En contra de la monarquía

“¡No es mi rey!" ¿Sería posible una república en Reino Unido?

Aunque son minoría, los republicanos británicos quieren aprovechar la coronación para impulsar el debate sobre la monarquía pese al aumento del índice de popularidad de Carlos III

-FOTODELDÍA- LONDRES, 04/05/2023.- El joven artista indio Yash Patel, subido a una grúa, pinta un gran retrato del rey Carlos III del Reino Unido en el muro de una casa en el distrito de Hounslow (oeste de Londres) este jueves. A dos días de la coronación de Carlos III y Camila, las banderas británicas ya revisten las calles y comercios de Londres, los retratos del nuevo monarca dominan los escaparates y los más devotos ya han plantado sus tiendas de campaña en The Mall, la avenida que va del Palacio de Buckingham hasta la plaza de Trafalgar. EFE/ Clàudia Sacrest
Preparativos para la coronación del rey Carlos III del Reino UnidoClàudia SacrestAgencia EFE

No estuvo exento de polémicas, pero durante los 70 años que duró su reinado, el respeto que levantaba la figura de Isabel II fue más que suficiente para relegar las demandas de aquellos que abogan por tener un jefe de Estado electo a un segundo plano más que imperceptible. ACarlos III, sin embargo, los republicanos le consideran “el eslabón más débil”, por lo que han querido aprovechar toda la expectación que genera la coronación para demostrar que en Reino Unido se ha iniciado, a su juicio, un “proceso de cambio”.

Pero horas antes de la manifestación convocada en la céntrica plaza de Trafalgar, el principal dirigente del movimiento antimonárquico fue detenido junto a otros voluntarios. El director ejecutivo de Republic, Graham Smith, y otros seis colaboradores pasaron a disposición judicial a las 6:30 de la mañana. Al parecer, los activistas habrían sido identificados llevando megáfonos en lo que supondría una violación de las recientes leyes antiprotesta promulgadas por el Gobierno «tory», que prohíben el uso de amplificadores.

Pese a este contratiempo, unas mil personas vestidas de amarillo y negro se congregaron en Trafalgar para gritar al paso de la comitiva real «este no es mi rey».

Fundada en 1983, la organización asegura contar ahora con alrededor de 80.000 miembros. Los ingresos, según explicó Smith antes de la coronación, casi se han triplicado en los últimos dos años, de 106.000 libras en 2020 a 286.000 libras en 2022, gran parte de los cuales (alrededor de 70.000 libras) se registraron en septiembre, el mes en el que falleció Isabel II.

“La presión tiene que venir del pueblo. Sólo si los ciudadanos piden un cambio podremos conseguir un referéndum. El Gobierno que esté en ese momento no tiene por qué estar a favor de la república. Cuando David Cameron fue primer ministro convocó tres referéndums [cambio sistema electoral, independencia escocesa, salida de la UE] y no estaba a favor de ningún de los cambios que se proponían”, matiza Smith, de 49 años.

Los republicanos representan una minoría (apenas un 26% respecto al 58% que aboga por mantener la Monarquía, según la última encuesta de YouGov). Pero es una minoría que está creciendo constantemente. Por lo tanto, si la Familia Real no puede persuadir a los menores de 24 años (casi el 40% prefiere un jefe de Estado electo), su futuro podría estar cuestionado. El Brexit ya dejó claro que los británicos no son necesariamente contrarios a los grandes cambios constitucionales. Por lo tanto, según los expertos, plantear ahora la posibilidad de que en un futuro se pueda abolir la Monarquía quizá no resulte tan descabellado.

Smith asegura que Carlos III “no ha heredado esa deferencia que la gente tenía por Isabel II”. “Tiene una mochila cargada de escándalos. Es una figura que crea división. Y por mucho que algunos estén interesados en mostrar a su hijo Guillermo y a Kate como imagen idílica tampoco despiertan esa admiración y respeto que logró la difunta monarca”, matiza. Por lo tanto, cree que las posibilidades de que el príncipe Jorge [segundo en línea de sucesión] se convierta en rey son cada vez más escasas”. “La Monarquía es una institución debilitada. Es un barco cada vez más agujereado. Si seguimos presionando, se hundirá”, señala.

La capital británica no ha sido el único punto de manifestación. Se convocaron también protestas en otras ciudades como Cardiff, Nottingham y Oxford. En Escocia, donde se registran los niveles más altos de oposición a la Monarquía, hubo protestas en Edimburgo y Glasgow mientras tenía lugar la ceremonia en la Abadía de Westminster.

Para lograr una “plena democracia”, Smith aboga por una república parlamentaria como la que tienen Irlanda, Islandia, Finlandia, Alemania o Austria. “Son países en los que si el gobierno hace algo que es inconstitucional, el jefe de Estado elegido en las urnas puede anularlo. Lo que estamos proponiendo no es particularmente radical. Es simplemente un modelo democrático”, apunta.

En los últimos años, el republicanismo se ha visto impulsado por las disputas familiares protagonizadas por el príncipe Enrique y el escándalo sobre los supuestos abusos sexuales del príncipe Andrés. Asimismo, el hecho de que la coronación de Carlos III vaya a suponer alrededor de 100 millones de libras al erario público -según estimaciones de la prensa- en un momento en el que coste de vida es el mayor de las últimas cuatro décadas, lo que dificulta a muchas familias llegar a fin de mes, también se ha convertido en motivo de controversia.

Algunas organizaciones aseguran que el coste que supone la Monarquía se ve superado por lo que la institución aporta cada año a la economía, como impulsora del turismo. Según la consultora Brand Finance, 1.766 mil millones de libras en 2017. Pero Smith asegura que han desacreditado todos los hechos y cifras que existen.

Lo cierto es que siempre existieron muchas dudas sobre el futuro que depararía a la institución una vez Isabel II no estuviera al frente de la Corona. Pero la transición se está llevando a cabo de manera más que tranquila y los índices de popularidad de Carlos III se han disparado. Según la última encuesta publicada por The Times, el 62% de los británicos considera que será un buen rey, un repunte más que significativo respecto a marzo del año pasado cuando solo 39% creía era un buen valor para la Monarquía.

No obstante, donde el movimiento republicano va a una velocidad superior es en la Commonwealth, una de las asociaciones transnacionales más antiguas del mundo, con Canadá, Australia y Nueva Zelanda como países más importantes. Fundada en 1949 y dirigida por el rey Jorge VI, la unión está compuesta por 56 estados miembros que, con la excepción de Mozambique y Ruanda, comparten lazos históricos con Reino Unido. Cuando Isabel II accedió al trono en 1952, era jefa de Estado en 32 de esas naciones. Pero en el momento de su muerte, sólo lo era de 14, sin contar con el propio Reino Unido.