
Homenaje global
Las reacciones de Putin, JD Vance, Milei y el silencio de Trump ante la muerte del Papa Francisco
"A pesar de diferencias que hoy resultan menores, haber podido conocerlo en su bondad y sabiduría fue un verdadero honor para mí", ha dicho el presidente de Argentina

La noticia de la muerte de Francisco, a los 88 años tras doce años de pontificado, ha sumido al mundo en un profundo pesar. Pocos líderes tan carismáticos como el Papa han concitado tanta admiración como recelo en una parte de un sector del catolicismo. Líderes internacionales y organizaciones de todo tipo han mostrado sus condolencias en las últimas horas, recordando cómo el Pontífice trascendió las fronteras religiosas con su mensaje de humildad, justicia social y paz.
La Comisión Europea fue de las primeras instituciones en manifestar su consternación. La presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, expresó en su cuenta de X: "Hoy, el mundo lamenta el fallecimiento del Papa Francisco. Inspiró a millones, mucho más allá de la Iglesia Católica, con su humildad y amor puro por los menos afortunados". Von der Leyen añadió sus esperanzas en que "el legado del Papa Francisco continuará guiándonos a todos hacia un mundo más justo, pacífico y compasivo".
Las condolencias trascendieron las fronteras europeas. El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, quien se reunió con el Papa Francisco un día antes de su fallecimiento, expresó su sentir: "Acabo de enterarme del fallecimiento del Papa Francisco. Mi corazón está con los millones de cristianos de todo el mundo que le amaban". Vance recordó con afecto un momento particular: "Siempre le recordaré por la homilía que dio en los primeros días de la COVID-19. Fue realmente muy bonita". La Casa Blanca emitió un breve mensaje en X: "Descanse en paz, papa Francisco", acompañando el texto con fotografías del Pontífice junto al expresidente Donald Trump y el propio Vance.
A pesar de sus tensas relaciones previas, el presidente argentino, Javier Milei, rindió tributo a su compatriota: "A pesar de diferencias que hoy resultan menores, haber podido conocerlo en su bondad y sabiduría fue un verdadero honor para mí". Milei, quien en el pasado había proferido fuertes críticas contra el Papa, expresó: "Como Presidente, como argentino y, fundamentalmente, como un hombre de Fe, despido al Santo Padre y acompaño a todos los que hoy nos encontramos con esta triste noticia".
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, rindió homenaje al Papa Francisco, recordando su compromiso con la paz en su país: "Rezó por la paz en Ucrania y por los ucranianos". Zelenski destacó su capacidad para "dar esperanza, aliviar el sufrimiento por medio de la oración y favorecer la unidad", añadiendo: "Con los católicos y todos los cristianos, estamos entristecidos".
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, describió al Papa Francisco como un "dirigente sabio" y un "defensor constante de los más altos valores del humanismo y la justicia". Putin reconoció su contribución al "desarrollo del diálogo entre las Iglesias ortodoxa rusa y católica romana, y a una interacción constructiva entre Rusia y la Santa Sede".
Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo, evocó un rasgo distintivo de su personalidad, mencionando que "su sonrisa contagiosa capturó a millones de corazones en todo el mundo". Para la presidenta del Parlamento Europeo, el Papa será recordado como "'El Papa del pueblo' por su amor por la vida, su esperanza por la paz, su compasión por la igualdad y la justicia social".
Con similar sentimiento, el presidente del Consejo Europeo, António Costa, se sumó con "tristeza" a "los millones de personas que lloran la muerte de Su Santidad el Papa Francisco". Costa subrayó la enorme paleta de sus preocupaciones, señalando que el Papa "profundamente compasivo, se preocupó por los grandes desafíos mundiales de nuestro tiempo, desde la migración al cambio climático, las desigualdades o la paz, pero también por las luchas diarias de la gente corriente". Costa recordó el último mensaje del Papa para la Jornada Mundial de la Paz, donde Francisco "propuso tres acciones concretas: la condonación de la deuda externa, la abolición de la pena de muerte y la creación de un fondo mundial para la eliminación definitiva del hambre", deseando que "sus ideas nos sigan guiando hacia un futuro de esperanza".
La Alta Representante de la UE para Política Exterior y Seguridad Común, Kaja Kallas, recordó su reciente encuentro en Roma, donde "agradecí al Papa Francisco su firme liderazgo en la protección de los más vulnerables y la defensa de la dignidad humana". Kallas extendió sus condolencias "a todos los católicos del mundo".
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, también expresó su pesar, calificando al Papa Francisco como "una voz global a favor de la unidad, la justicia y la dignidad humana". Lagarde añadió que "su sabiduría y humildad impactaron vidas mucho más allá de la fe", concluyendo su mensaje en X con sus "pensamientos con todos los que lloran su pérdida".
