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Renzi calma a Europa

Merkel aumenta la presión sobre Francia tras aplaudir la reforma laboral italiana

Renzi supera la oposición interna y recibe el aplauso de sus socios europeos
Renzi supera la oposición interna y recibe el aplauso de sus socios europeoslarazon

Salvado el escollo del Senado con 165 votos a favor, 111 en contra y dos abstenciones en la moción de confianza celebrada en la madrugada del pasado jueves, Matteo Renzi espera que su polémica reforma laboral entre en vigor antes de que acabe el mes de noviembre. Para ello sólo le queda el paso por la Cámara de los Diputados, adonde el proyecto de ley llegará la semana que viene para ser debatido antes de someterse a una nueva votación. A diferencia de lo ocurrido en la Cámara Alta, donde el escaso margen con que cuentan el oficialista Partido Democrático (PD) y sus aliados hace peligrar la aprobación de las leyes si se concretan las traiciones internas, en la Cámara Baja se da por descontado el éxito del Ejecutivo, pues cuenta con escaños más que suficientes para sacar adelante sus iniciativas.

El joven primer ministro sale reforzado de la dura jornada del miércoles, preparado para afrontar otras de las grandes reformas que necesita Italia, como la de las Administraciones Públicas o la de la simplificación del fisco. Serán todas ellas batallas difíciles contra los sectores que ven peligrar sus privilegios, pero también contra algunos sindicatos, sobre los que recae una parte importante de la culpa de que Italia lleve las últimas dos décadas empantanada, como no se cansa de repetir Renzi.

Con la reforma fiscal el Ejecutivo espera mantener la rebaja de los impuestos para aquellos asalariados que ganen menos de 25.000 euros anuales. Los alrededor de diez millones de italianos en esta situación están recibiendo desde el pasado mayo alrededor de 80 euros adicionales al mes en su nómina. También está en estudio la sustitución del finiquito de fin de contrato por un aumento mensual en los salarios. Antes de sacar adelante esta medida, el Gobierno deberá pactar con los empresarios, quienes temen que esa nueva retribución pese en exceso en sus balances. Renzi, en cualquier caso, se mostró convencido de que también tendrá éxito en este campo y se limitó a considerar las protestas e incidentes protagonizados esa madrugada por los parlamentarios del Movimiento 5 Estrellas «actuaciones de las que se han cansado hasta sus propios electores».

Para sacar adelante las próximas reformas, el Ejecutivo tendrá además que seguir peleándose con una parte del PD. Una veintena de parlamentarios no ha acabado de aceptar la victoria del ex alcalde de Florencia en las primarias y lo ven como un arribista sin suficiente pedigrí izquierdista. Pese a la amenaza que supone este sector, al superar el voto de confianza en el Senado el «premier» ha demostrado que los díscolos no tienen la fuerza suficiente para descabalgarle del poder.

Al pulso ganado dentro de casa, Renzi añade los aplausos generalizados cosechados el miércoles durante la cumbre del empleo de los países de la Unión Europea celebrada en Milán. Allí le alabaron tanto los responsables de las más altas instituciones de Bruselas como la canciller alemana, Angela Merkel, quien consideró que Italia va en el buen camino al aprobar cambios de peso como la reforma laboral. Ayer al Ejecutivo de Roma le llegó también la bendición del Banco Central Europeo, cuyo presidente, Mario Draghi, consideró que cuando entre en vigor el proyecto de ley «para las empresas será más fácil contratar jóvenes, pero no les resultará más fácil» echarles. Descartó además que con el nuevo marco legislativo vaya a producirse una oleada de despidos masivos. «Italia está desde hace años en recesión, el paro ya es elevado y las empresas que querían despedir ya lo hicieron», tranquilizó Draghi.

La reforma laboral y los otros cambios que Renzi tiene en cartera no sólo son necesarios para Italia, sino para toda Europa. Se lo recordó al Gobierno italiano el poderoso ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, quien aseguró que «la situación en Europa cambiará cuando Francia e Italia saquen adelante las reformas estructurales». En la misma línea se expresó el titular de la cartera de Economía en el Gobierno italiano, Pier Carlo Padoan, quien aseguró en un encuentro del Fondo Monetario Internacional en Washington que las reformas se hacen «porque son necesarias tanto para el país como para Europa». A su juicio, el hecho de que la reforma laboral superase el escollo de la votación de confianza en el Senado supone «una señal muy importante que muestra que nuestra nación lleva adelante las reformas que hacen falta».