la desaparición

Esta investigación apunta que el piloto pasaba por momentos difíciles a nivel personal y podría ser un suicidio

Homenaje a los pasajeros del vuelo MH370 de Malaysia Airlines, en Kuala Lumpur, el 7 de abril de 2014
Homenaje a los pasajeros del vuelo MH370 de Malaysia Airlines, en Kuala Lumpur, el 7 de abril de 2014larazon

Esta investigación apunta que el piloto pasaba por momentos difíciles a nivel personal y podría ser un suicidio

Eran las 00:42 en Kuala Lumpur cuando un 8 de marzo de 2014 despegó del aeropuerto de la capital de Malasia, el vuelo MH370, operado por la aerolínea Malaysia Airlines, con destino Pekín. En torno a las 6 de la mañana el avión debía tomar tierra en la capital china y sin embargo nunca llegó. A día de hoy se desconoce el paradero de dicha aeronave, de las 239 personas que viajaban dentro de ella y sigue siendo una incógnita lo que ocurrió en aquel avión aquella noche y los motivos que llevaron a su desaparición, convirtiéndose en el mayor misterio de la historia de la aviación.

El periodista y expiloto William Langewiesche ha publicado en la revista estadounidense “The Atlantic” las conclusiones que derivan de una exhaustiva investigación emprendida en busca de respuestas para dar una explicación de lo que sucedió con el MH370 aquel 8 de marzo.

A bordo del Boeing 777-200ER que volaba con destino Pekín, se encontraban un total de 239 personas, de los cuales 227 eran pasajeros de hasta 14 nacionalidades diferentes y las otras 12 pertenecían a la tripulación. Lo que parecía un vuelo normal como cualquier otro, comenzó a torcerse en torno a las 1:21, hora en la que se pierde la ubicación del vuelo. Tan solo tres minutos antes se produjo la última comunicación de la cabina del avión con el Centro de Kuala Lumpur: “Buenas noches. Malayo tres-siete-cero”, dijo Zaharie Ahmad Shah, el piloto al mando.

El avión salió del espacio aéreo de Malasia para internarse en el de Vietnam, donde entró y desapareció repentinamente sin dejar rastro. Hubo diversos intentos de intentar establecer conexión con el avión, todas ellas sin éxito. El momento de confusión y los fallos de comunicación entre ambos centro de control provocó un retraso de la puesta en marcha de los servicios de emergencia, que hasta las 6:32 no comenzaron la búsqueda.

El último punto de ruta de navegación del MH370 se computa sobre el mar de China Meriodional. En este punto, toma un rumbo distinto al que se prevé originalmente ya que hace un giro hacía el sudoeste, de regreso a la península malaya, en dirección opuesta hacía Pekín. El transcurso del avión continua hasta la isla de Sumatra Occidental y, en un punto al norte de esta en torno a las 2:40, hace un giro hacía al sur, en dirección la Antártida. Los cambios de rumbo y el curso del avión se han podido reconstruir gracias a los datos de un satélite geoestacionario del Océano Índico, operado por Inmarsat.

Estas conexiones entre el satélite y el avión se producían de manera automática, dando origen a la recopilación de estos datos posterior a la desaparición del avión. Estas conexiones no señalan una ubicación única sino un rango amplio en el que se encontraría aproximadamente el avión. Hubo un total de siete conexiones y la última se produjo a las 8:19. Los últimos datos que recoge el satélite es que se produjo un descenso pronunciado, hasta cinco veces mayor que una velocidad de descenso normal.

Hasta tres investigaciones oficiales se llevaron a cabo para tratar de hallar los restos del avión. La búsqueda más rigurosa y laboriosa de todas fue una expedición australiana que rastreó los fondos marinos en busca de las grabadoras de voz y de los restos del avión. En contraste, se llevaron a cabo dos operaciones por parte del gobierno y la policía de Malasia sobre la que pesan críticas por sus deficiencias.

Con el paso del tiempo han ido apareciendo diferentes partes del aparato en la parte opuesta del Océano Índico, concretamente en isla Reunión, Madagascar y Mozambique. Los primeros restos fueron hallados en junio de 2015 en isla Reunión, que posteriormente se confirmaron que pertenecían al avión. Las corrientes marinas habrían transportado los escombros hasta el lugar.

Son diversas las teorías que pesan sobre lo que pudo pasar en aquel avión, desde secuestros hasta terrorismo. Sin embargo, este estudio centra al piloto Zaharie Ahmad Shah, la última persona que estableció conexión por voz desde la cabina, como el presunto responsable de la desaparición del avión, tal y como narra “The Atlantic”, que apunta a que el piloto quería suicidarse. Zaharie era uno de los capitanes más importantes de Malaysia Airlines, estaba casado y tenía tres hijos.

El piloto no pasaba por un buen momento personal. Se encontraba en un estado de depresión provocado por diversos problemas familiares con su mujer y sus hijos. Además, presuntamente tenía una relación extramatrimonial con otra mujer. A este hecho, dicha investigación añade que Zaharie tenía dos casas y en una de ellas poseía un simulador de vuelos en el que habría realizado la misma ruta que hizo el MH370 aquella noche de marzo de 2014.

La investigación apunta que el avión cayó al agua cuando se quedó sin combustible a lo largo de su travesía por el océano. Para impedir que los pasajeros del avión comenzaran a ponerse nerviosos si se percataban del rumbo del avión, el pilotó habría ascendido hasta los 12.000 metros de altura para despreurizar la cabina, provocando que las personas a bordo entraran en un estado de inconsciencia al acabarse el oxígeno de las mascarillas.

Esta nueva visión aporta una posible vía para encontrar las razones y las causas que derivaron en la desaparición de las 239 personas que viajaban a bordo del avión de Malaysia Airlines pero la incógnita de lo que sucedió con el MH370 sigue vigente.