Brasilia
Rousseff propone un referéndum para calmar las protestas
La presidenta brasileña plantea un referéndum tras reunirse con los líderes de las masivas protestas de los últimos días
La presidente brasileña, Dilma Rousseff, propuso ayer la realización de un referéndum para efectuar una reforma política en el país, en un esfuerzo por hacer frente a las quejas y dar respuesta a la ola de protestas que ha sacudido Brasil en las últimas dos semanas. Hablando al comienzo de un encuentro con gobernadores y alcaldes, Rousseff presentó propuestas en relación con cinco grandes «pactos nacionales»: la economía, el transporte, la salud, la educación y el sistema político. El referéndum debe dar paso a «un proceso constituyente específico para la reforma política», explicó la mandataria.
Anteriormente, Rousseff se reunió con líderes del grupo que inició las protestas nacionales hace más un semana y que han congregado a más de un millón de personas en las calles de la principales ciudades del país.
La propuesta de Dilma es la del programa de transporte público urbano; pedir apoyo para que el Congreso sancione la posibilidad de invertir 100 por ciento de los recursos petroleros en la educación y fortalecer los recursos de salud, especialmente con la contratación de médicos para las zonas del país más alejadas y menos atendidas.
Las medidas apuntan sobre todo a revertir el déficit de miles de médicos en hospitales públicos y puestos de atención en barrios populares, sobre todo en las especialidades de mayor demanda, como pediatría y oncología.
En cuanto la jefa de Estado buscó retomar la iniciativa política, las marchas de ayer tuvieron escasa participación. Sin embargo, dos mujeres murieron atropelladas por un vehículo cuando organizaban una protesta en una carretera en las cercanías de Brasilia, la capital de Brasil.
Todo indica que el movimiento masivo regresará. Muy probablemente vuelva a las avenidas de las grandes capitales, pero transformado. Si aquel ambiente que va a predominar fuera el de jóvenes «blancos de la clase media tradicional», como llegaron a describir periodistas de los diarios paulistanos el perfil de los manifestantes del pasado sábado, las protestas serán bullangueras pero de corto plazo.
Si en cambio, vuelven a las calles los estudiantes de todos los sectores sociales, acompañados por empleados y tal vez por trabajadores, la presidenta Dilma tendrá que vérselas con un movimiento que tenderá a galvanizar las demandas. Era conmovedor el cartel que portaba una jovencita en una de las manifestaciones de la víspera, con una foto impresa de la presidenta cuando era una militante juvenil y una frase que decía «Queremos de vuelta a esta Dilma».
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