Dentro de los Estados miembros de la UE, las reacciones fueron igualmente sentidas. El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, país de profunda tradición católica, describió al Pontífice como "un hombre bueno, cálido y sensible", deseando que descanse en paz.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, destacó la visión del Papa Francisco, señalando que "desde Buenos Aires a Roma, el Papa Francisco quiso que la Iglesia lleve alegría y esperanza a los más pobres, que una a las personas entre sí y con la naturaleza". Macron expresó su deseo de que "esta esperanza se eleve continuamente más allá de él" y envió sus condolencias a "todos los católicos y al mundo de luto". En una línea similar, la presidenta de Letonia, Evika Silina, se mostró "triste" y trasladó sus condolencias a "los millones de personas de luto en el mundo".
El primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, resaltó la magnitud de la pérdida para la comunidad católica mundial: "cerca de 1.500 millones de católicos del mundo han perdido a un importante líder, tanto a nivel moral como religioso". Kristersson enfatizó que el Papa "será recordado por su humildad, su lucha contra la pobreza y la injusticia social y su firme defensa de la dignidad de todos los seres humanos".
Desde Países Bajos, el primer ministro Dick Schoof ensalzó la cercanía del Papa con la gente, afirmando que "de muchas maneras, el Papa Francisco era un hombre del pueblo". Schoof añadió que "la comunidad católica mundial despide a un líder que reconoció los problemas candentes de nuestro tiempo y llamó la atención sobre ellos", recordando su "vida sobria, sus actos de servicio y su compasión" como un "modelo a seguir para muchos, tanto católicos como no católicos", por lo que lo recordarán "con gran respeto".
El presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, ofreció una emotiva reflexión, afirmando que "en la persona del Papa Francisco, todo hombre de buena voluntad ha perdido a un amigo sabio y cercano, un maestro inspirador, un padre que cuidó de toda la humanidad, como una sola y gran familia". Nauseda destacó la relevancia de sus enseñanzas: "Sus enseñanzas sobre la fraternidad y la amistad social es fundamental para nosotros ahora, cuando las fuerzas del mal, mediante guerras y agresiones, destruyen la esperanza de una coexistencia pacífica e intentan borrar del corazón de las personas la perspectiva de un mundo justo y armonioso".
El primer ministro de Irlanda, Micheál Martin, expresó su "profunda tristeza" y trasladó sus "profundas condolencias" a la comunidad católica mundial, que "ha perdido a un líder excepcional". Martin subrayó el carácter distintivo de su papado, marcado por su "inamovible compromiso con los principios de compasión, paz y dignidad humana". Recordó que el Papa "habló por los pobres, los marginados y los oprimidos" y que su "solidaridad con los refugiados, sus llamamientos a la acción climática y su insistencia en la paz global y la igualdad le destacaron como un defensor de la justicia en el mundo moderno".
Desde la República Checa, su primer ministro, Petr Fiala, manifestó su "tristeza" y señaló que el Papa Francisco "era un hombre de profunda fe que buscó transformar la Iglesia para que cumpliera mejor su misión en la sociedad contemporánea". Fiala resaltó su "gran preocupación por los que sufren cualquier forma de injusticia" y cómo "irradió humanidad y humildad". En sintonía, el presidente de Chipre, Nikos Christodoulides, se mostró "profundamente triste" y describió al Papa como "un faro de humildad, compasión y paz". El primer ministro de Malta, Robert Abela, rindió "tributo" al Papa, remarcando que "su pontificado estuvo definido por incansables esfuerzos por la paz, una voz firme en favor de los vulnerables y las reformas significativas en la Iglesia Católica".
El rey Carlos III de Inglaterra se declaró "profundamente entristecido" por la muerte del Papa Francisco, recordando su servicio al mundo con "devoción durante toda su vida". El monarca británico señaló que su "corazón apesadumbrado" se sentía "algo aliviado" por el hecho de que el Papa hubiera podido compartir un mensaje de Pascua el domingo. Carlos III también recordó con emoción su reciente visita al Vaticano.
El presidente de Israel, Isaac Herzog, expresó sus "más profundas condolencias" y destacó los "fuertes lazos" del Pontífice con el mundo judío. Herzog recordó que el Papa había expresado su deseo de que Israel pusiera fin a su ofensiva en Gaza y lo describió como "un hombre que poseía una profunda fe y una compasión sin límites".
Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, lamentó la muerte del Papa, resaltando que "su voz era humilde, pero poderosa, llena de sabiduría y humanidad". Tedros compartió su experiencia personal: "Tuve el honor de encontrarme con él varias veces y en cada ocasión me sentí personalmente inspirado por su humildad". Subrayó la necesidad de más líderes como él por su defensa de "la paz" y por priorizar "a los más pobres y vulnerables", concluyendo con un sentido "Le echaremos mucho de menos".
Finalmente, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, homenajeó al Papa Francisco como "un amigo fiel del pueblo palestino", recordando que el Pontífice argentino "reconoció al Estado palestino y autorizó que la bandera palestina fuera izada en el Vaticano".
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