La figura del campeón real

El hombre con el histórico deber de defender a Carlos III con su vida

La coronación de Carlos III está cargada de tradiciones milenarias: si alguien reta al nuevo monarca, el Campeón del Rey luchará contra esa persona en un duelo a muerte

La ceremonia de coronación en Reino Unido es un rito antiguo cargado de alegorías. Es difícil combinar ciertos símbolos y procesos en pleno 2023, pero sin duda la coronación de Carlos III nos ha hecho aprender (o refrescar) un sinfín de vocabulario medieval. Así, entre cetros, orbes, coronas, carrozas y pajes, llama la atención la figura del Campeón del Rey.

Sorprendentemente, el Campeón real es un honorable título que también se hereda. Francis Dymoke es quien lleva sobre sus hombros este importante cargo que se ha mantenido en su familia durante generaciones. Dymoke es el 34º Campeón del Rey en una línea familiar ininterrumpida desde que Guillermo el Conquistador otorgó el cargo y el señorío de Scrivelsby a un antepasado normando.

Antiguamente era mucho más visual y sonoro su cometido. El Campeón del Rey, con su pesada armadura, entraba a caballo en el banquete de la coronación y desafiaba a cualquiera que dudara del derecho del rey o la reina al trono. Su histórico deber era batirse en duelo con aquel que osara retar al nuevo monarca. Cualquiera que negara el derecho del soberano al trono debía luchar contra el Campeón del Rey. El duelo, por si alguien tenía alguna duda, era a muerte.

Incluso en el Campeón del Rey lanzaba su guante tres veces y pedía que cualquiera que estuviera en contra diera un paso al frente o callara para siempre.

Si nadie le retaba o daba un paso adelante, entonces el rey brindaba por la salud del Campeón con una copa de oro, que le era después entregado por su labor.

Lo cierto es que Francis Dymoke no es un guerrero. Tiene 67 años y es un antiguo contable en Lincolnshire, Inglaterra. Este 6 de mayo, no vestirá una antigua y brillante armadura. En las últimas coronaciones británicas, el Campeón del Rey ya no ha ido de caballero a las ceremonias. Desde que no se celebran esos banquetes medievales, el Campeón del Rey suele llevar el estandarte real y eso es justo lo que hará Dymoke este sábado.

Francis Dymoke
Francis DymokeArchivoTwitter

El Campeón del Rey portará el estandarte real en la Abadía de Westminster como parte de la procesión real. Sin embargo, aunque hoy todo será pompa y celebración, el propio Dymoke no las ha tenido todas consigo para estar este sábado con el estandarte real. Según contó al diario "Daily Mail", no fue hasta la semana pasada que Dymoke, el Campeón del Rey, recibió su invitación real. La prensa británica le entrevistó poco después del fallecimiento de Isabel II, cuando comenzó a prepararse la coronación. Dymoke, que veía que esta coronación se le escapaba confesó que llegó a escribir personalmente a la casa real británica.

"Escribí que mi familia lo había hecho desde Guillermo el Conquistador, y aunque comprendo que ya no es un derecho, sería bueno participar", indicó. Finalmente se le concedió este honor que porta su familia. "Como el 34º Campeón, tenía a los otros 33 vigilando", aseveró a "Daily Mail". "Este es el momento de mi vida que realmente importa", confesó al "Daily Telegraph".

Eso sí, Carlos III no le permite invitar a nadie más, por lo que su esposa Gail, no asistirá a la ceremonia de la coronación. Con todo, ella se muestra aliviada de que al menos Dymoke vaya como campeón real. "Nos hubiera decepcionado mucho si no hubiera" continuado esta tradición milenaria.

Su padre, el coronel John Dymoke, que murió en 2015, tuvo el honor de ser el Campeón de la Reina durante la coronación de Isabel II en 1953. Según recuerda su hijo, antes de morir dejó una instrucción clara para su funeral: quería irse de este mundo con Zadok the Priest, un himno británico que fue compuesto por Händel para la coronación del rey Jorge II en 1727. Este himno sonará este sábado también durante la coronación de Carlos III.