EE UU
La salud de Biden marca el «Día del Presidente»
La preocupación de los demócratas por la falta de facultades de su líder va en aumento y figuras destacadas piden que abandone
En el día en que Estados Unidos ha celebrado su «President’s Day» (Día del Presidente), la preocupación sobre las capacidades mentales y físicas del actual mandatario estadounidense no hacen más que aumentar. La incertidumbre entre los demócratas sobre el futuro político de su octogenario líder (81) han ido en aumento desde que el fiscal especial Robert Hur lanzó su hiriente informe refiriéndose a él como «un anciano comprensivo, bien intencionado y con mala memoria». Incluso seguidores acérrimos del líder demócrata, como el comediante liberal Jon Stewart o el periodista progresista Ezra Klein, han expresado públicamente su preocupación sobre si el líder estadounidense tiene energía suficiente para otro mandato que finalizaría con 86 años.
Muchos amigos legisladores de Biden han dado un paso al frente de manera voluntaria para afianzar su idoneidad cuando más la necesita. «Biden hace preguntas pertinentes y se preocupa por detalles minuciosos», «hay que dejar que Joe Biden sea Joe Biden», ha dicho Debbie Dingell, demócrata por Michigan. «El presidente Biden ha hecho más en tres años que cualquier otro presidente de la historia reciente», aseguró Jeff Zients, jefe de gabinete de Biden, en un comunicado. «¿Cómo? Porque nadie trabaja más duro. Nadie hace preguntas más difíciles. Nadie es mejor que él para tomar decisiones».
Incluso quienes en el pasado fueron rivales electorales, como la senadora Amy Klobuchar, ahora destacan sus logros. «Creo que tenemos que evaluar lo que está sucediendo en este momento en función de lo que él ha hecho», aseguró la dirigente la demócrata, «que es sacarnos de la pandemia». Además, «es la primera vez que finalmente vemos una negociación sobre los precios de los medicamentos recetados, y hay que centrarse en lo que le interesa al pueblo estadounidense y compararlo con la alternativa que tenemos en el lado republicano, Donald Trump», añadió.
Hay quien confía en que Biden ceda el lugar a un candidato más joven en la Convención Demócrata de Chicago que tendrá lugar en agosto, pero otros temen que se mantenga en sus trece, como hizo por ejemplo la reconocida y fallecida jueza Ruth Bader Ginsburg, que se negó a renunciar su cargo vitalicio en la Corte Suprema hasta que la muerte se lo arrebató a los 81 años.
Si Bader, que tenía varios problemas de salud relacionados con cáncer, hubiera renunciado durante la etapa de Barack Obama, esto le habría permitido al expresidente demócrata colocar a otro juez demócrata en ese cargo y mantener la mayoría de su partido entre los jueces de la Corte Suprema. Como se negó, al fallecer en 2020 Donald Trump aprovechó para nominar a una jueza republicana, Amy Coney Barret, afianzando así la mayoría conservadora en la corte, lo que provocó la anulación del derecho al aborto en todo el país.
Los demócratas reconocen que en el caso de Biden es distinto porque, por el momento, no tiene ninguna alternativa fuerte a su actual líder. Algunos hablan de la vicepresidenta Kamala Harris (59 años), pero no es una gran apuesta porque no ha conseguido destacar entre el electorado desde que llegó al puesto en 2020. La primera mujer en la historia de EE UU que llegaba a la Vicepresidencia.
El nombre del gobernador de California, Gavin Newsom (56 años), también se ha escuchado en varios círculos demócratas, pero muchos piensan que es un político rico, que vive en la costa desconectado del resto del país.
Las encuestas son cada vez menos favorables a pasar por alto la edad de su próximo presidente, pero todavía quedan más de nueve meses para las elecciones presidenciales y es difícil anticipar cómo afectará esta cuestión a los votantes que se acerquen a las urnas el próximo 5 de noviembre. Lo que está claro es que cada desliz mental del presidente es carnaza para unos republicanos que están aprovechando cada ocasión para minar la popularidad del demócrata. Está previsto que Biden se someta pronto a otro examen físico, pero la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean Pierre, ya ha dejado claro que el médico de la Administración, Kevin O´Connor, no cree que sea necesaria una prueba cognitiva. Las declaraciones han sorprendido, sobre todo en un momento tan crítico, y desde el Partido Republicano han pedido que se someta a una prueba de aptitudes mentales, algo que hasta ahora no ha ocurrido a pesar de sus 81 años.
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