Bruselas
Salmond acecha a Cameron a 100 días de la consulta
El «no» a la independencia mantiene una ligera ventaja sobre los rupturistas
Alex Salmond asegura que aún hay tiempo para convencer al electorado de que Escocia viviría mejor si fuera independiente. Pero lo cierto es que a cien días de que tenga lugar un referéndum histórico los que apuestan por la unión siguen liderando las encuestas. La que todavía es hoy una de las cuatro naciones que conforman Reino Unido vivió ayer una jornada cargada de actos para marcar los apenas tres meses que quedan para el plebiscito del 18 de septiembre. Las encuestas se multiplican y aunque todas ellas muestran una mejora de los nacionalistas, los que abogan por la unión mantienten la ventaja. Frágil, eso sí, y amenazada por los indecisos que, según los expertos, son los que tendrán la última palabra. El último sondeo divulgado el pasado fin de semana señala que el 47 % se opone a la independencia, frente al 40 % que la apoya y un 13 % que no se pronuncia.
En el plebiscito, pactado previamente con Londres y organizado por el cauce legal, los residentes en Inglaterra no tendrán derecho a meter su voto en la urna, pero las encuestas también quisieron ayer mostrar sus preferencias. Tan sólo el 21% ellos es partidario de que Escocia se vaya por su lado. En este sentido, puede que las declaraciones de Barack Obama hayan tenido su repercusión. El presidente de EE UU sorprendió la semana pasada en Bruselas al asegurar sin tapujos que la región debería seguir formando parte de Reino Unido. No ha sido el único en mostrar su opinión. El bioquímico Paul Nurse, que ganó el Premio Nobel en el 2001, ha expresado su preocupación por el futuro de la investigación médica si Escocia abandona la unión. Y Andy Murray, por su parte, acaparó ayer los rotativos al desvelar que, tras ganar el año pasado Wimbledon, no le agradó ver a Salmond ondeando la bandera escocesa, ya que desde los once años lleva jugando al tenis representando al equipo británico.
En un intento por convencer a aquellos que aún no lo tienen claro, los responsables de ambas campañas quisieron conseguir sus propios titulares. En Glasgow, Alistair Darling, al frente de «Mejor Juntos», señaló que los escoceses podrán disfrutar «de lo mejor de los dos mundos», tener una mayor autonomía y, al mismo tiempo, disfrutar de la seguridad que les brinda ser parte de Reino Unido si apuestan por la unión. Por su parte, la número dos del Gobierno autónomo escocés, Nicola Sturgeon, presidió en Edimburgo un panel de debate formado exclusivamente por mujeres, como parte de la campaña por el «sí» a la independencia. Salmond volvió a destacar que con la independencia, «Escocia será más próspera, mejor y más igualitaria, utilizando los recursos naturales y humanos del país». Desde Londres han advertido en reiteradas ocasiones de que no podrán conservar la libra y que la separación requeriría un incremento del 13% en la recaudación fiscal para sostener un hipotético nuevo Estado y provocaría un recorte del 11% en los servicios públicos.
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