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Armamento

Asaltos suicidas con moto al estilo "Mad Max": la nuevo táctica del ejército ruso en Ucrania

El Kremlin busca una alternativa a los blindados para esquivar los drones ucranianos y minimizar las bajas

Ucrania.- Ucrania informa de un nuevo ataque sobre instalaciones militares rusas en la región de Tartaristán CONTACTO vía Europa PressEUROPAPRESS

Las imágenes de columnas de kilómetros de tanques rusos y armamento pesado que avanzaban lentamente hacia Kiev en 2022 son cosa del pasado. La guerra en Ucrania ha desgastado gravemente al ejército invasor, que ya no puede enviar decenas de tanques y blindados en asaltos continuos sin importar las pérdidas. Sin embargo, las órdenes de los comandantes rusos no han cambiado: avanzar a toda costa.

Esto ha obligado a las fuerzas rusas a buscar nuevas formas de superar las defensas ucranianas. Ataques implacables de pequeños grupos de infantería, respaldados por una superioridad aérea, permitieron a Rusia avanzar hacia Pokrovsk y capturar Kurajove y Avdiivka en Donetsk en 2024. Pero el apogeo de su ofensiva ya ha quedado atrás, mientras Ucrania confía cada vez más en drones kamikaze de control remoto para repeler los asaltos.

Recientes asaltos rusos ofrecen un indicio de cómo podrían ser sus operaciones en los próximos meses. En una batalla cerca de Pokrovsk hace una semana, que duró apenas unas horas, la brigada ucraniana «Chervona Kalyna» destruyó 99 motocicletas rusas y al menos 24 vehículos blindados de combate.

La elección de motocicletas en lugar de vehículos blindados no responde solo a la escasez de estos últimos, según explica el analista militar Kiril Danilchenko en el medio ucraniano LB.ua. «Un vehículo de combate de infantería transporta de 10 a 15 personas. Un solo dron puede eliminar o herir a parte de ellos e impedir que los demás avancen», señala.

En cambio, para atacar el mismo número de motocicletas se necesitan al menos seis drones, añade. Además, las motos son mucho más rápidas, lo que las convierte en objetivos más difíciles para los defensores. Esto aumenta las probabilidades de que al menos parte del grupo de asalto alcance las posiciones ucranianas. «Los rusos están dispuestos a sacrificar las vidas de los motociclistas a cambio de las de algunos de nuestros operadores de drones», apunta Danilchenko.

«No solo usan motocicletas. Los rusos emplean coches civiles, patinetes eléctricos, buggies, cualquier cosa que les permita avanzar», explica el analista militar Oleksandr Kovalenko. Esta táctica, aunque lógica para mover a la infantería más rápido bajo el fuego ucraniano ante la escasez del equipo pesado, resulta surrealista y evidencia el desgaste del que se consideraba «el segundo ejército más fuerte del mundo», añade.

Aun así, es preocupante que Rusia no parezca tener problemas para conseguir estos vehículos. Muchos son de fabricación china, un país que ha apoyado a Rusia durante toda la invasión, según Kovalenko. Las medidas que Ucrania debe tomar para frenar estos ataques al estilo de la película australiana «Mad Max» son claras, según los analistas: cubrir las rutas de asalto con alambre de espino, minarlas al máximo y usar munición de racimo, que cubre grandes áreas con fragmentos tras cada explosión, son pasos esenciales.

Los analistas no tienen dudas de que Rusia se prepara para una campaña de verano y este tipo de asaltos en motocicleta se convertirán en una rutina una vez que se seque el suelo en el este de Ucrania. «Todo el discurso sobre un alto el fuego es pura retórica. Si no, no estarían enviando a cien motociclistas a la muerte, perdiendo un batallón entero en cuatro horas de combate en una parte del frente muy difícil», subraya Danilchenko. Neutralizar la superioridad numérica rusa será un desafío. Sin embargo, se están destinando grandes esfuerzos a la robotización, asegurando que drones aéreos y terrestres reduzcan la necesidad de más soldados.

La 59ª brigada ucraniana está desarrollando cinco tipos de drones terrestres, según Oleksandr Yabchanka, líder de la iniciativa, soldado voluntario y médico en la vida civil. En esencia, estos drones terrestres son pequeñas plataformas de cuatro ruedas que pueden adaptarse con diferentes componentes según su propósito. Su unidad usa los drones ya habitualmente para llevar munición y alimentos a la primera línea, evitando exponer a los soldados al alto riesgo de ataques rusos, explica en las redes sociales de la brigada. También pueden colocar minas, evacuar heridos y, cada vez más, participar en asaltos como kamikazes que llevan explosivos hacia posiciones enemigas. Otro tipo prometedor lleva una ametralladora operada a distancia. «No son muy numerosos, pero creo que el futuro les pertenece», afirma Yabchanka.

En diciembre pasado, la brigada ucraniana «Jartia» llevó a cabo la primera operación de asalto robótico sin presencia de soldados. Drones kamikaze aéreos, drones de vigilancia y drones terrestres de asalto fueron utilizados de forma sincronizada para abrir camino a la infantería ucraniana. La brigada asegura que el uso de estos drones es el futuro de la guerra contra un enemigo mucho mayor. «Lograremos la victoria confiando en nuestra habilidad, mientras salvamos tantas vidas de nuestros soldados como podamos», afirmó Maxim Golubok, jefe del estado mayor de la brigada.